El presidente de Guatemala afronta acusaciones de corrupci¨®n

Cuando en el oto?o de 1999 el triunfo del partido del ex dictador Efra¨ªn R¨ªos Montt se sab¨ªa inevitable, en Guatemala se hizo popular un chiste relacionado con la preocupaci¨®n mundial por el efecto 2000 en los ordenadores: 'Seremos el ¨²nico pa¨ªs del mundo sin ese problema, pues con la llegada del viejo general al poder retrocederemos 20 a?os'. Veintiocho meses han sido suficientes para que el humor negro de los guatemaltecos se convirtiera en realidad.

Alfonso Portillo -quien llega hoy a Madrid para participar en la cumbre UE-Am¨¦rica Latina- preside un Gobierno que ha tenido la particularidad de anular lo poco que se hab¨ªa avanzado en la consolidaci¨®n de la democracia y el Estado de derecho. Su tarjeta de presentaci¨®n, un discurso destinado a endulzar los o¨ªdos de la comunidad internacional, ha perdido toda credibilidad ante la corrupci¨®n generalizada que caracteriza a la Administraci¨®n p¨²blica.

Ayer, el matutino Prensa Libre -el m¨¢s influyente del pa¨ªs- publicaba un extenso reportaje sobre la indignaci¨®n del Gobierno japon¨¦s por la manera tan misteriosa en que se invirtieron 31 millones de d¨®lares de un pr¨¦stamo concedido por Tokio para obras de infraestructura en las zonas m¨¢s deprimidas del pa¨ªs. 'Nunca comprobamos si realmente se realizaron las obras, porque el Gobierno no nos las quiere mostrar', coment¨® a Prensa Libre el primer secretario de Cooperaci¨®n T¨¦cnica de la Embajada de Jap¨®n, Kiyoshi Ishiii.

La lista de anomal¨ªas ser¨ªa interminable. Los casos m¨¢s sonados comprenden desv¨ªos multimillonarios (530 millones de d¨®lares en varios ministerios y la Superintendencia de Administraci¨®n Tributaria) o los turbios manejos que amigos personales de Portillo han hecho en el sistema bancario. El esc¨¢ndalo de la semana lo protagoniza Francisco Alvarado MacDonald, principal avalista de la campa?a que llev¨® a Portillo al poder. Tras estafar al fisco m¨¢s de 188 millones de d¨®lares y la quiebra fraudulenta de los dos bancos que presid¨ªa, fue eximido de ir a la c¨¢rcel tras pagar una fianza de apenas 5.000 d¨®lares, un 0,002% de los fondos malversados.