Hacia una transici¨®n apacible

En plena resaca tras la aprobaci¨®n de la pol¨¦mica Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU), estos centros se apresuran en tratar de mitigar las consecuencias no deseadas de una nueva reforma educativa anunciada por el Gobierno, la de la Ley de Calidad. La prevista supresi¨®n de las tradicionales pruebas de selectividad o de acceso a la universidad ha provocado la urgente consideraci¨®n de iniciar o estrechar, seg¨²n el caso, la colaboraci¨®n con los docentes de secundaria y bachillerato. La argumentaci¨®n es el descenso de la natalidad y, por tanto, de aspirantes a entrar en las universidades. Seg¨²n las previsiones, el t¨ªtulo de bachillerato se obtendr¨¢ si se supera el examen de rev¨¢lida situado al final de la ense?anza secundaria y, con ambas notas, se calcular¨¢ una media. As¨ª, las universidades no intervendr¨¢n en el sistema de evaluaci¨®n general de los bachilleres y ¨²nicamente habr¨¢n de preparar pruebas de acceso espec¨ªficas en algunos casos. No es algo que incumba solamente a los profesores universitarios. ?stos, sobre el papel, podr¨ªan ser los m¨¢s interesados en que los alumnos lleguen preparados a sus clases y con un nivel homog¨¦neo. Sin embargo, los docentes de secundaria y bachillerato no se quedan atr¨¢s en esta intenci¨®n, como queda patente en los cada vez m¨¢s frecuentes pasos que se est¨¢n dando en este sentido desde una y otra orilla del sistema educativo. Buena muestra de ello es el n¨²mero de inscripciones (m¨¢s de un centenar) que, cinco d¨ªas antes de que se inicie, registran las Primeras Jornadas de Orientaci¨®n y Transici¨®n hacia la Universidad que ha organizado para esta semana la Universidad Jaume I de Castell¨®n. La directora de la unidad que ha preparado el encuentro, la de Soporte Educativo, Leonor Lape?a, no sit¨²a en estas jornadas, a pesar del enunciado, ni el principio ni el fin de nada. Considera que, de alguna manera, es el comienzo de una relaci¨®n a¨²n m¨¢s estrecha si cabe con los responsables de orientaci¨®n de cada instituto y, por otra parte, la muestra de todo el a?o de trabajo que, en el caso de la universidad castellonense, ha sido mucho, al decir de sus responsables. Durante la segunda sesi¨®n, la del pr¨®ximo d¨ªa 9, se celebrar¨¢ una mesa redonda en la que estar¨¢ presente, entre otros, el coordinador de las pruebas de acceso de la Comunidad Valenciana, Antonio Gil, que a su vez es profesor de la Jaume I. Ambos consideran fundamental que el paso a la universidad no sea un cambio traum¨¢tico ni brusco. Que los alumnos perciban una continuidad en las materias. Seg¨²n Gil, no existe todav¨ªa un calendario que determine el cambio del sistema actual. Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que el pr¨®ximo a?o se acabar¨¢ para los ¨²ltimos estudiantes del Curso de Orientaci¨®n Universitaria (COU). Sin embargo, est¨¢ por especificar hasta cu¨¢ndo se realizar¨¢n pruebas de acceso al campus para los alumnos procedentes del bachillerato LOGSE. La Ministra de Educaci¨®n, Pilar del Castillo, que hoy se reunir¨¢ en Valencia con profesores de Secundaria para hablar de la Ley de Calidad, ya ha dibujado como posible escenario de defunci¨®n el curso 2004-05. Mientras, lo que se intuye es que, en las universidades, no ser¨ªa factible la realizaci¨®n de pruebas de acceso para todas las titulaciones y ser¨ªa 'muy dif¨ªcil' que todas las universidades se pusieran de acuerdo para realizar pruebas por materias pero comunes a la mayor¨ªa de los centros. As¨ª, parece que la soluci¨®n se situar¨¢ en un camino pr¨®ximo a lo que ya realizan titulaciones como Traducci¨®n en la Jaume I y Bellas Artes en la Polit¨¦cnica de Valencia, que programan pruebas espec¨ªficas, en el primer caso, por la gran demanda que provoc¨® su implantaci¨®n y, en el segundo, por las peculiares caracter¨ªsticas de los estudios. En cualquier caso, el trabajo ahora est¨¢ en tratar de que el paso de los alumnos a la universidad sea una transici¨®n apacible. Para ello, profesores universitarios, de secundaria y bachiller trabajan de forma conjunta. Seg¨²n explica Lape?a, en el caso de Castell¨®n, en las reuniones con los orientadores se trata de recoger las opiniones de todos los docentes que despu¨¦s se recogen en unos indicadores. Tambi¨¦n se trabaja con las asignaturas, no s¨®lo con materias comunes a toda la ense?anza, sino tambi¨¦n con las asignaturas relacionadas, para que los contenidos tengan una continuidad. Hasta el curso pasado, cuando los alumnos de LOGSE rondaban entre el 20% y 25% del total, la coordinaci¨®n se realizaba a trav¨¦s de un ¨²nico especialista en cada materia, que hab¨ªa de desplazarse por las tres provincias valencianas. Actualmente, seg¨²n indica Gil, se han creado comisiones de cada materia formadas por entre 3 y 5 especialistas m¨¢s un asesor orientador. Adem¨¢s de esta labor, la tarea que se ejerce, al menos en el caso de la Unidad de Soporte Educativo de la Jaume I, es la de procurar a los orientadores el m¨¢ximo de informaci¨®n de manera que los alumnos de secundaria y bachillerato la puedan recibir a trav¨¦s de ellos y as¨ª decidir sobre sus futuros estudios. 'No se trata de aconsejar, sino de darles las herramientas necesarias para que tomen la decisi¨®n', aclara Lape?a. 'Est¨¢ desapareciendo la masificaci¨®n y habr¨¢ un porcentaje elevado de estudiantes que puedan estudiar lo que quieren pero hay que ayudarles a definir qu¨¦ es eso que quieren y facilitarles la informaci¨®n necesaria', a?ade. Luego, apunta, siempre hay otros factores, familiares, econ¨®micos o sociales que tambi¨¦n inciden en la elecci¨®n de la carrera que se quiere cursar.

M¨¢s de un centenar de profesores participan en las I Jornadas de Transici¨®n a la Universidad que la Jaume I celebra esta semana