Rockeros y actuales

A juzgar por la expectaci¨®n, cabe suponerle como punta del iceberg de una avanzada que vuelve a poner en alza los viejos argumentos del rock. Con ¨¦l podr¨ªa afirmarse que los irredentos a la f¨®rmula de caf¨¦ para todos a¨²n tienen clavos a los que agarrarse. En directo, The Strokes, famosos gracias a un solo disco de poco m¨¢s de media hora, parece ese malencarado quinteto que el rock necesita para revivir y he ah¨ª su m¨¢ximo valor. Se identifican con algunos de los grupos m¨¢s oscuros de todos los tiempos -Velvet Underground, Television...- y apuestan de forma obcecada por un rock sin virtuosismo, ni enjuagues de pretenciosidad mercadot¨¦cnica. Su puesta en escena fue francamente sobria, con la banda desparramada por el escenario con ese toque Ramones de desharrapada elegancia. Como siempre, un grupo no se salva sin buenos temas, y The Strokes los poseen: Last Nite, Hard to explain, New York City cops... Son lo suficientemente buenos como para esperar que no sean un espejismo, sino un s¨ªntoma de recuperaci¨®n del viejo rock'n'roll. De momento, suenan rockeros, pero tambi¨¦n actuales, y gustan a un p¨²blico cada vez m¨¢s amplio.