Tambi¨¦n la sordera es optativa

Autobuseros

Las huelgas de a pie molestan al personal, que para eso se hacen, para que el usuario de lo que sea se entere de c¨®mo las pasan multitud de currantes verdaderos para llegar a fin de mes. Cuando la gran banca hace paradis¨ªacos malabarismos para incentivar a sus directivos, el autobusero que te lleva a Madrid, por un poner, percibe un estipendio de cien mil pelas por muchas horas de carretera, as¨ª que a¨²n es poco si se plantan para pedir el aumento de esos euros que la gente de post¨ªn se funde en lo que dura un whisky con hielo. Currantes tambi¨¦n los profesores asociados de universidad y su expectativa laboral no siempre despejada. Sesenta mil pelas al mes en euros y a dar las clases que el c¨¢tedro escaquea porque va a cien investigando o plagiando o visitando departamentos allende los mares, que m¨¢s dar¨¢. Y todav¨ªa pueden darse con un canto en los dientes hasta mellarse.

Las lesbianas sordas

Algo mellada de coco debe estar esa pareja de lesbianas norteamericanas que nada desean m¨¢s que una descendencia a la manera de la Virgen Mar¨ªa, porque como las ciencias es que avanzan una temeridad pueden proveerse del capricho sin conocer del var¨®n m¨¢s que su semen an¨®nimo, y bien que hacen. Pero es que adem¨¢s esa animosa pareja es sorda, y tambi¨¦n se ocupa de seleccionar un donante esperm¨¢tico o esperp¨¦ntico que carece de o¨ªdo desde cuatro generaciones atr¨¢s, y encima argumentan a su favor en el sentido de que la sordera no es una jodida discapacidad sino una manera peculiar y muy estimulante de vivir en el mundo y, por si no bastaba, parece que no es la primera vez que recurren a esa inquietante providencia. Tal vez el pene en la vagina es m¨¢s agradable que la c¨¢nula en afanes de procreaci¨®n, pero se requiere sin duda de la contundente fortaleza del orgullo gay -que no escasea- para introyectarse con artificio mec¨¢nico un futuro reto?o a condici¨®n de que est¨¦ m¨¢s sordo que una tapia.

Antenas compulsivas

No est¨¢ probado que los adictos al m¨®vil est¨¦n predestinados a una sordera inducida o a sufrir de hiperestimulaci¨®n sensorial en zonas delicadas de ambos hemisferios cerebrales (hora es de lamentar que el o¨ªdo se encuentre pegado a la cabeza, con lo f¨¢cil que lo tienen otros decisivos ¨®rganos), pero tampoco lo est¨¢ que las profusas antenas de telefon¨ªa de cobertura no da?en no se sabe bien qu¨¦ antros de nuestro organismo. Ante las verjas de Viveros hay una, esplendorosa, que cubre de una tacada, con sus ondas de efectos hasta ahora desconocidos, el instituto Benlliure, un par de centros de salud, el colegio p¨²blico Villar Palas¨ª y la Escuela de Artes y Oficios, adem¨¢s de la zona oeste de los alegres Jardines del Real. Todav¨ªa no se ha observado ninguna reacci¨®n adversa en La Rosaleda, pero tampoco hay que esperar a que los capullos manifiesten una conducta impropia para desactivar el artilugio bajo sospecha.

Veracidad de g¨¦nero

Hay algo m¨¢s odioso que los spots televisivos de autom¨®viles o de fragancias de esot¨¦rica eficacia, y es esa clase de entrevista fingida que tanto se da en la radio y seg¨²n la cual una chica pone voz de periodista neutral para hacerle al responsable de una cl¨ªnica dermoest¨¦tica esas preguntas que el hombre tanto deseaba escuchar para responder cabalmente, o bien esas otras -tal vez m¨¢s obscenas todav¨ªa- en las que alguien hace de reportero agresivo para interrogar a un supuesto tibur¨®n bancario sobre si es verdad que lo que m¨¢s conviene a sus ahorros es invertirlos precisamente en su negocio. Poco importar¨ªa determinar de d¨®nde viene esa perversi¨®n de un g¨¦nero tan digno como la entrevista, de no ser porque cada vez est¨¢ m¨¢s pr¨®xima a tantas otras que se hacen como si la cosa fuese, de verdad, en serio.

Cultura comunista

Conserva de su temprana militancia comunista en Madrid la memoria de los sermones de Alfonso Sastre -que siempre iban a misa- y un largo rosario de consejas. Era imprescindible no destacar en nada, no era conveniente leer a Sartre ni, mucho menos a Beckett, aut¨¦ntica basura peque?o burguesa. Queimada era una gran pel¨ªcula mientras que El Apartamento era una historieta reaccionaria. Para qu¨¦ narices quer¨ªas escuchar a Lou Reed o a los Rolling, con lo fascinantes que resultaban Raimon o Paco Ib¨¢?ez. Deb¨ªamos permanecer alerta y observar una conducta intachable para guiar al pueblo que m¨¢s pronto que tarde habr¨ªa de seguirnos. Cuidadito tambi¨¦n con los mariquitas porque estaban muy expuestos al chantaje policial... Aunque dio el callo como el que m¨¢s por una vida algo risue?a, le angustiaba la idea de tomar el poder en semejante compa?¨ªa. Menos mal que no hubo caso.