Un paso por delante

?Fue Ralph Schumacher el culpable del estropicio? ?Barrichello fren¨® antes de la cuenta? Uno y otro se han echado mutuamente la culpa del espectacular accidente de la primera vuelta del Gran Premio de Australia, en el que el Williams-BMW del alem¨¢n sali¨® literalmente volando. Probablemente ambos tengan algo de raz¨®n y algo de culpa.

Dentro del artilugio, por encima de la tecnolog¨ªa, dentro de los cascos, hay dos inteligencias intentando doblegarse mutuamente. Cuando la m¨¢quina es la extensi¨®n de uno mismo hay que aplicar los criterios habituales de cualquier discusi¨®n dial¨¦ctica: adivinar las intenciones del otro y adelantarse a ellas para neutralizarlas. Ambos pilotos dieron por sentado que el otro har¨ªa lo que ellos hubieran hecho y erraron. Barrichello crey¨® que el peque?o de los Schumacher intentar¨ªa adelantarle por otra trayectoria y se saldr¨ªa de la pista. El alem¨¢n, por su parte, pens¨® que el brasile?o de Ferrari barrer¨ªa la pista para cerrarle la puerta, abandonando su trayectoria. Ambos mantuvieron la posici¨®n y la velocidad. Y pas¨® lo que pas¨®.

Barrichello, probablemente, sab¨ªa que sus neum¨¢ticos le daban una importante ventaja. Lo que adem¨¢s de ser cierto fue la clave de la carrera de ayer. El primer gran premio de la temporada, pese a quedar diezmado ya en la primera vuelta, muestra a las claras la jerarqu¨ªa que se va a mantener, al menos durante los primeros meses. Ferrari y Michael Schumacher est¨¢n un paso por delante del resto. Los neum¨¢ticos Bridgestone -por lo menos, con tiempo fr¨ªo y por el momento-, tambi¨¦n. Los dem¨¢s equipos punteros, de McLaren a Williams y Renault, montan Michelin. El podio de Melbourne es revelador. El alem¨¢n en lo m¨¢s alto, el Williams de Montoya a su derecha y en tercer lugar el McLaren del joven Raikkonen. Podr¨ªa ser el resultado final del campeonato, a falta de alguna sorpresa que introduzca algo de intriga.

La otra cuesti¨®n que se plantea tras la carrera de ayer, y que fue uno de los temas centrales de la conferencia de prensa, es si, en vez de neutralizarse, no hubiera debido reiniciarse y ofrecer una segunda oportunidad a algunos de los perjudicados. El criterio que aplican los organizadores var¨ªa de carrera en carrera. Ayer no sacaron la bandera. El GP de Australia perdi¨® una gran parte de su atractivo cuando se qued¨® con casi la mitad de sus contendientes al poco de empezar.