Combatir la sobriedad a pedradas

Barbra Streisand dijo que es t¨ªmido -'siempre es interesante y siempre est¨¢ interesado'-, y que en ¨¦l se resume 'el esp¨ªritu americano'. 'Es un intelectual, un hombre, un vaquero', a?adi¨®. ?l sali¨® y le dio un beso en los morros. Robert Redford -que se pasea con las manos en los bolsillos con una clase dif¨ªcil de imitar- recib¨ªa de su compa?era de reparto en Tal como ¨¦ramos el Oscar honor¨ªfico a su carrera. Habl¨® de libertad, de la necesidad de defender la diversidad de creadores en una industria 's¨®lida' como la de Hollywood y reconoci¨®, con una buena dosis de coqueter¨ªa, que s¨ª, que ¨¦l es un hombre muy t¨ªmido.

Redford lleg¨® a la gala acompa?ado de su actual mujer. Se pasearon por la alfombra roja -frambuesa, seg¨²n matizaron los organizadores de la gala- cari?osamente de la mano. De la mano fueron tambi¨¦n Jon Voight y Nastasha Kinski; Will Smith y su mujer; Uma Thurman y el padre de sus dos hijos, Ethan Hawke; Sting ('voy de Gaultier, Prada, Calvin Klein y Donna Karan') y su mujer ('yo s¨®lo de Gaultier'); Paul McCartney y su novia; Kate Winslet y su actual pareja, el director de American Beauty, Sam Mendes; y el matem¨¢tico John Forbes Nash, que, aturdido, se perd¨ªa cada dos pasos de su compa?era Alicia Larde. Jennifer L¨®pez y su marido, Ryan Phillippe, pasearon tambi¨¦n su felicidad conyugal y la reina latina -probablemente cegada por el amor- se super¨® a s¨ª misma con cardado a lo Mars Attack que entrar¨¢ en la galer¨ªa de los horrorres de esta 74? edici¨®n de los Oscar. Afortunadamente, Cameron D¨ªaz, Naomi Watts, Julia Roberts y Glenn Close estuvieron entre las m¨¢s guapas.

Collar de diamantes

Sissy Spacek -discreta y elegante- entr¨® con sus dos hijas; como lo hizo Sidney Poitier. Nicole Kidman luci¨® un vestido de Chanel y un collar de diamantes y oro blanco de Bulgari. Si se quer¨ªa combatir la sobriedad a pedradas, entonces nadie le hizo sombra a la actriz de Mulholland Drive Laura Helena Harring. La actriz luci¨® un collar de diamantes valorado en 27 millones de d¨®lares. Acompa?ada por tres guardaespaldas que custodiaban la joyita, la actriz mexicana -vestida de Armani- era la secreta cenicienta a la que pertenec¨ªan tambi¨¦n los zapatos de diamantes de Stuart Weitzman que tanto revuelo hab¨ªan marcado en los d¨ªas previos a la gala. Ante la sobredosis de piedras, la 74? edici¨®n de los Oscar se recordar¨¢ como una de las menos elegantes de los ¨²ltimos a?os.