Bosnia ya no quiere a sus 'muyahidin'
El Gobierno de Sarajevo desmantela tras el 11-S los ¨²ltimos reductos de combatientes isl¨¢micos que lucharon en la guerra
El T¨ªo Sam orina sobre la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos y la Constituci¨®n de Bosnia. Esta caricatura, publicada en la portada del semanario independiente de Sarajevo Dani, refleja el sentir de buena parte de la opini¨®n p¨²blica bosnia ante la expulsi¨®n del pa¨ªs, con destino al campo de prisioneros de la base estadounidense en Guant¨¢namo, de seis argelinos a los que se les concedi¨® la nacionalidad bosnia.
Los atentados terroristas del 11 de septiembre han desencadenado en Bosnia, de grado y por presi¨®n de Estados Unidos, una persecuci¨®n contra los muyahidin, festejados en su d¨ªa como h¨¦roes por su contribuci¨®n en la guerra de los musulmanes bosnios contra serbios y croatas. Los h¨¦roes de entonces se han convertido en los villanos de hoy por la sospecha de que pudieran estar involucrados en redes terroristas isl¨¢micas. La crisis o psicosis desencadenada por el 11-S lleg¨® hasta el extremo de que, a mediados del pasado octubre, las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido en Sarajevo permanecieron cerradas varios d¨ªas ante el temor a un atentado terrorista. Al mismo tiempo, se intensific¨® la persecuci¨®n de los muyahidin sospechosos: vigilancia policial, expulsi¨®n de sus casas, retiradas de nacionalidad e incluso deportaciones a Guant¨¢namo.
Comienzan a regresar los serbios que antes de la guerra constitu¨ªan la mayor¨ªa en la regi¨®n
El pueblo de Bocinja, situado a unos 100 kil¨®metros al norte de Sarajevo, se convirti¨® en reducto de los muyahidin que combatieron durante la guerra. All¨ª llegaron a residir hasta 100 familias de muyahidin, aisladas en una comunidad que observaba las normas derivadas de la interpretaci¨®n m¨¢s radical del Cor¨¢n. Hoy s¨®lo quedan siete familias de muyahidin con sus hijos, unas 40 personas en total. En los pueblos de los alrededores empiezan a regresar los serbios que antes de la guerra constitu¨ªan la mayor¨ªa en la regi¨®n.
Encontrar a los pocos muyahidin que quedan en Bocinja resulta f¨¢cil. Sus barbas los delatan. M¨¢s dif¨ªcil resulta vencer su desconfianza y entablar un di¨¢logo. En un taller de reparaci¨®n de coches, situado a la vera misma del r¨ªo Bosnia, un grupo de j¨®venes acepta la entrevista con el enviado de EL PA?S no sin antes despotricar contra los periodistas. Semir Rizvic, de 32 a?os, justifica su desconfianza: 'Un peri¨®dico croata public¨® mi foto y despu¨¦s esa foto apareci¨® en la Rep¨²blica Serbia de Bosnia con un texto que dec¨ªa que yo era un terrorista que le rob¨® la casa a los serbios'.
A su lado, Edim Mujic, su socio y amigo de 29 a?os, se suma a la conversaci¨®n, en una mesa al aire libre, tras la comida y la oraci¨®n del mediod¨ªa. Rememoran los d¨ªas de la guerra, cuando 'llegamos a ser 800 combatientes que formamos una brigada que se desarm¨® tras los acuerdos de Dayton [que pusieron fin a la guerra de Bosnia]'. Admiten sin el menor reparo: 'Por supuesto que nos un¨ªa un sentimiento religioso. Llegaron muyahidin que propagaron la idea de guerra santa. Aceptamos esa doctrina y no hab¨ªa robos, ni alcoholismo, ni tabaco. En nuestra unidad se respetaba la ley que proh¨ªbe lo que afecta a nuestra salud, porque va a tener consecuencias en esta vida y en la otra'. Hablan con devoci¨®n de sus jefes durante la guerra: 'Los que nos mandaban eran h¨¦roes que encabezaban los ataques. Nuestros jefes iban en primera l¨ªnea. El que ten¨ªa m¨¢s responsabilidad era quien m¨¢s arriesgaba y eso contagiaba mucho'.
Explican que se instalaron en Bocinja y vivieron en una paz relativa mientras gobernaba el Partido de Acci¨®n Democr¨¢tica (SDA) del l¨ªder bosnio musulm¨¢n Alija Izetbegovic, que concedi¨® la nacionalidad bosnia a 750 muyahidin llegados de pa¨ªses isl¨¢micos a combatir en la guerra santa para defender a sus hermanos.
Durante el mandato de Izetbegovic ya comenz¨® el desmantelamiento de la comunidad muyahidin de Bocinja. Este proceso se aceler¨® hasta consumarse bajo el actual Gobierno del socialdem¨®crata Zlatko Lagumdzija, que defiende la legalidad de la privaci¨®n de nacionalidad y posterior entrega a Estados Unidos de seis muyahidin de origen argelino que dieron con sus huesos en Guant¨¢namo.
La medida provoc¨® las protestas de organizaciones defensoras de los derechos humanos, porque se adopt¨® en contra de las resoluciones de las m¨¢ximas instancias judiciales de Bosnia-Herzegovina. Argumentan los cr¨ªticos de la decisi¨®n del Gobierno que no se puede pretender ense?ar a los bosnios democracia y respeto al Estado de derecho y los derechos humanos y al mismo tiempo atropellar la legalidad con la deportaci¨®n sin orden judicial de presuntos terroristas.
Los muyahidin que quedan en Bocinja se lamentan: 'Los que gobiernan ahora no nos dejan en paz. Nos controlan con polic¨ªas poco profesionales que vienen por aqu¨ª y se ve a la legua c¨®mo hacen su trabajo. Los de Sfor [Fuerza de Estabilidad de Bosnia] se paran de vez en cuando con sus blindados delante de nuestras casas'. El 11-S para los dos muyahidin bosnios es 'un gran juego organizado por Estados Unidos. Tras poner de rodillas a Rusia advirtieron que los j¨®venes en los pa¨ªses ¨¢rabes se volv¨ªan hacia la tradici¨®n y necesitaban un motivo para esa guerra. Bajo el pretexto de una guerra contra el terrorismo, combaten a los defensores de la fe'.
'La punta visible del iceberg'
El l¨ªder de los muyahidin bosnios es el sirio Imad Alhusin, m¨¢s conocido como Abu Hamza, que en 1992 recibi¨® la nacionalidad bosnia. Seg¨²n el Ministerio del Interior en Sarajevo, a Abu Hamza se le retir¨® la nacionalidad en 1994 'porque la tramit¨® con papeles falsos'. Abu Hamza frecuenta la mezquita de Sarajevo, de reciente construcci¨®n, gracias a una donaci¨®n de Arabia Saud¨ª. El intento de encontrar a Abu Hamza fall¨® y nadie quiso facilitar detalles sobre su domicilio. El Ministerio del Interior justifica la privaci¨®n de nacionalidad bosnia y posterior entrega a Estados Unidos de seis ciudadanos argelinos de origen, porque 'qued¨® claro que obtuvieron la nacionalidad de forma ilegal enga?ando a las autoridades de Bosnia y portando documentaci¨®n falsa'. Argumenta el ministerio que entregaron a los seis a Estados Unidos, tras un intento fallido de devolverlos a su pa¨ªs de origen, Argelia. A?ade el ministerio: 'La deportaci¨®n del as¨ª llamado grupo argelino representa una de las actividades del Grupo de Coordinaci¨®n Antiterrorista de Bosnia-Herzegovina. Las autoridades concluyen que se trata s¨®lamente de la punta visible de un iceberg y se seguir¨¢n investigando los motivos reales, la magnitud y la identidad de los organizadores de la operaci¨®n del acceso ilegal de extranjeros a la ciudadan¨ªa de Bosnia-Herzegovina'.
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