Monos conectados mueven el cursor con el cerebro
La fe mueve monta?as, dicen, pero ahora el pensamiento ha conseguido mover con rapidez y precisi¨®n el cursor de un ordenador. Cient¨ªficos de la Universidad de Brown (Rhode Island, EE UU), han logrado que unos monos muevan el cursor de un ordenador s¨®lo con desearlo. 'Hemos sustituido el control de la mano por el control de la mente', dice John Donoghue, jefe del Departamento de Neurociencias de la universidad. Los investigadores implantaron en la parte del cerebro que controla el movimiento, un chip del tama?o de una u?a, con 100 electrodos conectados a un peque?o n¨²mero de neuronas. A los animales se les coloc¨® ante la pantalla de un ordenador para que manipularan con el cursor un c¨ªrculo azul que persegu¨ªa a uno rojo. Cuando le alcanzaba, recib¨ªan una recompensa.
Los impulsos neuronales creados por ese juego fueron convertidos mediante una f¨®rmula en se?ales electr¨®nicas. M¨¢s tarde, los monos fueron colocados de nuevo ante la pantalla, pero ahora con el cursor desconectado. Lo que llegaba al ordenador, mediante un fino cable desde el chip implantado en el cerebro del mono, eran los impulsos cerebrales del animal. El mono mov¨ªa los c¨ªrculos en la pantalla enviando se?ales directamente desde su cerebro al ordenador en un proceso casi tan r¨¢pido y tan preciso como cuando utilizaba la mano.
El experimento es explicado en la revista Nature. El sistema 'puede servir para realizar cualquier tarea que uno pueda hacer mediante apuntar y pulsar', se?ala Donoghue., y pone un ejemplo: 'Imagine un teclado que se pueda mostrar en una pantalla y que pueda ser usado por alguien para escribir o dar instrucciones s¨®lo apuntando y pulsando'.
Personas con lesiones
La explotaci¨®n de esta veta puede ayudar a personas con lesiones de la m¨¦dula espinal, con distrofia muscular o que padecen la enfermedad de Lou Gehrig, el tipo de pacientes con los que lleva a?os trabajando Mijail Serruya, el director de esta investigaci¨®n con simios. 'Nuestro objetivo es descubrir c¨®mo el cerebro planea mover la mano y utilizar esa informaci¨®n como una se?al de control por alguien que est¨¢ paralizado', dice.
Hay todav¨ªa incertidumbres que resolver. El experimento se ha hecho durante corto tiempo con animales y se ignora si se podr¨ªan emplear en personas. Tampoco est¨¢ claro si los electrodos pueden funcionar adecuadamente durante periodos extensos ni si el cerebro puede aguantar indefinidamente tal tipo de implantes.
Ya se hab¨ªan hecho experimentos de este tipo y varios grupos en EE UU y en Europa trabajan en esta l¨ªnea, con m¨¦todos invasivos y no invasivos. La ventaja del sistema desarrollado en Brown es su relativa sencillez, la poca pr¨¢ctica necesaria para hacerlo funcionar y lo peque?o del implante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.