Nanterre
Que richard Durn era un perturbado parece quedar claro en las cartas que dej¨® en su domicilio antes de dirigirse el martes a la alcald¨ªa de Nanterre y vaciar los cargadores de sus tres armas sobre decenas de inocentes. Ocho muertos y 15 heridos de bala. El pistolero -que ayer se arroj¨® desde un cuarto piso cuando estaba bajo custodia policial en Par¨ªs- , dejaba dicho que deb¨ªa pagar su locura y su marginaci¨®n social con la muerte. Su madre puntualiza que este obseso de las armas no quer¨ªa morir solo, que necesitaba la notoriedad para su ¨²ltimo viaje.
La matanza ha dejado estupefacto a un pa¨ªs que cre¨ªa que esas cosas pertenec¨ªan casi exclusivamente al acervo cultural de Estados Unidos, para¨ªso del perdedor y la permisividad armada. Los franceses comienzan a enterarse de que tambi¨¦n en el hex¨¢gono, y pese a su legislaci¨®n restrictiva, hay un m¨¢s que notable descontrol sobre la venta y uso de armas de fuego. Durn, un mis¨¢ntropo desempleado de 33 a?os que viv¨ªa con su madre, ten¨ªa un peque?o arsenal con sus correspondientes permisos, pese a dos intentos de suicidio y haber sido tratado por depresi¨®n cr¨®nica. Las autoridades tendr¨¢n que explicar c¨®mo obtuvo licencia de armas en 1997 y por qu¨¦ ¨¦stas no le fueron retiradas tres a?os m¨¢s tarde, como es preceptivo cuando se deja de renovar la autorizaci¨®n. No son las ¨²nicas aclaraciones que deber¨¢n hacerse. Una m¨¢s concierne al hecho de que el autor de una atrocidad semejante pueda arrojarse al d¨ªa siguiente por una ventana, mientras permanece, se supone que estrechamente vigilado, en la sede de la polic¨ªa judicial.
M¨¢s alla de sus interrogantes, la matanza de Nanterre ha irrumpido como un hurac¨¢n en una campa?a presidencial sensibilizada por el aumento en Francia de los delitos violentos. Chirac y Jospin, que corrieron separadamente de madrugada al escenario sangriento, ya se han cruzado los primeros improperios electorales. Y el Gobierno socialista, que para el 72% de los ciudadanos no combate suficientemente la inseguridad, anunciaba ayer, cur¨¢ndose en salud ante los pr¨®ximos comicios, que no habr¨¢ resquicios en el control de las armas de fuego en la nueva ley aprobada tras el 11 de septiembre, ahora en consulta en el Consejo de Estado.
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