El 70% de las 16 plazas para toxic¨®manas del albergue de Las Barranquillas est¨¢ sin ocupar

El albergue para toxic¨®manos sin hogar de Las Barranquillas (Villa de Vallecas), el ¨²nico instalado en un hipermercado de la droga, s¨®lo ha tenido llenazo cuando abri¨®, a comienzos de diciembre. Desde entonces, cada noche se han ocupado, como media, 25 de sus 38 camas para hombres (un 65%) y 4 o 5 de las 16 reservadas a mujeres (un 30%). El consejero de Sanidad, Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz, calific¨® ayer de 'muy satisfactorio' el nivel de uso del refugio. Pero admiti¨® la necesidad de mejorar el acceso a ¨¦l de las toxic¨®manas, 'porque lo utilizan menos de lo esperado'.

Unos 5.000 drogodependientes acuden cada d¨ªa a Las Barranquillas a comprar droga, seg¨²n fuentes policiales. Casi todos llegan, adquieren su dosis, la consumen all¨ª mismo y abandonan el poblado. Pero hay m¨¢s de un centenar de toxic¨®manos, la mayor¨ªa hombres pero tambi¨¦n algunas mujeres, que malviven en el asentamiento, muchos como machacas (sirvientes-esclavos) de los traficantes. Este albergue es para ellos.

'Algunas de las toxic¨®manas sin hogar que malviven en Las Barranquillas no acceden al albergue porque est¨¢n metidas en redes de prostituci¨®n y es justo por la noche cuando desarrollan esa actividad', argument¨® Ech¨¢niz para explicar la escasa afluencia de mujeres al refugio. 'Hay otras que no se atreven a acercarse hasta ese cobijo desde otros puntos del poblado por temor a sufrir agresiones en el trayecto', apostill¨® el consejero, quien a?adi¨® que est¨¢ buscando soluciones.

Fuentes de Sanidad precisan que hay conversaciones con el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa para que los agentes que patrullan por este poblado marginal vigilen m¨¢s el camino que llega al albergue, situado a m¨¢s de medio kil¨®metro de la zona donde se concentra el trapicheo de drogas. Esperan que as¨ª sean m¨¢s las toxic¨®manas que recurran a este servicio.

Ech¨¢niz cree que el uso del albergue se ir¨¢ incrementando a medida que se conozca mejor entre los drogodependientes que frecuentan Las Barranquillas. 'Es un dispositivo que acaba de arrancar y hay que darle tiempo', matiza. El cobijo tiene 54 camas y otras 10 de emergencia que se podr¨ªan montar en caso de necesidad. Est¨¢ instalado en una antigua vaquer¨ªa que alberga tambi¨¦n un centro de emergencia para toxic¨®manos -que abri¨®, como el refugio, el 1 de diciembre de 2001- y la sala de venopunci¨®n (narcosala), que funciona desde hace dos a?os.

Los profesionales que trabajan en este albergue saben que algunos toxic¨®manos no se deciden a dormir en ¨¦l porque se sienten incapaces de estar toda la noche sin consumir droga (su uso est¨¢ prohibido en el recinto). El refugio cierra a las 23.00 y, si alguien lo abandona de madrugada, no puede volver a entrar. 'Por eso hay quienes prefieren dormitar en las sillas del centro de emergencia, ya que de ¨¦l se puede entrar y salir cuando se quiera', explican estos t¨¦cnicos.

En el centro de emergencia, abierto d¨ªa y noche, los toxic¨®manos pueden ducharse, lavar la ropa, desayunar, comer y cenar y recibir atenci¨®n social y sanitaria. Es, seg¨²n palabras de Ech¨¢niz, 'lo m¨¢s parecido a un hogar que han tenido algunos drogodependientes de Las Barranquillas en mucho tiempo'. Por ¨¦l han pasado, en tres meses, 890 adictos (296 nuevos al mes). Casi la mitad ha requerido asistencia m¨¦dica por traumatismos, problemas respiratorios, dermatol¨®gicos y bucales.

53 sobredosis

En tres meses se han atendido 53 casos de sobredosis, la mayor¨ªa por opi¨¢ceos, y se ha derivado a 23 personas a planes de desintoxicaci¨®n. El perfil del usuario es el de un var¨®n de 35 a 40 a?os, consumidor sobre todo de hero¨ªna por v¨ªa intravenosa.Cada d¨ªa acuden al centro a ducharse 41 drogodependientes, y se dan unos 84 desayunos, 34 almuerzos y 85 cenas. Asimismo, desde diciembre se han entregado 5.596 jeringuillas.

Todo este complejo formado por el albergue, el centro de emergencia y la narcosala est¨¢ atendido por 75 profesionales (sanitarios, trabajadores sociales, educadores, vigilantes...) pertenecientes a dos empresas contratadas por la Agencia Antidroga de la Comunidad. Trama gestiona el albergue y el centro de emergencia, que cuestan 1,72 millones de euros al a?o a las arcas regionales; y el Centro de Orientaci¨®n, Consultas y Apoyo Social (COCAS) se ocupa de la narcosala (1,34 millones anuales).

En la sala de venopunci¨®n, los toxic¨®manos, adem¨¢s de recibir apoyo social y sanitario, disponen de 10 cabinas donde inyectarse drogas bajo control m¨¦dico. El personal de la narcosala les facilita jeringuillas, agua destilada y toallitas, adem¨¢s de vigilar para que no se inyecten en el cuello o en los genitales.