Retrato de una d¨¦cada emprendedora

Como dice el refr¨¢n: 'La experiencia es la madre de la ciencia', tambi¨¦n en un mundo tan din¨¢mico como la econom¨ªa, donde la observaci¨®n de iniciativas emprendedoras puede revertir en futuros proyectos. Este prop¨®sito inspira La experiencia de creaci¨®n de empresas desde la UPV 1992-2001, un estudio que pretende ser 'retrato de 50 empresas de base tecnol¨®gica y de sus emprendedores', realizado por Juan Ignacio Dalmau y Jos¨¦ Miguel Vicente -¨¦ste ¨²ltimo fundador de una empresa a trav¨¦s del plan universitario-, donde se aborda la experiencia de 'emprender', tras diez a?os del programa de creaci¨®n de empresas Ideas, de la Universidad Polit¨¦cnica.

A trav¨¦s de cuestionarios, se han estudiado medio centenar de empresas tocando tres ¨¢mbitos: el emprendedor, las caracter¨ªsticas de la empresa y la interacci¨®n con el entorno, extrayendo consideraciones para iniciativas futuras. El retrato robot del emprendedor es 'el del estudiante de los ¨²ltimos cursos, o que lleva pocos a?os trabajando, que materializa una idea con potencial de negocio, movido por la voluntad propia y la apreciaci¨®n de la oportunidad', ilustra el estudio. El manual lo describe como una persona firme, que conf¨ªa en sus posibilidades, sobre todo, la de superar fallos y sobresale por su disposici¨®n a iniciar una empresa de manera independiente.

El 70% de los emprendedores busca la oportunidad, estimulado por propia voluntad, y s¨®lo un 30% espera a que la ocasi¨®n llame a su puerta. Los antecedentes familiares no tienen una especial relevancia para explicar la predisposici¨®n a emprender. De los 149 emprendedores entrevistados, s¨®lo el 11% ten¨ªa alg¨²n precedente emparentado. A la pregunta de c¨®mo se ve, en un 39% de los casos se percibe como emprendedor, m¨¢s que como ejecutivo, un 34%; o l¨ªder, un 27%. La juventud de las empresas (con un promedio de dos a?os) y el volumen de la plantilla (por debajo de los 10 trabajadores) podr¨ªa explicar este sentimiento personal.

En el cap¨ªtulo de las titulaciones, entre los m¨¢s sol¨ªcitos a montar su negocio, encontramos a los ingenieros inform¨¢ticos y a los de telecomunicaciones. El 70% de la muestra analizada corresponde a alumnos de la Universidad Polit¨¦cnica, de los cuales un 39% y un 24% provienen de las Escuelas de Inform¨¢tica y Sistemas, y de Telecomunicaciones, respectivamente. Las oportunidades de la nueva econom¨ªa abren la salida del autoempleo. Esta conclusi¨®n est¨¢ relacionada con el alto uso de tecnolog¨ªa de los negocios creados: un 62% utiliza internet y un 26% la integra en operaciones comerciales o de gesti¨®n interna.

La juventud es otro rasgo que acompa?a al aventurero empresario: m¨¢s del 60% de los emprendedores inici¨® su actividad en la universidad o antes de transcurrir los dos primeros a?os del final de carrera. Los licenciados mayores se aglutinan en el sector de la consultor¨ªa, que a grosso modo, supera los 33 a?os. Los j¨®venes modifican sobre lo inventado, aportando otra versi¨®n. S¨®lo el 34% de las empresas responde a algo decididamente in¨¦dito. A la hora de asumir riesgos, un 64% se decanta por hacerlo en compa?¨ªa, eligiendo un estilo de direcci¨®n plural con socios, y lo corriente es carecer de local en propiedad, un privilegio alcanzado por un 33% de los encuestados.

Por subsectores, los de telecomunicaciones y software tienen la mayor consolidaci¨®n de la muestra, con facturaciones acumuladas desde su financiaci¨®n de seis millones de euros. El mercado potencial de las empresas se halla en la Comunidad Valenciana. Aunque cerca de un 30% vende a Madrid y Catalu?a, y un 4% consigue colocar sus productos a la UE. En cuanto a la investigaci¨®n, cabe destacar que un 18% participa en proyectos de I+D+I.

Las mayores dificultades encontradas para crear la empresa fueron el desconocimiento de los pasos legales y fiscales (48%) y acceder a la financiaci¨®n (39%). A menor nivel, interviene como escollo la falta de tiempo para gestiones, citada en un 20%. No obstante, es curioso observar que los puntos primordiales para iniciar una actividad son el capital t¨¦cnico (la competitividad de la futura empresa) y el relacional (los contactos previos). El capital financiero tampoco es el gran obst¨¢culo: s¨®lo el 20% lo cit¨® como punto fuerte, un dato que corrobora la confianza que el futuro empresario deposita en s¨ª mismo (un 90% contaba con un saber-hacer).

El 88% de las empresas acude a sus fondos para subvencionarse. Bancos y socios capitalistas son utilizados por un 36% y un 6%, respectivamente. Un 10% recurre a los ahorros familiares y el capital de riesgo es descartado. Las pr¨¢cticas de formaci¨®n son habituales: En un 96%, los emprendedores fueron orientados para hacer un plan de empresa por instituciones y centros como Ideas (60%); el Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI), en un 24%, o el Instituto Valenciano de la Juventud (Ivaj), en un 12%. Posteriormente, un 80% recibe formaci¨®n externa y el 20% autoformaci¨®n.