Torpeza y fatiga
Una vez m¨¢s, es conveniente recordar que cuando se piensa que la casa ya est¨¢ hecha, algo se afloja dentro de nosotros y entonces comienzan a surgir todo tipo de problemas inesperados. La mejor actitud de los pol¨ªticos es actuar como si las cosas pudieran ir a peor, mantener la tensi¨®n y evitar as¨ª que aparezca la torpeza como el primer s¨ªntoma de fatiga. Lo digo porque en las ¨²ltimas semanas se est¨¢ produciendo una escalada de ineptitud, de errores in¨²tiles y desprop¨®sitos en nuestra vida pol¨ªtica.
Las patra?as relacionadas con los viajes de Felipe Gonz¨¢lez no benefician a nadie y podr¨ªan da?ar las relaciones con un pa¨ªs vecino. La oposici¨®n aparente contra el PHN, para luego asustarse cuando se tiene ¨¦xito, s¨®lo consigue confundir a la sociedad y perjudicar los intereses de todos. Argumentar de pronto que las mujeres tienen que pagar m¨¢s a la sociedad porque viven m¨¢s tiempo, es un exabrupto sin sentido. Produce escalofr¨ªos escuchar, desde una pol¨ªtica de inmigraci¨®n, que las diferencias culturales son una gangrena para la democracia. La disminuci¨®n del tr¨¢fico ilegal de hero¨ªna, como buena noticia, no puede significar el aumento de muertes por adulteraci¨®n entre los adictos. Tambi¨¦n es torpe anunciar la presidencia del Comit¨¦ de las Regiones cuando todav¨ªa no est¨¢ conseguida. Como tampoco se puede estar plenamente satisfecho de la sanidad valenciana mientras alguien pueda agonizar en un pasillo de hospital, aunque fuera solamente un caso.
La torpeza es algo muy distinto al esc¨¢ndalo pol¨ªtico. Cuando se destapa alguna corrupci¨®n, abuso de poder o cualquier tipo de infracci¨®n en el ejercicio institucional, aumenta la desconfianza social y eso nos perjudica a todos. Adem¨¢s, en muchos casos, sabemos que se descubre por intereses partidistas con la principal intenci¨®n de desprestigiar al adversario. Pero, al fin y al cabo, tambi¨¦n tiene una funci¨®n higi¨¦nica porque limpia de suciedad la vida p¨²blica y produce un aumento de los controles pol¨ªticos. Sin embargo, la torpeza no beneficia a nadie y s¨®lo revela que la pol¨ªtica no est¨¢ en forma, que algo empieza a aflojarse en el pa¨ªs.
Que nuestra sociedad funcione moderadamente bien o que hayamos conseguido entre todos algunos ¨¦xitos, no quiere decir que podamos refugiarnos en la inercia. Los cambios que se est¨¢n produciendo en todo el mundo y dentro de nuestro propio modo de vida exigen m¨¢s tensi¨®n que nunca. Pero los pol¨ªticos de aqu¨ª empiezan a estar aburridos y ap¨¢ticos, posiblemente porque se sienten en expectativa de destino. A la espera de que algunos se marchen, que otros cambien de puesto y que la oposici¨®n aproveche la circunstancia, la mayor parte de ellos disimula, gasta el tiempo y se atrinchera al acecho, mientras que otros se descontrolan, act¨²an por su cuenta y les sale la torpeza que llevan dentro.
Por ejemplo, nadie puede sentirse aburrido dentro de la pol¨ªtica valenciana pensando que todo est¨¢ controlado y que no hay problema. Adem¨¢s de ser insultante, ser¨ªa un error grave. Porque el aburrimiento se contagia y produce a nuestro alrededor una fatiga perniciosa. Si conduces, no bebas, pero adem¨¢s hay que estar bien despierto. Es un consejo de los ciudadanos.
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