Un polic¨ªa diferente
Destituido un jefe de Scotland Yard por ser homosexual y tolerar el cannabis
?Por qu¨¦ el Daily Mail odia a Brian Paddick, un comandante de Scotland de 43 a?os que ha logrado rebajar las cifras de criminalidad del londinense barrio de Brixton? Porque adem¨¢s de brillante y eficaz polic¨ªa, el comandante Paddick es homosexual (peor: presume de ello), defiende la tolerancia ante el cannabis y hasta se ha permitido flirtear con el anarquismo en Internet. Demasiadas transgresiones para el m¨¢s reaccionario de los tabloides brit¨¢nicos, que ha logrado que el d¨ªscolo polic¨ªa haya sido trasladado a un oscuro despacho de la sede central de Scotland Yard mientras se investiga si ha quebrantado las normas. Permitir fumar cannabis en su casa al que durante cinco a?os fue su amante puede acabar con la carrera de un polic¨ªa diferente.
Brian Paddick considera que est¨¢ en el centro de una guerra entre liberales y conservadores
Paddick, graduado en Oxford, es un hombre con tanta confianza en s¨ª mismo que raya en la altaner¨ªa, dicen de ¨¦l. 'Explicarle a mi mujer que soy homosexual ha sido el momento m¨¢s dif¨ªcil de mi vida', admiti¨® un d¨ªa ante sus superiores. Tras ser un hombre casado entre los 24 y los 29 a?os, decidi¨® emprender una vida m¨¢s cercana a sus verdaderos sentimientos, que con el tiempo ha hecho p¨²blicos.
La investigaci¨®n abierta contra el comandante Brian Paddick se basa en una entrevista publicada por el Mail on Sunday, la edici¨®n dominical del Daily Mail, con el que durante cinco a?os fue el compa?ero de Paddick. James Renolleau, un franc¨¦s de 36 a?os que fue modelo y se ganaba la vida como taquillero y gu¨ªa de la abad¨ªa de Westminster, afirma que cuando viv¨ªa en el apartamento de Brian en el centro de Londres comparti¨® m¨¢s de 100 canutos con ¨¦ste, al que retrata como un promiscuo que disfruta haciendo sexo en lugares p¨²blicos, lo mismo en un tren que en la playa de Brighton. Renolleau ha cobrado 100.000 libras (161.400 euros) por la entrevista. Pagar por unas declaraciones jugosas es una vieja costumbre de los tabloides, que rara vez pierden el tiempo comprobando la veracidad de las palabras que compran. Los adolescentes que hace unas semanas denunciaron en la prensa los acosos sexuales de su maestra recibieron tambi¨¦n buen dinero y el juez absolvi¨® a la acusada.
Pero esta guerra informativa va m¨¢s all¨¢ de la compra de exclusivas ciertas o falsas. Mientras para los diarios conservadores se trata de esclarecer si Paddick ha incumplido la ley y debe ser separado definitivamente de su cargo como jefe de la Polic¨ªa Metropolitana en el distrito de Lambeth, al sur de Londres, la prensa liberal denuncia una caza de brujas y se hace amplio eco de la versi¨®n del polic¨ªa, que asegura que es v¨ªctima de la homofobia y de una guerra interna entre mandos liberales y conservadores.
Y es que Brian Paddick no s¨®lo despunta por ser el m¨¢s alto oficial de polic¨ªa del reino que se ha declarado p¨²blicamente homosexual. Adem¨¢s, tiene ideas propias y ha puesto en marcha una novedosa experiencia para mejorar el rendimiento de la polic¨ªa en la zona bajo su mando, y en especial en el conflictivo barrio de Brixton. Harto de ver a agentes parando en las esquinas a los j¨®venes negros que fumaban chocolate en la calle, Paddick decidi¨® que los fumadores ser¨ªan simplemente advertidos pero no se abrir¨ªa ninguna diligencia contra ellos. Su objetivo era doble: mejorar las tensas relaciones entre los j¨®venes y la polic¨ªa y ahorrar a esta miles de horas perdidas en tareas burocr¨¢ticas.
Un enfoque demasiado liberal para el Mail y los sectores m¨¢s conservadores de la polic¨ªa. Una pol¨ªtica pragm¨¢tica y eficaz, seg¨²n los medios liberales. The Independent aseguraba ayer que desde que el comandante Paddick puso en marcha sus ideas la polic¨ªa de Lambeth ha ahorrado 2.500 horas en tareas burocr¨¢ticas, lo que ha permitido concentrar esfuerzos en la detecci¨®n de traficantes de drogas duras en lugar de fumadores de porros. Consecuencia: las detenciones por drogas duras han aumentado un 35%, los asaltos callejeros han ca¨ªdo de 30 diarios a tan s¨®lo 17 y los desvalijamientos de pisos se han reducido un 8%.
Los altos mandos de Scotland Yard se esfuerzan por elogiar el trabajo de Paddick y espantar cualquier asomo de persecuci¨®n hom¨®foba. Pero la gente de Brixton denuncia una campa?a contra su polic¨ªa preferido. 'Necesitamos m¨¢s Brian Paddicks en la polic¨ªa', clama el inspector jefe David Michael, de la Asociaci¨®n de Polic¨ªas Negros. 'Tiene una visi¨®n de conjunto. Nadie ha hecho lo que ha hecho ¨¦l. Si hace falta, saldr¨¦ a protestar', asegura Nigel Foster, jefe de seguridad de un supermercado de Brixton.
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