La bienal Big Torino elige Internet como el 'pa¨ªs invitado' para el cambio social

Big Torino, la bienal de arte joven del Mediterr¨¢neo, ha convertido la severa ciudad de la Fiat en un laboratorio de la creatividad contempor¨¢nea. S¨®lo hasta el 19 de mayo.

Comisariada por Michelangelo Pistoletto, uno de los m¨¢s destacados artistas italianos, la manifestaci¨®n se ha propuesto transformar Tur¨ªn y la red en las sedes de un gran juego social, en el cual el arte es motivo del intercambio comunicativo.

As¨ª lo indica el t¨ªtulo It's a big social game. El juego es precisamente alterar las reglas del juego social y pol¨ªtico. Un juego para el cual no pod¨ªa haber una sede m¨¢s apropiada que Internet, pa¨ªs invitado de esta segunda edici¨®n de Big Torino.

'Internet es una noci¨®n m¨¢s all¨¢ de la naci¨®n. ?Qu¨¦ pa¨ªs hoy en d¨ªa podr¨ªa considerarse la leg¨ªtima cuna de sus artistas? ?Qu¨¦ artistas estar¨ªan dispuestos a representar a su pa¨ªs? Hemos elegido la red por ser un campo abierto y flexible, un pa¨ªs donde todos pueden vivir', afirma la asturiana Teresa Alonso, miembro del colectivo Calc, responsable de Bigguest.net, la plataforma en red donde se presentan los proyectos de este singular pa¨ªs invitado.

Se trata de proyectos pol¨ªticos, que reflejan la necesidad de recobrar los valores ¨¦ticos en un mundo de valores econ¨®micos.

Muchos de ellos continuar¨¢n y evolucionar¨¢n en la red despu¨¦s de que se clausure la bienal, como Distributive Justice, de Andreja Kuluncic, un juego en red que permite redistribuir los recursos del planeta; o Logicland, de re-p/m.ash, un paisaje interactivo en 3D, generado por medio de n¨²meros reales, como estad¨ªsticas, ¨ªndices demogr¨¢ficos y cotizaciones de Bolsa.

Ya que en la realidad las din¨¢micas entre las fuerzas econ¨®micas y sociales cambian continuamente, los nuevos datos introducidos cambian el escenario de Logicland.

Adem¨¢s de las obras especialmente concebidas para la red, la tecnolog¨ªa es la gran protagonista de esta kermesse de la creatividad para menores de 35. Entre otros lo demuestra Martin Le Chevallier con un v¨ªdeo interactivo donde el protagonista duerme hasta que el p¨²blico no le despierta y le impulsa a activarse; y las actuaciones del colectivo Foam que da a los visitantes unos trajes dotados de sensores para que cambien, con sus movimientos, el paisaje de un jard¨ªn virtual.