Lucio perdi¨®, finalmente, el partido de su vida

Lucio no pod¨ªa perder el partido m¨¢s grande de su vida. 'Lucio no soporta perder', dec¨ªa Toppm?ller, el t¨¦cnico del Bayer, la semana pasada; 'su car¨¢cter no se lo permite'. Y en el primer duelo con Ra¨²l, en el minuto 6 de la final, ayer en Hampden Park, perdi¨®. En una mil¨¦sima de segundo de despiste. Quiz¨¢ no imagin¨® que el saque de banda de Roberto Carlos resultara un peligro. Se descuid¨®. Ra¨²l se le anticip¨®, gan¨® medio metro, cubri¨® el bal¨®n y meti¨® el primer gol a un toque.

Pero Lucio no era capaz de perder. A los ocho minutos, hizo como su h¨¦roe de la infancia brasile?a. Ni Pel¨¦ ni Ronaldo. Ni Zico ni Romario. Lucio emul¨® la llegada fantasmal de Falcao. Apareci¨® en el ¨¢rea del Madrid y le gan¨® por arriba a Hierro para rematar a gol la segunda falta pitada al Bayer en campo madridista.

A partir de ese momento, la figura de este internacional brasile?o de 24 a?os se elev¨® por encima del resto. Durante todo lo que qued¨® de primer tiempo, Ra¨²l debi¨® soportar las anticipaciones permanentes de Lucio. El defensa siempre adivin¨® el sentido de los balones largos de Hierro y Roberto Carlos, y el delantero madridista debi¨® enfrentarlo de cara. Nunca m¨¢s con espacio por delante.

El cabezazo del minuto 16 no fue accidental. Lucio hab¨ªa ensayado cabezazos durante media hora, en todos los entrenamientos previos a la final. Perfeccion¨® esta especialidad hasta asegurarse de que llegado el momento habr¨ªa hecho todo lo posible por ganar la oposici¨®n con su marcador. Cuando lleg¨® ese minuto, el 16, avanz¨® a grandes zancadas hacia el territorio de Hierro. El choque fue digno de atenci¨®n: dos fuerzas a¨¦reas, dos centrales con coraz¨®n de delanteros, dos morenos recios y cejijuntos de viril frente abombada buscando un bal¨®n colgado desde la izquierda. Hierro vol¨® sacudiendo los codos. Pero la cabeza tupida de pelo rapado del brasile?o se estir¨® un poco m¨¢s que la suya. As¨ª es Lucio.