Un equilibrio dif¨ªcil
El 'hip-hop', un movimiento que defiende su dosis de marginalidad, gana adeptos en las calles de SevillaEl 'hip-hop', un movimiento que defiende su dosis de marginalidad, gana adeptos en las calles de Sevilla
Un bailar¨ªn de hip-hop puede mantener una figura apenas unos segundos. Lo suyo es una lecci¨®n de equilibrio tan dif¨ªcil como la que persigue este movimiento que naci¨® a finales de los a?os setenta en las calles de los suburbios neoyorquinos. Sus protagonistas defienden el car¨¢cter 'marginal' de este modo de expresi¨®n que engloba el rap, los graffitis y la danza pero, a la vez, quieren que la sociedad les haga un hueco.
El resurgimiento de esta corriente en Espa?a, protagonizada por chavales muy j¨®venes e inconformistas, tiene en Sevilla una de sus plazas m¨¢s fuertes. Apoyado tan s¨®lo con la palma de una mano, una mejilla casi contra el suelo y el resto del cuerpo haciendo el pino, pero con inclinaci¨®n, Daniel L¨®pez mantiene el equilibrio unos segundos. Este b-boy (bailar¨ªn en su argot) forma parte de una tribu urbana que cada d¨ªa gana en adeptos. Daniel, que tiene 20 a?os y es de Gines (Sevilla), est¨¢ seguro de que muchos de los que practican 'el deporte del botell¨®n los fines de semana se pasar¨ªan al break-dance si lo conocieran'.
'La gente tiene que liberarse de sus prejuicios. Nosotros somos j¨®venes sanos, gimnastas, que nos reunimos para bailar. Es m¨¢s divertido y mejor que beber en la calle', comenta Salvador Gonz¨¢lez, sevillano de 22 a?os y uno de los break-dancers m¨¢s experimentados de Andaluc¨ªa. 'Si al hip-hop le quitamos la marginalidad, es como si hici¨¦ramos una bola de papel con todo y la tir¨¢ramos. Pero, por otra parte, las posibilidades profesionales del movimiento est¨¢n creciendo muy r¨¢pido', asegura Salvador, que comenz¨® a bailar y hacer graffitis en su barrio, Parque Amate, cuando ten¨ªa 13 a?os y ahora forma parte del grupo de break-dance Geom¨¦tricos.
Fernando Lima, actor y bailar¨ªn brasile?o afincado en Sevilla, se dio cuenta hace dos a?os del gran potencial creativo de estos j¨®venes y los invit¨® a colaborar con su compa?¨ªa de danza contempor¨¢nea El Punto. El encuentro ha sido fruct¨ªfero y cuatro de los miembros de Geom¨¦tricos se han paseado por los festivales de danza m¨¢s importantes del pa¨ªs, como los de Madrid, Santiago de Compostela o Las Palmas, y han presentado sus ¨²ltimas coreograf¨ªas Jaula de grillos y Otra metamorfosis hasta en el festival internacional de Lisboa. Mario Lobo, de 22 a?os, y Alejandro Ramos Poyo, de 19 a?os, ambos de Gines forman tambi¨¦n parte de Geom¨¦tricos.
Los seguidores del hip-hop tienen una nomenclatura tan amplia que el ne¨®fito se pierde. Por ejemplo, a algunos le molesta el t¨¦rmino rapero, que se emplea habitualmente para los cantantes; en su lugar dicen m-c's (maestros de ceremonias) cuando se refieren a m¨²sicos o pincha discos. A los artistas pl¨¢sticos les gusta definirse como escritores de graffitis y los bailarines se llaman b-boy (break-boy).
En soportales
El salto al panorama nacional de La Mala Rodr¨ªguez, una cantante de hip-hop que sol¨ªa 'rimar' en la Alameda de H¨¦rcules, hace poco m¨¢s de dos a?os, ha servido de inyecci¨®n de moral a los hip-hoperos andaluces. La Mala ha abierto el camino a otros m-c's como El Ni?o Cara Jaula, que ya ha grabado su primer disco este a?o. Pero, mientras que la m¨²sica se consolida y los graffitis encuentran vallas y muros cedidos por los ayuntamientos; la danza, salvo el caso de Geom¨¦tricos, va a la zaga.
'Nos reunimos en los soportales, plazas o en la calle. Tenemos que cambiar porque nos van echando de los sitios. Hemos pasado por Plaza Nueva, el apeadero de San Bernardo o Plaza de Armas y ahora estamos en los soportales del edificio de Catalana de Occidente. Nos echan porque los m¨¢s peque?os hacen alguna travesura y la l¨ªan. Si la gente ve graffitis en sitios donde est¨¢ prohibido nos culpan a nosotros', a?ade Salvador Gonz¨¢lez.
Los muros del arte
Paco Guerrero, sevillano de 21 a?os de edad, es uno de los escritores de graffiti m¨¢s activos en la ciudad. Ten¨ªa 17 a?os cuando se encontr¨® con las manos llenas de los botes de pintura que hab¨ªan sobrado en una jornada de pintadas que se organiz¨® en la barriada de San Pablo. Sin pensarlo dos veces, decidi¨® estrenarlos con una 'pieza' (as¨ª llaman a sus obras) con el nombre de su novia. El artista est¨¢ interesado en lo que pasa en los muros de todo el mundo as¨ª que hace seis meses utiliz¨® el gran escaparate que es Internet para crear una p¨¢gina web (www.elmuroh.es.vg) en la que se pueden ver unas 1.500 fotograf¨ªas de este arte callejero. El hip hop es un entretenimiento gratuito que surgi¨® en los barrios marginales de Nueva York a principios de los a?os ochenta. A Espa?a lleg¨® a mediados de esa d¨¦cada, languideci¨® y ahora ha renacido con fuerza. El arte est¨¢ en la calle.
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