La pol¨ªtica mediterr¨¢nea de la UE pasa examen en Valencia

La presidencia espa?ola de turno de la Uni¨®n Europea apost¨® en 1995 por impulsar la cooperaci¨®n con los pa¨ªses ribere?os del Mediterr¨¢neo para fomentar su desarrollo econ¨®mico y promover los valores democr¨¢ticos en una zona que alberga un enorme potencial de conflicto. Seis a?os despu¨¦s, el denominado proceso de Barcelona parece estancado. Los pa¨ªses ribere?os han acumulado una serie de declaraciones gen¨¦ricas de buenas intenciones, pero poco m¨¢s. Y la UE se ha replegado sobre s¨ª misma y sus propias diferencias antes que impulsar una aut¨¦ntica pol¨ªtica com¨²n hacia el Mediterr¨¢neo. Pere Esteve, el eurodiputado catal¨¢n responsable del informe del Parlamento Europeo sobre la inminente cumbre de ministros mediterr¨¢neos que albergar¨¢ la capital valenciana dentro de dos semanas, afirmaba el martes en Valencia que la pol¨ªtica mediterr¨¢nea de la UE simplemente 'no existe'.

La Comisi¨®n Europea, que preside el italiano Romano Prodi, y el Gobierno espa?ol, presidente de turno de la UE, apostaron por rescatar la mirada hacia la vertiente sur del Mediterr¨¢neo y propusieron la creaci¨®n de una filial del Banco Europeo de Inversiones con vocaci¨®n netamente mediterr¨¢nea. Los ministros de Econom¨ªa de los 15 rechazaron en la reciente cumbre de Barcelona la posibilidad de crear una entidad nueva, apenas aprobaron una l¨ªnea de cr¨¦dito para retomar el debate el a?o que viene.

El PP sugiere que la procedencia del dinero es lo de menos y que lo importante es la cuant¨ªa de la inversi¨®n. Pero la propuesta aprobada por el Parlamento Europeo a iniciativa de Pere Esteve es mucho m¨¢s ambiciosa.

El propio Esteve explicaba, en un encuentro con periodistas valencianos, que el Banco Mediterr¨¢neo deber¨ªa acoger a los pa¨ªses ribere?os como 'copart¨ªcipes'. La entidad s¨®lo tendr¨¢ ¨¦xito si la UE logra implicar tambi¨¦n al capital magreb¨ª, por ejemplo, en el desarrollo del Magreb.

El plan de acci¨®n para el Mediterr¨¢neo que propone el Parlamento Europeo es muy ambicioso. Incluye el respeto hacia la mujer, el impulso de una 'cl¨¢usula democr¨¢tica' que deben asumir todos los pa¨ªses ribere?os para beneficiarse de las ayudas europeas y apuesta por afrontar desde el di¨¢logo la resoluci¨®n del conflicto palestino-israel¨ª.

La situaci¨®n de la mujer en varios pa¨ªses ¨¢rabes es complicada. La calidad de la democracia de los pa¨ªses ribere?os del sur no resiste comparaci¨®n con los indicadores europeos. S¨®lo Egipto o Marruecos, al margen de Israel, muestran t¨ªmidos avances hacia una organizaci¨®n democr¨¢tica homologable con los pa¨ªses de la UE.

Pero la losa m¨¢s pesada que planea sobre la cumbre de ministros del Mediterr¨¢neo es, sin duda, el conflicto entre Israel y Palestina. Israel, el pueblo fuerte, es aliado directo en la zona de Estados Unidos, el ¨²nico imperio realemente fuerte. La UE, el imperio d¨¦bil, se alinea t¨ªmidamente del lado palestino, el pueblo d¨¦bil. Pere Esteve sugiere que la UE debe decantarse claramente por el lado d¨¦bil para forzar la posici¨®n de Estados Unidos y subrayar la defensa de valores de una calidad superior a los meros intereses econ¨®micos.

El viaje de Josep Piqu¨¦, ministro espa?ol de Exteriores, y Javier Solana, representante de la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE, viajaron esta semana a la zona del conflicto. No fueron recibidos por el primer minsitro israel¨ª, Ariel Sharon, ni se les permiti¨® reunirse con Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina. Visiblemente molesto, Piqu¨¦ coment¨® cuando volvi¨® a Espa?a que la paz en la zona no es posible si la mediaci¨®n internacional se restringe a los embajadores estadounidenses.

La remota posibilidad de que Arafat pueda acudir a la reuni¨®n convertir¨ªa el foro en un ¨¦xito. Israel confirm¨® en su d¨ªa la presencia de un representante de rango ministerial.

Con el conflicto en Oriente Pr¨®ximo en primer plano, es dudoso que se puedan alcanzar grandes acuerdos conjuntos. La posibilidad de consenso se complica a¨²n m¨¢s ante el dif¨ªcil momento que atraviesan las relaciones entre Espa?a y Marruecos. Los marroqu¨ªes siempre han ejercido como puente entre la UE y los pa¨ªses m¨¢s severos de la zona.

El car¨¢cter estatal de la reuni¨®n sit¨²a en un segundo lugar al anfitri¨®n, Eduardo Zaplana. Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Catalunya, ni siquiera fue invitado a participar en los actos de la reciente cumbre de la UE en Barcelona. S¨ª parece garantizado el ruido de fondo de los movimientos antiglobalizaci¨®n, que siguen al mil¨ªmetro la agenda de los foros internacionales.