Primarias
D¨ªas pasados, Blas Bernal present¨® su candidatura a las primarias del PSOE, en Alicante, y lo hizo con un discurso tan violento que asombr¨® a quienes le escuchaban. El estupor no lo origin¨® tanto la furia de Bernal como el objeto de la misma. Blas Bernal no atac¨® al Partido Popular, ni a su pol¨ªtica municipal, como cab¨ªa esperar en una ocasi¨®n semejante; ni si quiera critic¨® al alcalde, Luis D¨ªaz Alperi. El aspirante a dirigir la ciudad de Alicante dirigi¨® todo su ¨ªmpetu contra la prensa y contra Carmen S¨¢nchez Brufal, su contrincante en las primarias. A ambos, Bernal les acus¨® de provocar los males que padece el socialismo alicantino. A primera vista, la imputaci¨®n parece algo exagerada. Exagerada y temeraria. Nadie en su uso de raz¨®n afirmar¨ªa que no son los propios socialistas alicantinos los responsables de sus problemas. Basta repasar su trayectoria m¨¢s reciente y analizar el papel de sus dirigentes.
Si Blas Bernal hubiera empleado en su trabajo diario una parte del ¨ªmpetu mostrado en su presentaci¨®n, probablemente Alicante ser¨ªa hoy una ciudad muy diferente. Desde luego, D¨ªaz Alperi no habr¨ªa disfrutado de una alcald¨ªa tan regalada y los alicantinos celebrar¨ªamos la existencia de una oposici¨®n municipal, de la que hemos carecido todos estos a?os. Es m¨¢s, no habr¨ªa sido preciso celebrar las primarias socialistas, pues nadie las hubiera reclamado. A estas alturas, los militantes estar¨ªan de acuerdo en que Blas Bernal fuera quien disputara la alcald¨ªa al Partido Popular. Y tendr¨ªa grandes posibilidades de lograrla, al ser conocido y valorado por los alicantinos.
Desgraciadamente, toda la fuerza verbal que Bernal despliega contra los periodistas o contra S¨¢nchez Brufal, se desvanece frente a su trabajo municipal. Llegado ese momento, su nervio se atempera y el portavoz adjunto del grupo socialista parece llamado a poseer la tierra. Todas las denuncias -las escasas denuncias- que Bernal ha formulado en su actuaci¨®n, las ha efectuado siempre en un tono cansino, rutinario, sin otro objetivo y trascendencia que cubrir un expediente. En este punto, Bernal no ha destacado de su grupo municipal. Y es que, salvo excepciones, el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Alicante lo han compuesto unos oficinistas aplicados, a los que la pol¨ªtica -la verdadera pol¨ªtica, la que busca transformar la sociedad y servirla- no parece interesar demasiado.
Llegados a este punto, cabe preguntarse qu¨¦ mueve a Blas Bernal a presentarse a las primarias. Desde luego, su trayectoria municipal no dibuja un pol¨ªtico con aspiraciones a la alcald¨ªa. En ning¨²n momento, Bernal se ha preocupado por destacar y ser conocido por los votantes. Cuando lo ha hecho, como en el reciente viaje a Cuba, acompa?ando al Partido Popular, su conducta le ha supuesto un bochorno ante la opini¨®n p¨²blica. En estas circunstancias, parece que para Bernal es m¨¢s importante cerrar el paso a Carmen S¨¢nchez Brufal que un hipot¨¦tico triunfo en la alcald¨ªa. Bernal es un conservador que emprende esta batalla para que nada cambie en el socialismo alicantino.
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