Cientos de presos del 11-S presentan una denuncia contra Ashcroft
Un grupo pro derechos civiles denunci¨® ayer ante los tribunales al fiscal del Estado (ministro de Justicia estadounidense), John Ashcroft, y al director del FBI, Robert Mueller, por la detenci¨®n de cientos de 'sospechosos' presuntamente relacionados con los atentados del 11 de septiembre y cuya identidad o culpabilidad no han sido esclarecidas en todos estos meses. Muchos de los m¨¢s de 300 presos, la mayor¨ªa de origen ¨¢rabe, han sido sometidos a malos tratos.
La denuncia, que fue presentada ayer en un tribunal de Brooklyn por el Centro por los Derechos Constitucionales, afirma que, en algunos casos, los detenidos fueron confinados 'en peque?as celdas sin ventanas durante m¨¢s de 23 horas al d¨ªa. (...) Muchos sufrieron abusos f¨ªsicos y verbales de los guardias'.
Poco despu¨¦s de los atentados, el Departamento de Justicia organiz¨® una redada entre las comunidades isl¨¢micas del pa¨ªs y detuvo a unas 1.200 personas, buscando posibles pistas sobre Al Qaeda. Seg¨²n los ¨²ltimos datos, 327 siguen encarcelados, acusados de violar las leyes de inmigraci¨®n, casos que normalmente terminan en una deportaci¨®n a las pocas semanas. Ninguno ha sido acusado de delitos o conexiones terroristas.
'No se explica por qu¨¦ siguen detenidos', dijo Barbara Olshansky, una de las abogadas de la oganizaci¨®n que ha presentado la denuncia. 'Queremos que el mundo sepa que tratamos a estudiantes y a turistas como a criminales. Los encarcelamos de forma arbitraria, como en los peores reg¨ªmenes totalitarios'.
Uno de estos casos es el de Osama Salem Basiuny, ciudadano egipcio, ex marido de una espa?ola, que fue detenido el pasado 20 de octubre cerca de Nueva York por entrar en EE UU con un pasaporte falso. Esperaba ser deportado a primeros de este a?o pero las autoridades, sin avisar previamente a su abogado, han decidido retenerlo, sin dar m¨¢s explicaciones. Lleva ya siete meses en prisi¨®n.
El Departamento de Justicia mantiene un mutismo absoluto sobre estos presos. Uno de sus responsables dijo a The Washington Post que las decisiones se tomaban, caso por caso, al m¨¢s alto nivel, sin especificar los criterios.
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