Djukic huye de los viejos fantasmas
El defensa vuelve a afrontar un encuentro decisivo entre los dos clubes, el Valencia y el Deportivo, de su vida
Miroslav Djukic no quiere remover los viejos fantasmas. Hay uno que le persigue desde la noche del 14 de mayo de 1994, en la que fall¨® un penalti contra el Valencia y priv¨® a su equipo de entonces, el Deportivo, del t¨ªtulo de la Liga. Material literario que Julio Llamazares convirti¨® en cuento. Por eso Djukic, el defensa serbio, ahora en el Valencia y que en julio cumplir¨¢ 36 a?os, ha pedido a la prensa que le deje tranquilo esta semana. Y, como es un tipo respetado, as¨ª ha sido. El antiguo conductor de excavadoras vuelve a cruzarse ma?ana en el camino de los dos grandes clubes de su vida en una cita decisiva.
'No caben los sentimientos', dijo el martes quien conserva colgadas en las paredes de su casa de Mas Camarena, a 15 kil¨®metros de Valencia, un pu?ado de fotos de su paso por el Depor. Tambi¨¦n conserva los viejos amigos, Fran y Mauro Silva. Con ellos se hizo grande como jugador a la vez que iba creciendo el Depor, al que lleg¨® cuando estaba en la Segunda Divisi¨®n, en 1990, y abandon¨® tras ser con ¨¦l campe¨®n de la Copa, en 1995, derrotando precisamente al Valencia, en el que recal¨® en 1997.
El serbio es el extranjero no nacionalizado con m¨¢s partidos jugados en la Liga: 392
Tres a?os antes de pisar Riazor, Djukic a¨²n conduc¨ªa una excavadora por Belgrado como complemento a su carrera futbol¨ªstica. Tal vez en esa ¨¦poca tan dura forj¨® una personalidad muy marcada, la de un jugador fr¨ªo y perfeccionista que repasa los v¨ªdeos de sus partidos con la minuciosidad del cirujano y que cuenta con una poderosa autoestima. Se siente superior a casi todos los delanteros y se recrea en ello a trav¨¦s de una notable t¨¦cnica y una famosa sangre fr¨ªa para sacar el bal¨®n jugado en las situaciones m¨¢s comprometidas.
Tambi¨¦n es un individualista practicante, poco dado a las cuchipandas de grupo m¨¢s all¨¢ de lo necesario. Prefiere dedicar todo su tiempo a su esposa y sus dos hijos. Y, si tiene que decir algo, lo dice muy claro: en sus cinco temporadas en el Valencia siempre puso el dedo en la llaga cuando, en determinados momentos, acus¨® al conjunto de actuar sin personalidad, como uno peque?o. Lo hizo independientemente de quien estuviese en el banquillo: Claudio Ranieri, H¨¦ctor C¨²per o Rafa Ben¨ªtez. Tampoco dud¨® en retirar la palabra a Ca?izares cuando ¨¦ste le recrimin¨® ostensiblemente un fallo en el estadio Bernab¨¦u hace dos cursos. Hoy siguen sin hablarse a pesar de que ya no hay un mal gesto entre ellos.
Eso s¨ª, esta vez har¨¢ caso a su mujer. Si ma?ana, en Mestalla, hay un penalti a favor del Valencia, no lo tirar¨¢, a no ser que se vea obligado por una cat¨¢strofe. Ya no lo hizo en la final de la Liga de Campeones, en Mil¨¢n, cuando el Valencia cay¨® ante el Bayern M¨²nich. En realidad, no ha vuelto a disparar un penalti desde aquella fat¨ªdica noche, todav¨ªa presente en su mente, por mucho que el martes tratara de alejarse de ella.
'Han cambiado los escenarios, los actores... Aquel equipo, el Depor, no estaba habituado a luchar por la Liga. El Valencia est¨¢ m¨¢s maduro, con gente m¨¢s experta', dice. Es cierto, han cambiado muchas cosas, empezando por ¨¦l mismo, mucho m¨¢s experimentado: una Copa con el Valencia, en 1999, y dos finales de la Champions perdidas consecutivamente marcan a cualquiera. En 1994, Djukic ten¨ªa 28 a?os. Ahora, cerca de los 36, se ha convertido en el extranjero no nacionalizado que m¨¢s partidos ha disputado en la Liga espa?ola (392), por delante del mexicano Hugo S¨¢nchez.
Djukic hace m¨¦ritos para seguir sumando. Para Ben¨ªtez, ha sido el suplente perfecto. Siempre que jug¨® -30 encuentros entre la Liga, la Copa de la UEFA y la Copa- lo hizo con solvencia. Nunca le falt¨® ritmo. El Valencia no quer¨ªa renovar su contrato porque pretende rejuvenecer su zaga. Adem¨¢s, cuenta con buenos centrales de sobra: Ayala, Pellegrino, Marchena y el prometedor Navarro. Finalmente, sin embargo, ha tenido que rendirse a la evidencia: Djukic repasa sus v¨ªdeos y sigue vi¨¦ndose superior a casi todos sus rivales. As¨ª que, mientras tanto, seguir¨¢ al menos un a?o m¨¢s en Mestalla impartiendo su magisterio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.