El portal de Bel¨¦n
La salida de los 123 milicianos palestinos de la bas¨ªlica de la Natividad de Bel¨¦n, una soluci¨®n conseguida esencialmente gracias a los esfuerzos estadounidenseses y europeos, podr¨ªa abrir la puerta a una esperanza de paz. Pero no parece que vaya a ser as¨ª, puesto que despu¨¦s de Bel¨¦n, Ramala y la barrida militar de las principales poblaciones de Cisjordania, la ira de las armas irael¨ªes en respuesta a los ¨²ltimos atentados suicidas palestinos se vuelca sobre Gaza, donde radica, seg¨²n Israel, la mayor base operativa de Ham¨¢s. Sin embargo, a Israel le puede resultar m¨¢s costosa esta operaci¨®n contra un territorio colindante con Egipto que la destrucci¨®n de las infraestructuras de la Autoridad Nacional Palestina en Ramala, Yen¨ªn y otras ciudades.
Tras asediar durante 38 d¨ªas a los 123 palestinos refugiados en la bas¨ªlica, Israel les ha dejado salir ante la presi¨®n internacional, aunque 10 extranjeros se resistieran por temor a ser detenidos y juzgados por los israel¨ªes. El problema ¨²ltimo era el destino de 13 palestinos acusados de terrorismo por Israel. Ning¨²n pa¨ªs quer¨ªa hacerse cargo en solitario de ¨¦stos, que Israel califica de 'criminales', y la parte palestina, de 'combatientes'. Pero gracias a la mediaci¨®n de EE UU, la presidencia espa?ola de la UE, Solana y el representante europeo en la zona, Miguel ?ngel Moratinos, los 13 viajaron ayer a Chipre. El lunes, los Quince decidir¨¢n su reparto, previsblemente no sin problemas. De los 110 restantes, 26 fueron trasladados a Gaza, donde quedaron en libertad a pesar del compromiso previo de que ser¨ªan detenidos y juzgados. Expertos norteamericanos, que se encargaron de recoger las armas abandonadas por los milicianos, se encontraron con m¨¢s de una decena de trampas explosivas, prueba de que los refugiados de la bas¨ªlica no hab¨ªan ido precisamente a orar.
De esta forma deber¨ªa concluir b¨¢sicamente la operaci¨®n militar lanzada por Sharon contra 'las infraestructuras del terrorismo palestino'. Lo ocurrido en Bel¨¦n es una demostraci¨®n de que la comunidad internacional puede ejercer una influencia a la hora de buscar o incluso imponer condiciones. La conferencia internacional de paz sigue siendo un objetivo. Pero la ofensiva israel¨ª contra Gaza volver¨ªa a estropearlo todo y cerrar¨ªa el portal abierto ayer en Bel¨¦n.
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