Una veintena de personalidades recuerdan en un libro a su mejor maestro

Una veintena de personajes del mundo de la literatura, el cine y los medios de comunicaci¨®n se han sacudido la memoria hasta dar con aquel maestro que de alguna forma cambi¨® su vida. El resultado es Mi infancia son recuerdos..., un libro, editado por Santillana, que fue presentado ayer en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid y en el que personajes tan diversos como el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy; el actor Emilio Arag¨®n o la cantante de ¨®pera Ainhoa Arteta retratan a aquel educador que logr¨® apasionarles de peque?os por la ardua tarea de aprender.

La intenci¨®n, seg¨²n la coordinadora del volumen, la escritora y maestra Josefina Aldecoa, es 'rendir homenaje a una serie de hombres y mujeres que han dedicado su vida a un oficio hermos¨ªsimo: el oficio de maestro', un oficio 'heroico', apostill¨®, que consiste sobre todo en 'estar dispuestos a ayudar a los m¨¢s j¨®venes a superar la dif¨ªcil tarea de hacerse hombres y mujeres'. Para este homenaje Aldecoa acudi¨® a personalidades p¨²blicas y, seg¨²n el actor y 'mal estudiante' Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, les hizo el siguiente encargo: '?Puedo escribir algo sobre un maestro, un profesor o un ense?ante (como algunos dicen ahora) sin dejarle mal?'. Y la respuesta, a juzgar por los textos publicados, es que s¨ª.

La ¨²nica nota negra en los relatos la pone la periodista Concha Garc¨ªa Campoy que record¨®, c¨®mo una profesora del primer colegio laico al que acudi¨® le rompi¨® de una bofetada la nariz por un vicio que, con su profesi¨®n, ha logrado convertir en virtud: hablar. Y a¨²n as¨ª guarda palabras de gratitud para 'una monja joven de un colegio estricto pero con un talante maravilloso, que ten¨ªa que esforzarse por contener sus emociones para no abrazar a sus alumnas ante cualquier avance'.

'Sugerencias de la lectura'

El acad¨¦mico de la Lengua y fil¨®sofo Emilio Lled¨® record¨® a Don Francisco, un maestro del pueblo de Vic¨¢lvaro, ahora anexionado a Madrid, que adem¨¢s de transmitirles la disciplina haci¨¦ndoles pintar los colores de la bandera republicana, logr¨® fomentar la curiosidad de sus alumnos con la lectura del Quijote. Porque despu¨¦s de leer en voz alta alg¨²n pasaje pronunciaba las palabras m¨¢gicas: 'Y ahora, chicos, sugerencias de la lectura'. 'Nadie en mis a?os del bachillerato, de la universidad, ning¨²n profesor entre las monta?as de apuntes, entre el siniestro rito de ex¨¢menes estupidizantes, implacablemente fomentados, volvi¨® a proponerme tan liberador lema', mantiene Lled¨®.

Manuel Toharia, periodista y divulgador cient¨ªfico, record¨® al se?or Tinel, un profesor de f¨ªsica que le descubri¨® que 'la curiosidad, lejos de ser un vicio femenino es la mejor virtud', un docente que tambi¨¦n ten¨ªa su f¨®rmula m¨¢gica: 'Jam¨¢s permit¨¢is que os quiten la curiosidad: ser curioso es ser cient¨ªfico'.