La lucha contra el narcotr¨¢fico 'a la peruana'
El pa¨ªs andino potencia el cultivo de aceite de palma y de algod¨®n para combatir a la coca, en vez de arrasar las plantaciones
El a?o 2008 es la fecha l¨ªmite establecida por las Naciones Unidas para eliminar todos los cultivos de coca y opio del planeta, en lo que se ha dado en llamar la opci¨®n cero, basada en la combinaci¨®n de represi¨®n y desarrollo alternativo, tambi¨¦n conocida como el palo y la zanahoria.
Anteriores plazos fijados por la ONU fueron incumplidos, en una clara demostraci¨®n de las enormes dificultades para reducir la producci¨®n y tr¨¢fico de drogas. A seis a?os vista, el objetivo es a todas luces inalcanzable. Los grandes productores de coca -Colombia, Bolivia y Per¨²- y de opio -Birmania- siguen abasteciendo el mercado de drogas, al que puede reincorporarse r¨¢pidamente, tras la ca¨ªda del r¨¦gimen talib¨¢n, un antiguo productor de opio como Afganist¨¢n.
Un ex productor de coca: 'Est¨¢ cambiando la situaci¨®n pero necesitamos ayuda'
En su reciente visita a Per¨², el presidente George W. Bush sorprendi¨® al auditorio al se?alar que la lucha contra el narcotr¨¢fico requiere tambi¨¦n frenar la demanda. No es habitual que un presidente del pa¨ªs que es el mayor consumidor de coca¨ªna del mundo reconozca esta evidencia.
El aparente cambio de actitud de Washington ha sido la comidilla estos d¨ªas en Per¨², uno de los principales productores de coca. 'Mientras haya demanda habr¨¢ oferta. El mundo habla ahora de corresponsabilidad con m¨¢s sinceridad que antes', estima el zar antidrogas peruano, Ricardo Vega Llona.
En la batalla contra el narcotr¨¢fico el palo suele imponerse a la zanahoria, tal y como ha sucedido en la regi¨®n andina. En Bolivia, el ex presidente Hugo B¨¢nzer anunci¨® un ambicioso plan bajo el lema '?Con dignidad!', que pretende eliminar la coca y la coca¨ªna en cinco a?os.
Desde 1983, las autoridades bolivianas han invertido m¨¢s de 180 millones de d¨®lares en distintos programas de sustituci¨®n de cultivos y de desarrollo alternativo en la regi¨®n del Chapare, que no han servido para reducir la producci¨®n de coca. El general y ex dictador, al borde de la muerte, pas¨® a la acci¨®n en su mandato p¨®stumo e inici¨® una campa?a de erradicaci¨®n a gran escala con el apoyo del Ej¨¦rcito, que ha reprimido a sangre y fuego las revueltas de los agricultores cocaleros.
El otro plan de la regi¨®n andina, el Plan Colombia, se propone reducir la producci¨®n de coca y coca¨ªna a la mitad en los pr¨®ximos seis a?os, con el controvertido apoyo, por parte de Estados Unidos, de 1.300 millones de d¨®lares (cerca de 1.485 millones de euros y unos 247.000 millones de pesetas), dedicados esencialmente a la esfera militar.
Durante el a?o pasado se llev¨® a cabo una intensa campa?a de fumigaci¨®n con herbicidas en el sur de Colombia, en la que se destruyeron diversos proyectos de desarrollo alternativo, lo que provoc¨® tensiones sociales con los agricultores de la regi¨®n.
Frente a los fracasos en Bolivia y Colombia, Per¨² ha sido presentado durante cierto tiempo como ejemplo del ¨¦xito de la lucha contra el tr¨¢fico de drogas en la regi¨®n andina. Aparentemente, las cifras acompa?aban: de 130.000 hect¨¢reas de hoja de coca en 1992 se hab¨ªa pasado a 49.260 hect¨¢reas en 2001.
Washington aplaudi¨® al ex presidente Alberto Fujimori por su actuaci¨®n contra el narcotr¨¢fico y la CIA estaba orgullosa de tener entre sus agentes a Vladimiro Montesinos, ex jefe de la inteligencia peruana, quien result¨® ser el mayor corrupto de Am¨¦rica Latina. Cuando aquel supuesto ¨¦xito, pudo comprobarse que las cifras eran enga?osas.
Erradicar no es la soluci¨®n
'Ha disminuido el cultivo de coca, pero ha aumentado la producci¨®n de coca¨ªna', explica Patricio Vandenberghe, representante en Per¨² del Programa de las Naciones Unidas para el Control del Tr¨¢fico de Drogas. 'Lo m¨¢s preocupante es que ha aumentado el rendimiento por hect¨¢rea, como en la zona de Apur¨ªmac, donde la producci¨®n llega hasta las dos toneladas por hect¨¢rea, cuando en el cultivo tradicional de coca es de 400 a 800 kilos por hect¨¢rea', apunta. 'Erradicar no es una soluci¨®n, porque deja a los campesinos sin medio de sustento y les obliga a emigrar a la ciudad. No estamos construyendo nada. El objetivo del programa de Naciones Unidas es construir algo que permita que no haya que recurrir a la coca', insiste Vandenberghe.
Los actuales responsables de la lucha contra el narcotr¨¢fico en Per¨² rechazan la pol¨ªtica de coca cero que se ha impulsado en Bolivia y Colombia. Hugo Cabieses, asesor del zar antidrogas, aporta los datos siguientes para ilustrar 'el fracaso' de dicha pol¨ªtica: 'En los a?os 1991-1992 hab¨ªa en los tres pa¨ªses andinos 210.000 hect¨¢reas de coca. Entre 1992 y 2001 se han erradicado 300.000 hect¨¢reas, de manera manual en Per¨², forzosa en Bolivia y por fumigaci¨®n en Colombia. Y sin embargo, en el a?o 2001 hay 230.000 hect¨¢reas'.
La nueva pol¨ªtica propuesta desde Contradrogas, el ente que dirige el zar Vega Llona, trata de explicar que el problema de la producci¨®n de coca no es agr¨ªcola, sino que es un problema de una econom¨ªa y cultura basada en la monoproducci¨®n de coca. No en vano da tres cosechas al a?o y una rentabilidad como ning¨²n otro cultivo. Por tanto, hay que sustituir esta econom¨ªa y cultura por otra econom¨ªa basada en productos y actividades l¨ªcitos, respetando la coca para el consumo tradicional y para posibles fines terap¨¦uticos.
'No se trata de uno o dos cultivos, sino de una canasta de 14 o 15 cultivos y actividades econ¨®micas que deben impulsarse en estas zonas', se?ala Cabieses, que pone como ejemplos la posibilidad de producir palma aceitera en las zonas de selva alta -Per¨² es deficitario en aceites y grasas- y de ampliar la producci¨®n de algod¨®n. 'Per¨² no necesita donaciones para impulsar el desarrollo alternativo, sino apertura de mercados para el comercio para la palma aceitera, algod¨®n, ca?a para producir etanol, arroz, ma¨ªz, papaya, pi?a, pl¨¢tano...', enumera.
Para ello, Cabieses reclama que el Senado estadounidense d¨¦ luz verde a la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA) y necesita, seg¨²n c¨¢lculos del zar antidrogas, 1.125 millones de d¨®lares (1.237,5 millones de euros) para construir seis ejes de carreteras de la selva hacia la costa para que los productos puedan acceder al mercado nacional e internacional.
Edwin Villanueva, antiguo productor de coca, preside una cooperativa de 500 agricultores que han abandonado ese cultivo il¨ªcito por el algod¨®n. Desde el departamento de Ucayali ha viajado a Lima para pedirle al zar antidrogas apoyo financiero para combatir las plagas y enfermedades. Espera respuesta. 'Queremos demostrar al mundo que est¨¢ cambiando la situaci¨®n en Per¨², pero necesitamos ayuda'.
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