Religi¨®n en las escuelas

Con la mayor¨ªa de edad ya cumplida, nuestra Constituci¨®n no ha sido sometida a¨²n a ¡®actualizaciones¡¯ urgentes. Por ahora me referir¨¦ solamente a una: Estado laico.

Cuando ayer se le preguntaba a la ministra de Educaci¨®n sobre la subvenci¨®n que la religi¨®n musulmana en Espa?a reclama con derecho, al igual que la que disfruta la cat¨®lica, ¨¦sta replic¨® que 'eso hay que estudiarlo detenidamente'.

Siendo que nuestra Constituci¨®n lleva en vigor casi 25 a?os, la laicidad del Estado brilla por su ausencia. Es m¨¢s, la hegemon¨ªa de la Iglesia cat¨®lica -no ya como una religi¨®n m¨¢s, sino como un poder econ¨®mico en la sombra- se ve reforzada en cada ceremonia del santo de turno con la complicidad de las instituciones oficiales. Y, encima, por todas partes llegan censuras a la calidad de los estudiantes por no entender o no saber interpretar textos en espa?ol.

Las clases de religi¨®n o dogmatizaci¨®n por parte de las diferentes religiones que en Espa?a libremente est¨¢n presentes deber¨ªan de una vez por todas estar desvinculadas de cualquier tipo de subvenci¨®n p¨²blica, sobre todo porque as¨ª lo dicta la Carta Magna. Las ense?anzas del libro sagrado por parte de las religiones deben impartirse en los locales propios de dichas instituciones y en el ambiente adecuado para ellas.

?O es que acaso los diferentes Gobiernos que han pasado por La Moncloa est¨¢n ¡®atados¡¯ a alg¨²n acuerdo (?concordato?) con el Vaticano y los ciudadanos lo desconocemos? ?A cu¨¢ntos millones de euros asciende nuestra ¡®contribuci¨®n¡¯ anual a una ense?anza no amparada en la Constituci¨®n? ?Cu¨¢ntos a?os m¨¢s va a seguir esto as¨ª? ?Se va a incrementar nuestra ¡®contribuci¨®n¡¯ en los pr¨®ximos a?os con la inclusi¨®n de nuevas religiones?