Ofensiva para que se legalice la caza con liga, a la que se oponen los ecologistas
El m¨¦todo est¨¢ prohibido en la legislaci¨®n catalana, espa?ola y europea
M¨¢s de 800 barracas de caza con liga pueblan los campos de las tierras del Ebro. Pese a tratarse de una pr¨¢ctica prohibida por las legislaciones catalana, espa?ola y europea, sus practicantes, bajo la reci¨¦n constituida Associaci¨® Cineg¨¨tica Barraquers de Catalunya, han abierto una ofensiva pol¨ªtica y jur¨ªdica que pretenden llevar hasta el Parlament con el objetivo de legalizarla. Grupos ecologistas se oponen frontalmente a esta legalizaci¨®n.
Camufladas en el interior de olivos, algarrobos o conjuntos de ¨¢rboles adosados con formas sugerentes para sus presas, se distribuye toda una serie de varitas untadas con la liga, una sustancia extremadamente adherente. Los p¨¢jaros acuden all¨ª atra¨ªdos por el reclamo artificial proferido por los cazadores y, una vez se posan, ya no tienen escapatoria. En s¨ªntesis, este es el funcionamiento del m¨¦todo tradicional de la caza en barraca, muy extendido en el sur de Catalu?a y, mayormente, en la Comunidad Valenciana, donde su pr¨¢ctica esta autorizada.
Los ecologistas ganaron el pulso a la Generalitat ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a el a?o 1992 y desde entonces, sobre el papel, est¨¢ prohibida esta caza por tratarse de un sistema no selectivo. Ello no evita que cada a?o las denuncias por su pr¨¢ctica se acerquen a 200, seg¨²n los propios cazadores, que se han propuesto conseguir la legalizaci¨®n ante lo que consideran una 'persecuci¨®n'.
Con este objetivo, han remitido informaci¨®n sobre esta modalidad de caza a todos los partidos catalanes y cuentan ya con el apoyo expl¨ªcito del Partido Popular, que esta misma semana pidi¨® la comparecencia en el Parlament de miembros de la asociaci¨®n. Tanto los cazadores como sus apoyos pol¨ªticos se aferran a la 'tradici¨®n' hereditaria y a la 'se?a de identidad' como principales argumentos. 'Estamos orgullosos de ser barraqueros. Debemos hacer entender a quien sea que los primeros interesados en que haya caza somos nosotros', argumenta el alcalde de Alcanar (poblaci¨®n que, precisamente, este domingo acoge cerca de 1.000 aficionados en un congreso sobre esta modalidad de caza) y ac¨¦rrimo defensor de la caza en barraca, Baptista Beltran.
Los cazadores sostienen que su m¨¦todo es selectivo porque han estudiado el uso de una liga que no da?a las plumas de los p¨¢jaros y disponen de disolventes que permite liberar a las especies protegidas que caen en sus redes.
Nada de esto se ajusta al panorama actual, seg¨²n indican desde el grupo ecologista Gepec, que denuncia la muerte 'masiva' en las barracas de todo tipo de especies, desde aves de rapi?a hasta peque?os p¨¢jaros insect¨ªvoros, por los da?os que ocasiona en su plumaje el contacto con la liga adherente. 'Es la cultura del paleol¨ªtico: saquear lo que hay sin gestionar nada', afirma Xavier Gim¨¦nez, miembro de Gepec.
Los ecologistas elaboraron y tramitaron el a?o pasado un censo de las barracas de Catalu?a, que fue remitido a la Uni¨®n Europea para denunciar el incumplimiento de la prohibici¨®n. Las instituciones comunitarias, a trav¨¦s de la Directiva de Protecci¨®n de las Aves y el Convenio de Berna, proh¨ªben expl¨ªcitamente este m¨¦todo, que en casos de captura de especies protegidas est¨¢ castigado por el C¨®digo Penal.
Pero Gim¨¦nez explica que la permisividad de la Generalitat posibilita que este tipo de cacer¨ªa contin¨²e practic¨¢ndose como 'un gran negocio'. Equipos de alta fidelidad para simular el canto bucal, ligas sint¨¦ticas, barracas m¨®viles con remolques para seguir los movimientos migratorios, alquileres millonarios, congelaci¨®n y venta masiva de capturas (tordos, principalmente) a empresas que se dedican a elaborar pat¨¦s est¨¢n en el orden del d¨ªa, sostiene el Gepec. '?Es esto un m¨¦todo tradicional?', inquiere Gim¨¦nez.
El impacto que este m¨¦todo de caza ocasion¨® en la opini¨®n p¨²blica alemana tras la emisi¨®n de varios reportajes televisivos fue tremendo. A ra¨ªz de ello, el Comit¨¦ de Protecci¨®n de las Aves alem¨¢n, junto al Gepec, inici¨® una campa?a de compra de fincas con barraca en la poblaci¨®n de Ulldecona (Montsi¨¤) con el objetivo de liberarlas de su uso para la caza de aves. Hasta el momento (han conseguido recaudar 54.000 euros [casi nueve millones de pesetas] desde 2001) han comprado ocho fincas de olivos, de unas 10 hect¨¢reas, y prev¨¦n alcanzar las 300 hect¨¢reas.
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