La cultura 'flyer'
En la ¨¦poca de la guerra digital y electr¨®nica persisten algunos elementos de las batallas cl¨¢sicas, y no me refiero a la vileza humana, a la percepci¨®n del horror o al desguace de los sentimientos y las razones. Durante la guerra de Afganist¨¢n, el ej¨¦rcito americano hizo llover sobre los frentes pasquines destinados a triturar psicol¨®gicamente a los combatientes con mensajes desmoralizadores e invitaciones a la rendici¨®n. El pasqu¨ªn guerrero tuvo amplio uso en los Balcanes, en la guerra del Golfo, en Vietnam, en Corea... El Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) dedic¨® en 1998 una interesante muestra, 'R¨ªndete. Hojas volanderas y guerra psicol¨®gica en el siglo XX', a la m¨¢s sencilla y barata de las armas: la propaganda.
Fuera de la hoja volandera entendida como arma mercenaria en tiempos de guerra, el pasqu¨ªn pol¨ªtico, social o cultural es una versi¨®n civilizada y accesible de ejercer la libertad de expresi¨®n que durante d¨¦cadas nos ha convocado a inauguraciones, manifestaciones o a lo antes denominado, con un delicioso toque in, 'c¨®ctel de presentaci¨®n'. El ¨²ltimo ejemplo de su versatilidad es el de las miles de hojas esparcidas con la imagen de los desaparecidos en los atentados de las Torres Gemelas. Un ordenador, una impresora, unas fotocopias.., volv¨ªan a ser los medios para lanzar al infinito una llamada de b¨²squeda que no quer¨ªa ser un grito de desaz¨®n. Los funcionarios de la ciudad las han retirado con extremo cuidado y se encuentran depositadas hasta el momento de ser exhibidas como palimpsestos de la desesperaci¨®n. La historia del pasqu¨ªn va unida a la de la libertad de expresi¨®n, pero tambi¨¦n a la del derecho de asociaci¨®n o el de reuni¨®n. En la exposici¨®n del CCCB hab¨ªa una buena muestra de pasquines de la ¨¦poca de la transici¨®n espa?ola de marcado estilo ciclostil, todav¨ªa de la ¨¦poca de la chincheta. La fotocopiadora y la cinta adhesiva dar¨¢n paso a un notable perfeccionamiento est¨¦tico y facilitar¨¢n la multiplicaci¨®n del mensaje. La tercera revoluci¨®n ha llegado con los programas inform¨¢ticos de tratamiento de la imagen que alumbran el flyer, la versi¨®n m¨¢s moderna del m¨¢s antiguo de los medios de lanzar un grito que se oiga m¨¢s lejos que la voz.
El flyer es la versi¨®n actual del pasqu¨ªn en su vertiente cultural y nace ligado a la expansi¨®n de la m¨²sica electr¨®nica y a la denominada 'cultura de club'. Si el espacio natural de pasqu¨ªn fue la calle, el del tr¨ªptico fue la galer¨ªa de arte, y el de la hoja fotocopiada las paredes de las facultades.., el habitat natural del flyer est¨¢ ligado a los lugares en los que suena ambient electr¨®nico y en los que habita la modernidad urbana. Con un extraordinario tratamiento tipogr¨¢fico y una imaginer¨ªa ic¨®nica agresiva, los flyers se han convertido en verdaderos poemas visuales que reciclan con intensidad la gram¨¢tica visual de Joan Brossa con las simbolog¨ªas publicitarias, que mezclan la exquisitez gr¨¢fica con las est¨¦ticas provenientes de la cultura basura.
Los flyers son aut¨¦nticos collages capaces de plasmar la extrema sensibilidad de sus autores para procesar creativamente las toneladas de materia visual con la que nos alimentamos a diario. Son muy sensibles a las mixturas de alta cultura con cultura popular. Son 'glocales', ese fen¨®meno que nos empuja a mezclar el sushi japon¨¦s con la sopa de ajo, el free jazz con Los Chichos, o la alta cosm¨¦tica con los tatuajes polin¨¦sicos.
Tanto la palabra flyer como la espa?ola 'hoja volandera' hacen referencia al car¨¢cter masivo y an¨®nimo de sus destinatarios, y metaforizan las capacidades planeadoras del papel y su capacidad de posarse sobre el destinatario, lugar o persona, m¨¢s insospechado. Las preciosas palabras 'pasqu¨ªn' y 'octavilla' han sucumbido ante flyer.
'Pasqu¨ªn' tiene ra¨ªz etimol¨®gica italiana y debe su origen a la historia de un zapatero en cuyo taller romano se daba de forma desmesurada al paliqueo y a la ch¨¢chara corrosiva. Pasquino, que as¨ª se llamaba el zapatero palabr¨®n, dio nombre a una estatua encontrada en el subsuelo de su comercio en la calle Governo-Vecchio. En el siglo XIV naci¨® la costumbre de colgar epigramas sat¨ªricos y denunciantes sobre aquel m¨¢rmol llamado 'Pasquino' y de aqu¨ª hay un paso al t¨¦rmino 'pasqu¨ªn', que conserva de sus or¨ªgenes el sentido de lo an¨®nimo y mordaz. La palabra 'octavilla' posee unos or¨ªgenes menos historiados y se refiere a la octava parte del pliego de papel, dimensi¨®n habitual del artefacto volandero. En estos terrenos de la cultura de calle y de los m¨¢rgenes creo que el espa?ol s¨®lo puede hacer una lejana sombra al ingl¨¦s empujado por la comunidad hispana de Estados Unidos.
Destinado a morir con rapidez, el flyer es la versi¨®n contempor¨¢nea de algunos de los experimentos m¨¢s radicales del arte contempor¨¢neo y recoge una tradici¨®n que contempla desde los affiches dada¨ªstas al arte ef¨ªmero de los sesenta, como el mail art. Aunque se ha desarrollado mucho el flyer electr¨®nico volcado a la red, el flyer impreso es imperecedero, un fen¨®meno parecido a la imposible implantaci¨®n del libro electr¨®nico, y es que el tacto del papel, como el de la piel humana, la piel dulce, la peau douce que dec¨ªa Fran?ois Truffaut, parece insustituible.
Barcelona es hoy uno de los focos de Europa donde con m¨¢s intensidad se manifiestan todas las facetas creativas ligadas a la m¨²sica electr¨®nica y a la cultura de la calle. All¨ª naci¨® el Flyer Center asociado al CCCB, que ha organizado cinco ediciones del Internacional Flyer Contest, concurso de dise?o de flyers. Valencia, que tiene una larga tradici¨®n en el cultivo de las est¨¦ticas tipogr¨¢ficas m¨¢s vanguardistas, no debe perder la senda de las manifestaciones m¨¢s radicales de los j¨®venes creadores urbanos situados en los que los anglosajones llaman el cutting edge.
Manuel Men¨¦ndez es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas de la Universidad Cardenal Herrera-CEU.
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