'No quiero ser una moda, sino permanecer'
'T¨¦cnica'. A Santiago Solari (Rosario, Argentina, 1976) le gusta la palabra 't¨¦cnica'. La pronuncia de seguido y aprecia en ese concepto la base del f¨²tbol. Por eso admira la facilidad de Roberto Carlos para la pegada, los pases de Bochini en los tres cuartos o las paredes de Zidane, un reflejo llevado por Enzo Francescoli, su ex compa?ero en el River Plate, al Ol¨ªmpico de Marsella. S¨ª; el jovencito Zidane aprendi¨® a tirar paredes viendo a Francescoli en la ciudad francesa y Solari ha tirado paredes con ambos. Y hoy, en el Camp Nou y ausente Figo, el argentino puede cumplir un papel importante en un Madrid en el que se ha establecido tras dos a?os de intermitencia entre el banquillo y el c¨¦sped.
'Si me hubiera ido, me habr¨ªa arrepentido toda mi vida. ?C¨®mo no asumir este desaf¨ªo?'
'Rivaldo es uno de los mejores del mundo. Pero en la Liga, Djalminha es el m¨¢s t¨¦cnico'
Pregunta. Al principio de la temporada, ?imagin¨® que tendr¨ªa estas posibilidades de ser titular hoy en Barcelona?
Respuesta. A priori, no. Pero para eso uno sigue esforz¨¢ndose y meti¨¦ndole. Para que la oportunidad llegue. Sin ir m¨¢s lejos, estaba mirando el partido del Las Palmas del s¨¢bado pasado. Nacho Gonz¨¢lez qued¨® fuera por su pasaporte, el portero suplente pas¨® a ser titular y se lesion¨® y Orlando, un guardameta que no pensaba atajar en cinco a?os, tuvo que jugar.
P. ?Cree que termin¨® su traves¨ªa del desierto en el Madrid?
R. Son dos a?os luchando por un lugar de privilegio. Un lugar en este equipo es un lugar de privilegio, incluso en el banco. No s¨¦ cu¨¢ntos argentinos habr¨¢n pasado por este club, pero los que han pasado han dejado el nombre muy alto: Di St¨¦fano, Rial, Mas, Wolf, Redondo... Me tengo que esforzar todos los d¨ªas para estar a esa altura. Y siento que desde que estoy aqu¨ª lo he conseguido.
P. ?Habla del River con Di St¨¦fano?
R. En el intercambio de opiniones siempre se mete River porque ¨¦l sabe que yo he jugado en River y ¨¦l tiene sus sentimientos volcados con River. Eso est¨¢ impl¨ªcito, aunque nunca nos confesemos como hinchas. ?l era suplente en La M¨¢quina, un River perfecto, a finales de los 40, y eso sucede muchas veces. En este equipo tambi¨¦n hay grandes jugadores que no pueden demostrarlo porque hay otros que son fant¨¢sticos y que est¨¢n delante de ellos. Ha sucedido siempre. Bochini no pudo jugar en el Mundial 86 y Bochini es uno de los m¨¢s grandes de todos los tiempos en Argentina. Pero en su lugar jugaba Maradona. Preg¨²ntale a un espa?ol qui¨¦n es Bochini y no lo sabr¨¢. Y Bochini era fabuloso. Pero, claro, estaba Maradona.
P. Entonces, usted es el suplente de Zidane.
R. ?Hay que salvar las distancias! He dado ejemplos gruesos.
P. Pero una vez dijo que se siente el suplente de Zidane.
R. Lo dije m¨¢s gen¨¦ricamente. No fue un ejemplo puntual. Me tom¨¦ la libertad de hablar por m¨¢s compa?eros. Hay gente que podr¨ªa ser titular en muchos equipos y aqu¨ª son suplentes y asumen que los que est¨¢n jugando son jugadores fabulosos y se merecen estar jugando.
P. ?No cree que Zidane y usted son complementarios?
R. Es dif¨ªcil no entenderse con Zidane. Es m¨¢s: hay que ser bastante desastroso para no entenderse con Zidane. O con Ra¨²l, Figo o Roberto. Son jugadores muy claros y con muchos recursos.
P. El ¨ªdolo de Zidane era Francescoli y usted jug¨® con Francescoli. ?Eso ayuda a entenderse?
R. Recuerdo que cuando jugaba en River, en un partido, Francescoli me pidi¨® la pelota y no se la di porque le marcaban tres contrarios. Adem¨¢s, como no hab¨ªamos jugado juntos, no nos conoc¨ªamos. ?l me dijo: '?Cuando te la pida, d¨¢mela!'. As¨ª que a la siguiente ocasi¨®n,se la di... ?l recibi¨® de espaldas al arco contrario ?y se fue de todos sus marcadores con un solo toque! Era impresionante. Zidane tiene esas cosas.
P. Usted a Zidane le entiende el tuya-m¨ªa, tan suramericano. ?Hay una complicidad en eso?
R. En Europa, la pared, el tuya-m¨ªa, es m¨¢s rara. Aqu¨ª se respeta m¨¢s la circulaci¨®n del bal¨®n. Pero el f¨²tbol es un equilibrio y lo que tienen estos jugadores, como Zizou, es que saben cu¨¢ndo tirar una pared, cu¨¢ndo hacer un cambio de frente de 50 metros, cu¨¢ndo mantener la circulaci¨®n y cu¨¢ndo agarrar y encarar. Son decisiones que se toman en segundos y que son muy importantes en un partido.
P. Contra el Sparta de Praga se le vio desbordar continuamente...
R. ?A lo River, a lo River...!
P. Hace un a?o no se iba con tanta facilidad de sus oponentes.
R. Me siento con m¨¢s ritmo, futbol¨ªstico y mental. No s¨®lo con m¨¢s confianza, sino con m¨¢s fuerza. Es importante que te respondan las piernas. Porque, a pesar de que uno alcanza un buen estado de forma entren¨¢ndose, eso no es lo mismo que jugar un partido.
P. ?Por qu¨¦ ahora se siente m¨¢s seguro que hace un a?o?
R. Siento que he madurado mucho desde que llegu¨¦ al f¨²tbol espa?ol. Tuve una etapa larga en el Atl¨¦tico en la cual me sent¨ªa muy bien. No es a partir de mi llegada al Madrid, sino desde antes. He perfeccionado cosas que no ten¨ªa cuando jugaba en River. He pasado por una adaptaci¨®n b¨¢sica al f¨²tbol europeo y, luego, al equipo en el que me toc¨® jugar. No es lo mismo jugar en el Atl¨¦tico que en el Madrid. Y en el Atl¨¦tico no era lo mismo jugar con t¨¦cnicos italianos como Ranieri y Sacchi que con Antic.
P. ?Qu¨¦ aprendi¨® en Europa?
R. Se aprende a manejar los tiempos del juego seg¨²n se juega aqu¨ª. Y se aprende lo que te pide no s¨®lo el t¨¦cnico, sino el aficionado. El aficionado europeo no comprende que un jugador traslade mucho y est¨¦ dando vueltas con el bal¨®n en los pies. Eso es normal para el hincha suramericano, pero no para el europeo. Y eso se contagia a los entrenadores y los jugadores. Si trasladas demasiado la pelota, no s¨®lo la gente empieza a murmurar; tus compa?eros empiezan a murmurar. Y, si tu equipo no se siente c¨®modo contigo, no tienes ninguna posibilidad.
P. Da la impresi¨®n de que, para instalarle como titular, Vicente del Bosque tendr¨ªa que cambiar el esquema t¨¢ctico: del doble pivote al rombo en el medio campo.
R. Ser¨ªa una falta de respeto a Del Bosque que yo hable de t¨¢ctica en este equipo.
P. Bien, pero, en el papel, Zidane ocupa su puesto.
R. Jugu¨¦ pegado a la banda y Zidane no juega en esa zona.
P. Si juega contra el Bar?a, su marcador ser¨¢ Puyol, el lateral de moda en Espa?a.
R. A m¨ª no me gustar¨ªa ser una moda porque las modas pasan. Me gustar¨ªa jugar y permanecer, y mostrar mi val¨ªa durante todo el tiempo que me toque.
P. ?Qu¨¦ recuerda de sus visitas al Camp Nou?
R. Tuve experiencias raras. Una vez, con el Atl¨¦tico, jugamos mejor, pero perdimos con un tiro que le rebot¨® en la cabeza a Ayala y se meti¨® de casualidad. Luego, en la Copa, ellos hicieron una presentaci¨®n formal, pero no jugaron. Otra vez jugu¨¦ de enganche y, cuando perd¨ªamos el bal¨®n, tapaba la salida de Xavi.
P. ?Por qu¨¦ no se busc¨® un puesto de trabajo m¨¢s estable que ¨¦ste cuando en la pretemporada le pusieron las cosas tan dif¨ªciles? ?Por qu¨¦ no fich¨® por otro equipo?
R. Si me hubiera ido, me habr¨ªa arrepentido toda mi vida. Confiando en m¨ª mismo, ?c¨®mo no iba a asumir este desaf¨ªo? Pero no quiero hablar de este momento como un momento especial. Desde el primer momento estuve contento. Despu¨¦s, es parte del azar que yo haya jugado y que haya marcado.
P. ?Pens¨® que no tendr¨ªa competencia porque es el ¨²nico centrocampista zurdo de la plantilla?
R. Insist¨ª en quedarme porque yo conf¨ªo en mis posibilidades. No fij¨¢ndome en los dem¨¢s, sino en m¨ª. Esa confianza la tienes que tener para ser jugador de f¨²tbol porque hay un mill¨®n de chicos que quieren ser profesionales.
P. ?Qu¨¦ opina de Rivaldo?
R. Rivaldo es uno de los mejores del mundo. Pero, en la Liga, Djalminha es el m¨¢s t¨¦cnico, junto con Zidane... Y yo tengo debilidad por Djalminha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.