Ins¨®lita Diagonal
La principal entrada de la ciudad enmudeci¨® a las diez por la ausencia de tr¨¢fico y actividad
Ni siquiera en una ma?ana de domingo la avenida Diagonal tiene un aspecto tan pl¨¢cido. La ausencia de tr¨¢fico y la inexistencia de actividad era tan notoria que casi resultaba alarmante.
A las diez de la ma?ana en punto se activ¨® el dispositivo de cierre de la que constituye una de las principales v¨ªas de acceso a la ciudad. El escaso tr¨¢fico matutino qued¨® reducido a dos carriles en cada sentido detinados exclusivamente para el transporte p¨²blico, que adem¨¢s no pod¨ªa parar en el tramo comprendido entre Esplugues y la plaza de Pius XII.
Bajo tierra, en la estaci¨®n de Maria Cristina del metro, los conductores de los convoyes anunciaban casi a gritos '?fin del trayecto!'. Durante dos d¨ªas, esta ser¨¢ la ¨²ltima parada de la l¨ªnea 3. De ella sal¨ªan ayer riadas de viajeros, algunos con cara de despiste: 'Y ahora, ?por d¨®nde voy al cuartel del Bruc?, se preguntaba una mujer. 'Pues caminando', le contestaba un hombre de edad avanzada que, como otros, se convirti¨® en espectador entusiasta de toda la operaci¨®n desplegada en la zona, que inclu¨ªa patrullas de polic¨ªa a caballo.
A las diez se hizo el silencio. A la altura del cruce con Doctor Mara?¨®n, el ¨²nico tr¨¢fico rodado lo constitu¨ªan algunos veh¨ªculos oficiales que se dirig¨ªan al Palacio de Congresos o al hotel Juan Carlos I. Las pistas del Club de Polo estaban desiertas y la actividad junto al edificio del Real Autom¨®vil Club de Catalu?a se reduc¨ªa a los trabajos para instalar una gran bandera de la Uni¨®n Europea.
El descenso por Doctor Mara?¨®n hacia Torre Melina -todo vallado- resultaba igual de fantasmag¨®rico. Nadie. S¨®lo se o¨ªa el relinchar de los caballos de la polic¨ªa.
Ese ins¨®lito panorama de la Diagonal nada ten¨ªa que ver con el que ofrec¨ªa el centro de Barcelona, que se preparaba para una de las manifestaciones m¨¢s multitudinarias que ha vivido la ciudad. Lo que en la Diagonal era calma y silencio se convert¨ªa m¨¢s abajo en ruido y bullicio. Parec¨ªan dos ciudades diferentes.
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