El Bar?a se ensa?a con el M¨¢laga
Los azulgrana vapulean a un rival mermado por las bajas con la eficacia de Kluivert y la omnipresencia de Saviola
El cinco en el Bar?a es sin¨®nimo de magia. Y nada mejor que cinco goles para ahuyentar los fantasmas y las decepciones acumuladas en Valencia y Roma. Los azulgrana tuvieron ayer un aliado ideal en el M¨¢laga, que lleg¨® muy mermado por las bajas de Dely Vald¨¦s y Dario Silva, sus dos delanteros. Con una precisi¨®n de cirujano, el Bar?a marc¨® al comp¨¢s del reloj: Cocu gole¨® en el arranque y Kluivert al final. Y, por en medio, se agrand¨® la peque?a figura de Saviola, que meti¨® un gol y sirvi¨® tres, dos de penalti, para que el holand¨¦s completara un hat-trick. El M¨¢laga apenas present¨® resistencia con un solitario zapatazo del croata Leko. La goleada llenar¨¢ de ox¨ªgeno el aire viciado del Camp Nou, que sobrevive mirando el marcador y pendiente de un equipo irregular, desconcertante y que cambia de rostro a diario.
BARCELONA 5| M?LAGA 1
Barcelona: Reina; Reiziger, Frank de Boer (Abelardo, m.60), Puyol (Coco, m.46), Motta; Luis Enrique, Cocu, Gerard (Xavi, m.57); Rivaldo; Saviola y Kluivert. M¨¢laga: Contreras; Rojas, Fernando Sanz, Litos, Valcarce; Edgar (Leko, m.46), Romero, Miguel ?ngel (Z¨¢rate, m.46), Musampa; Sandro (Calandria, m.60); y Canabal. Goles: 1-0. M. 2. Cocu remacha un c¨®rner sacado por Rivaldo. 2-0. M. 25. Saviola recoge un pase de Kluivert, regatea a Contreras y marca. 3-0. M. 37. Kluivert transforma un penalti de Valcarce a Saviola. 3-1. M. 68. Leko, desde la media luna. 4-1. M. 77. Kluviert transforma un penalti de Valcarce a Saviola. 5-1 M. 89. Kluivert, tras una dejada de Saviola a jugada de Coco. ?rbitro: Daud¨¦n Ib¨¢?ez. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Reiziger, Musampa, Gerard, Litos, Reina, Fernando Sanz y Valcarce. Camp Nou: Unos 65.000 aficionados.
Agarrado a la lucidez de Motta, el descubrimiento del a?o, y de la fiabilidad del tridente, el Bar?a gan¨® consistencia, tuvo profundidad y llegada. Dej¨® de ser el equipo rampl¨®n, temeroso y acomplejado de fuera de casa. Acosado por una lluvia de cr¨ªticas, Rexach podr¨¢ presumir hoy de este resultado, el mejor logrado en casa este a?o, jugando al ataque con los mismos hombres (al final mantuvo al cuestionado Reina en la porter¨ªa) que cayeron en Roma. Fueron los mismos salvo los cambios obligados por las lesiones de Sergi y Christanval, relevados por Reiziger y por Saviola, fijo siempre en casa. Charly se reafirm¨® a s¨ª mismo y aline¨® a tres hombres en la defensa y el tridente. Y otra vez se demostr¨® que el Bar?a se viste seg¨²n el tiempo. Que juega al ataque en casa y a defenderse, aunque no sepa, fuera. Que sigue siendo, en este tramo final de temporada, una caja de sorpresas y que nunca se sabe que habr¨¢ en ella.
El partido se desequilibr¨® r¨¢pidamente porque Contreras recibi¨® tres goles en media hora. No se hab¨ªan asentado a¨²n los dos equipos en el c¨¦sped cuando Cocu rompi¨® el encuentro. Rivaldo bot¨® un saque de esquina, un defensa pein¨® hacia atr¨¢s y el centrocampista holand¨¦s chut¨® con fuerza a la red. El Bar?a, que llevaba seis partidos sin adelantarse en el marcador, recibi¨® el gol como un b¨¢lsamo.
El tanto revolucion¨® el partido porque el M¨¢laga, uno de los reyes del empate en esta Liga, no tuvo m¨¢s opci¨®n que avanzar su defensa a costa de dejar espacios atr¨¢s. Qued¨® claro que le costar¨ªa caro: Saviola anticip¨® su recital al inventar dos ocasiones, una de ellas frustrada por Romero al despejar una vaselina junto a la l¨ªnea de gol. El M¨¢laga intent¨® resistir con la corpulencia de Canabal, su ¨²nico hombre en punta; con la movilidad de Musampa, que tuvo sus m¨¢s y sus menos con Reiziger, y esperando las entradas por la derecha de Edgar. No tuvo su d¨ªa porque siempre se top¨® con la decisi¨®n y la elegancia de Motta, que ayer jug¨® igual de bien de falso lateral que junto al mediocentro.
El partido, con poca presencia del centro del campo, era un correcalles y en medio de ese escenario lleg¨® el segundo. Kluivert pas¨® a Saviola y media defensa del M¨¢laga alz¨® el brazo porque Rivaldo estaba en fuera de juego. Pero el brasile?o se desentendi¨® de la jugada y el ¨¢rbitro valid¨® la carrera solitaria del argentino que encar¨® a Contreras, le amag¨®, se hizo un autopase y chut¨® a la red. El M¨¢laga ya no reaccion¨® y en diez minutos lleg¨® el tercero: el pibito, recibi¨® un pase de Reiziger, se meti¨® en el ¨¢rea y Valcarce le agarr¨® de la camiseta. El colegiado se?al¨® penalti. Kluivert, que sustituy¨® a Rivaldo en esa funci¨®n, tuvo fortuna: el bal¨®n peg¨® en las piernas de Contreras y acab¨® dentro.
Con los tres puntos en el bolsillo, el Bar?a mejor¨® tras el descanso porque, entre otras cosas, Cocu pas¨® a jugar de central y cedi¨® la plaza de mediocentro a Xavi, ¨²ltimamente suplente. El juego cobr¨® sentido y Motta se encarg¨® de estirarlo con sus asistencias a sus compa?eros de ataque o probando sin suerte su potente chut. La grada se dedic¨® entonces a mostrar su excitaci¨®n y complicidad con Abelardo, aplaudido a rabiar despu¨¦s de un a?o de lesi¨®n. El equipo empez¨® a tocar y a mover el bal¨®n cuando el M¨¢laga record¨® que segu¨ªa all¨ª con un golazo de Leko. Quedaban 20 minutos y el Bar?a no estaba para sustos. Kluivert avis¨® primero con un cabezazo y un posterior disparo que se fue al palo.
Y a partir de ah¨ª llegaron los dos goles. Motta asisti¨® a Saviola para reeditar el primer penalti. Fueron de nuevo los mismos protagonistas: Valcarce le derrib¨® y Kluivert marc¨® otra vez de pena m¨¢xima. Y, luego, ya al final, con el M¨¢laga desarmado, se gest¨® el quinto, en la mejor jugada del partido. Coco se desquit¨® de su suplencia (solo sali¨® porque Puyol se lesion¨®) con un centro medido para Rivaldo que puso en bandeja el bal¨®n a Kluivert para que metiera el quinto. Tras su p¨¦sima imagen en Valencia y Roma, el Bar?a dio motivos para la esperanza ante la pr¨®xima visita del Madrid. Pero nunca se sabe con este equipo (antes jugar¨¢ en casa del Betis) tan raro y lleno de luces y sombras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.