El tir¨®n de 'Operaci¨®n Triunfo' recupera al p¨²blico joven para el festival de Eurovisi¨®n

Han pasado 33 a?os desde que un espa?ol gan¨® por ¨²ltima vez el Festival de Eurovisi¨®n. En realidad, en las 46 primaveras que suma el certamen, Espa?a s¨®lo se ha llevado el primer premio en dos ocasiones. En 1968, en Londres, Massiel venci¨® con La, la, la, y el a?o siguiente, en Madrid, Salom¨¦ subi¨® al podio con Vivo cantando, aunque la valenciana tuvo que compartir laureles con los representantes del Reino Unido, Holanda y Francia. El festival empez¨® a languidecer en los ochenta. Su audiencia, sin embargo, le ha sido fiel. El a?o pasado, la emisi¨®n de TVE-1 fue vista por m¨¢s de 5,5 millones de espectadores (45,7%). El ¨¦xito de Operaci¨®n Triunfo ha despertado el inter¨¦s de los j¨®venes por un concurso desprestigiado.

Fue el turolense David Civera quien el a?o pasado represent¨® a Espa?a con la eurovisiva -o sea, pegadiza- Dile que la quiero. Civera logr¨® el sexto puesto, una haza?a nada despreciable, sobre todo despu¨¦s del papel poco halag¨¹e?o que hicieron sus tres antecesores: en 1998, Mikel Herzog qued¨® en el 16? lugar; en 1999, Lidia, en el 23? y ¨²ltimo, y en 2000, Seraf¨ªn Zubiri, en el 18?. Pero ni siquiera estos malos resultados ahuyentaron a los espectadores. Aproximadamente cuatro millones de personas siguieron el festival en esos a?os, con cuotas de pantalla entre el 32,3% y el 34,8%. Son datos que, si bien est¨¢n lejos de los 13 millones de fieles alcanzados por Operaci¨®n Triunfo, se sit¨²an por encima de la media de la cadena.

Volviendo a los anales de Eurovisi¨®n y a la traza que ha dejado Espa?a en ellos, el pedestal de los peor clasificados lo ocupan V¨ªctor Balaguer (Ll¨¢mame, 1962), Conchita Bautista (Qu¨¦ bueno, qu¨¦ bueno, 1965) y Remedios Amaya (Qui¨¦n maneja mi barca, 1983), que se marcharon con el marcador a cero. En cambio, rozaron la medalla de oro con un honroso segundo lugar Karina, en 1971, con En un mundo mejor; el grupo Mocedades, en 1973, con Eres t¨²; Betty Missiego, en 1979, con Su canci¨®n, y Anabel Conde, en 1995, con Vuelve conmigo.

En la lista de cantantes que ha representado a Espa?a en Eurovisi¨®n desde 1961 -los primeros cinco a?os TVE no particip¨® en el festival- aparecen nombres famosos que siguen en la brecha, como Raphael, Julio Iglesias, Az¨²car Moreno y Sergio Dalma. Algunos que fueron populares en su ¨¦poca, Conchita Bautista, Micky, Paloma San Basilio y Betty Missiego entre ellos. Y otros cuyo recuerdo no ha permanecido en la memoria: Sergio Bachelli, Eva Santa Mar¨ªa, Bravo, Antonio Carbonell...

Pero, ?por qu¨¦ un festival televisivo que se convirti¨® en un fen¨®meno sociol¨®gico comparable a lo que hoy es Operaci¨®n Triunfo decay¨® hasta el punto de caer en el desprestigio? El catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) y director del Observatorio Euromonitor, Emili Prado, lo atribuye a que en estos ¨²ltimos a?os Eurovisi¨®n no ha logrado encontrar una f¨®rmula que permita adaptar su formato a las nuevas tendencias del espect¨¢culo televisivo -representadas por los reality shows y m¨¢s recientemente por los reality games-, ni conectar con el p¨²blico joven. Algo que s¨ª ha hecho Operaci¨®n Triunfo, que, adem¨¢s, a juicio de Prado, ha sabido implicar a la industria, en este caso discogr¨¢fica, en el invento, lo cual, seg¨²n ¨¦l, garantizar¨¢ seguramente el ¨¦xito de la pr¨®xima gala de Eurovisi¨®n, prevista para el 25 de mayo, 'al menos, desde el punto de vista de la audiencia espa?ola'. Joan Manuel Tresserras, profesor de Historia de la Comunicaci¨®n de la UAB, no es tan optimista como su colega. En su opini¨®n, dif¨ªcilmente Eurovisi¨®n revivir¨¢ su auge, ya que el momento hist¨®rico, de monopolio televisivo, en el que se forj¨® es irrepetible.