El Veleta se asoma a la Alpujarra

Para los amantes de la monta?a era un sue?o imposible pero se hizo. El pasado verano pas¨® a la historia el extra?o honor de tener en Sierra Nevada la carretera m¨¢s alta de Europa y se desmont¨® el asfalto que llegaba hasta el mismo Veleta. Desde entonces la Hoya del Portillo, situada a 2.150 metros de altitud, se ha convertido en el l¨ªmite hasta donde se puede acceder con veh¨ªculo privado para cruzar desde la cara sur, en la Alpujarra, a la norte de Sierra Nevada.

El ¨¢rea recreativa y punto de informaci¨®n ubicados en la Hoya del Portillo son punto de partida para los excursionistas y monta?eros que se atraven con los grandes recorridos y las altas cumbres. Pero, sobre todo, la Hoya del Portillo es la magn¨ªfica culminaci¨®n de un itinerario que parte del Barranco de Poqueira (una de las zonas con m¨¢s encanto de la Alpujarra granadina) y asciende poco a poco hasta una altura de Sierra Nevada donde los altos picos parecen estar al alcance de la mano. Es esa apariencia de proximidad a las grandes cumbres, un tanto irreal, la que proporciona a la Hoya el encanto del aislamiento, de la lejan¨ªa respecto al mundo civilizado y el aroma helado de serran¨ªa.

Desde este punto, con la mirada puesta al norte, el visitante se siente a pocos pasos del Mulhac¨¦n o el Veleta. Pero con s¨®lo girarse al sur, gran parte de la geograf¨ªa granadina y almeriense se convierte en un peque?o y a la vez impresionante mapa en relieve. Justo enfrente, como una barrera frente al mar, se levanta la Sierra de L¨²jar con el valle del Guadalfeo a sus pies. El r¨ªo surca el camino que se abre entre los macizos hasta llegar al Mediterr¨¢neo, cuya variedad de tonos en azul le permite distinguirse del cielo en el horizonte. Las inmediaciones de la Hoya del Portillo son una privilegiada balconada que domina el territorio que se extiende desde Sierra Nevada hasta el mar, e incluso ?frica, algunas de cuyas cordilleras se distinguen claramente en d¨ªas despejados.

El Barranco de Poqueira alberga uno de los conjuntos de pueblos m¨¢s t¨ªpicos de la Alpujarra por su arquitectura tradicional y sus estrechas y empedradas calles que se han conservado como hace siglos. La cal de los tres peque?os pueblos que se encuentran encajados en peque?os recodos de la monta?a salpica la ladera de pintorescas manchas blancas entre el verde de su vegetaci¨®n.

Pampaneira es el m¨¢s bajo de los tres pueblos y el primero que se encuentra al acceder al barranco. Una carretera une los tres municipios, pero un itinerario por el r¨ªo Poqueira tambi¨¦n lleva hasta Bubi¨®n y Capileira, la localidad que se encuentra a mayor altura (1.130 metros). Este es el fin de trayecto de miles de visitantes que cada a?o visitan esta pintoresca zona cuya poblaci¨®n vive principalmente del turismo. Pero la carretera, que luego se convierte en carril de tierra, contin¨²a hasta la Hoya del Portillo. El camino hasta all¨ª es un aut¨¦ntico deleite para la vista y los sentidos, aunque buena parte del a?o se encuentra nevado.

El ascenso es impaciente. En pocos kil¨®metros se pasa de la civilizaci¨®n al paisaje de alta monta?a. Entre encinas aut¨®ctonas y pinos de replantaci¨®n, que ahora el Parque Nacional se encarga de entresacar para dejar paso a otra vegetaci¨®n, el camino se llena de sorpresas. Los numerosos ¨¢rboles tapan las vistas que se descubren a la entrada de una curva o en unapendiente algo m¨¢s pronunciada. Pero nunca se pierden de vista las altas cumbres de Sierra Nevada que a veces parecen venirse encima. Desde este recorrido se distinguen con claridad el Tajo de los Machos, el Tajo de la Virgen y el Veleta, todos picos de 3.000 metros de altitud.

En esta ¨¦poca del a?o la nieve empieza a aparecer a los lados del camino y el paisaje de encinas se sustituye por vegetaci¨®n de alta monta?a. El lact¨®n o el majuelo se hacen compa?eros de viaje a partir de las zonas donde las condiciones medioambientales se hacen extremadamente duras. Estos ejemplos de vida vegetal de reducidas dimensiones contrastan con el bosque de casta?os y fresnos que se distingue en la parte baja del valle, junto al r¨ªo.

El camino que conduce hasta la Hoya del Portillo ofrece otras muchas posibilidades, pues sus antiguas acequias ¨¢rabes, la alta y la baja, marcan el itinerario hasta otras zonas elevadas de la Alpujarra.