Luces y sombras del pol¨ªtico que acab¨® por triunfar en la empresa
La primera compa?¨ªa el¨¦ctrica espa?ola, Endesa, est¨¢ a punto de ser 'privada del todo'. Formalmente lo es desde el a?o 1998, cuando lanz¨® una oferta p¨²blica de venta de acciones (OPV) que puso en manos privadas el 33% del capital que controlaba el Estado. Pero el momento de cruzar ese Rubic¨®n empresarial lo anunci¨® el propio presidente de la compa?¨ªa, Rodolfo Mart¨ªn Villa, en una entrevista de diciembre de 1999, casi tres a?os despu¨¦s de su nombramiento por el Gobierno del PP: 'Endesa', afirm¨® entonces Mart¨ªn Villa, 'no ser¨¢ en t¨¦rminos reales privada hasta que yo no me vaya'.
El momento ha llegado. Mart¨ªn Villa abandonar¨¢ el martes el cargo al que lleg¨® a dedo desde el mundo de la pol¨ªtica. Su reto era importante: contribuir a los planes de liberalizaci¨®n dise?ados por el Gobierno del PP; seguir con la expansi¨®n internacional iniciada por su predecesor en el cargo, Feliciano Fuster, y no perder de vista la rentabilidad de la compa?¨ªa.
Los objetivos, a grandes rasgos, est¨¢n cumplidos. Aunque para Endesa y para su presidente, ha habido luces y sombras. Mart¨ªn Villa, que ha tenido la prudencia y/o la astucia de 'dejar hacer' a los expertos en una materia -la energ¨ªa- en la que carec¨ªa de experiencia ha logrado convertir a Endesa en el primer grupo energ¨¦tico de Am¨¦rica Latina con la compra de Enersis (Chile); ha mantenido la compa?¨ªa como la primera del sector en Espa?a y ha logrado entrar en mercados dif¨ªciles como Italia y Francia (SNET). Adem¨¢s, Mart¨ªn Villa ha pilotado la reordenaci¨®n del grupo, absorbiendo a las empresas participadas, y ha sabido navegar por las modas (inversi¨®n en nuevas tecnolog¨ªas y medios de comunicaci¨®n) sin excesivos quebrantos. Todo ello aderezado por una reestructuraci¨®n en las plantillas de Endesa que ha sido tan efectiva como discreta. En 1996, Endesa ten¨ªa en Espa?a 24.977 empleados. Hoy tiene menos de 16.000.
Pero Mart¨ªn Villa tambi¨¦n ha tenido sombras. La compra de la chilena Enersis, un acierto desde el punto de vista estrat¨¦gico y culminada en 1999, sali¨® m¨¢s cara de lo previsto (pag¨® 700.000 millones de pesetas, el doble de lo previsto) y cost¨® un rosario de juntas de accionistas, negociaciones y amenazas de pleitos. Y estaba por llegar el gran fracaso: el hundimiento del proyecto de fusi¨®n con el gran rival nacional, Iberdrola, que habr¨ªa dado lugar a un monstruo energ¨¦tico espa?ol, cuarto del mundo, con 18 millones de clientes entonces y unos activos de 67.000 millones de euros.
El proyecto, que hizo correr r¨ªos de tinta desde octubre de 2000 hasta que se hundi¨® en febrero de 2001, ilusion¨® tanto a Mart¨ªn Villa como al presidente de Iberdrola, ??igo Oriol, que hu¨ªa de las pretensiones de otro monstruo empresarial, Repsol. Mart¨ªn Villa, radicalmente opuesto a la fusi¨®n Repsol-Iberdrola, no logr¨® convencer al equipo del ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, de las bondades de la fusi¨®n de la primera y de la segunda el¨¦ctrica espa?ola. El proyecto, de hecho, reduc¨ªa de cuatro a tres a los actores en el sector el¨¦ctrico cuando el Ejecutivo trataba de vender las bondades de una mayor competencia.La fusi¨®n no pudo ser. Como no pudo ser tampoco el plan ideal del Gobierno de poner a competir a cara de perro a las empresas nacionales y a las extranjeras interesadas en el mercado espa?ol para reducir los precios. Los precios de la electricidad han bajado en Espa?a -v¨ªa decreto-, previa compensaci¨®n a las el¨¦ctricas con los famosos costes de transici¨®n a la competencia (CTC) y las empresas extranjeras no han apostado por Espa?a.Mart¨ªn Villa, muy en su papel, como el resto de sus colegas el¨¦ctricos, se ha quejado siempre del trato que ha recibido del Gobierno que le nombr¨®. Una de sus frases m¨¢s utilizadas ha sido que 'el sector [el¨¦ctrico] viv¨ªa mejor perseguido por los Gobiernos de [Felipe] Gonz¨¢lez que protegido por el Gobierno Aznar'. Pero lo cierto es que Endesa, tras seis a?os de te¨®rica apertura y liberalizaci¨®n, sigue siendo el primer productor y distribuidor de energ¨ªa el¨¦ctrica en Espa?a, con una cuota del 44,8% sobre el mercado espa?ol de electricidad en 2001. Un triunfo para el gestor Mart¨ªn Villa, pero un indicador de que la competencia no ha funcionado.
Por supuesto, mantener el tipo en el agitado mercado de la energ¨ªa, retribuir a los accionistas y mantener un pie en Europa y otro en Am¨¦rica Latina no ha sido gratis. La compa?¨ªa ha recurrido a la financiaci¨®n externa y a las desinversiones para mantener el ritmo. Entre 1996 y 2001, el endeudamiento de la compa?¨ªa se ha multiplicado por 3,5 y ha pasado de 7.131 millones de euros a 25.007 millones de euros. Aunque tambi¨¦n los ingresos se han m¨¢s que duplicado en el mismo periodo (han pasado de 7.776 millones de euros a 16.085 millones) y las inversiones se han triplicado (2.438 millones de euros en 1996 y 5.446 millones de euros el pasado a?o). Los dividendos tambi¨¦n han crecido mucho, de 437 millones de euros repartidos hace cinco a?os a 723 millones el pasado ejercicio.
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