Madrid acepta residuos t¨®xicos de Castilla y Le¨®n durante un mes 'por solidaridad'
El dep¨®sito madrile?o recoger¨¢ durante un mes los vertidos de Santovenia de Pisuerga
La Comunidad de Madrid va a tener que asumir, en su dep¨®sito de San Fernando de Henares y durante un periodo de un mes, 300 toneladas diarias de residuos peligrosos procedentes del vertedero de Santovenia de Pisuerga (Valladolid), que ha sido clausurado temporalmente por problemas administrativos. La Consejer¨ªa de Medio Ambiente est¨¢ tramitando ya la solicitud que ha recibido de la Junta de Castilla y Le¨®n. 'En una semana estaremos en disposici¨®n de permitir los traslados', explic¨® ayer Ignacio L¨®pez-Galiacho, director general de Calidad y Evaluaci¨®n Ambiental.
El traslado de estos residuos peligrosos a Madrid est¨¢ motivado por el cierre temporal, decretado la semana pasada, del vertedero de Santovenia de Pisuerga -a cinco kil¨®metros de Valladolid y el ¨²nico existente en Castilla y Le¨®n- por orden del Ayuntamiento de esa localidad. Este vertedero recibi¨® el a?o pasado 91.760 toneladas de residuos industriales procedentes de 966 empresas, y en los ¨²ltimos cinco a?os ha tratado 350.000 toneladas de desechos industriales.
La decisi¨®n de clausura se tom¨® tras hacerse p¨²blica una sentencia del Tribunal Supremo, que determin¨® errores en las licencias de funcionamiento de la planta. La sentencia del Supremo ratificaba as¨ª la del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n, de 31 de marzo de 1997, que declaraba nulas las licencias de obras y de actividad concedidas en 1991 y 1992 por el Ayuntamiento para la puesta en marcha del vertedero.
'Mientras ambientalmente sea viable, no vamos a parar la industria de Castilla y Le¨®n por este asunto', explic¨® ayer el consejero madrile?o de Medio Ambiente, Pedro Calvo Poch. Algo similar a lo que arguy¨® en febrero de 2001 el edil de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Adriano Garc¨ªa-Loygorri, cuando el Consistorio autoriz¨® a la ciudad de Le¨®n y a otros pueblos de esa provincia a enterrar su basura, durante mes y medio, en el vertedero municipal de Las Dehesas. Entonces, el problema era que el vertedero de Le¨®n se hab¨ªa quedado peque?o y el Gobierno leon¨¦s necesitaba tiempo para habilitar uno nuevo.
'La planta de Santovenia de Pisuerga recibe una media diaria de 300 toneladas de residuos', explic¨® ayer L¨®pez-Galiacho. 'En principio, ¨¦sta es la cantidad que nos tendr¨ªan que enviar, aunque es probable que las empresas agoten sus posibilidades de almacenaje, ya que el traslado hasta Madrid es muy costoso', matiz¨®. El director general asegur¨® que la Junta de Castilla y Le¨®n s¨®lo podr¨¢ utilizar el vertedero de San Fernando durante 'un mes'. 'Creemos que, en ese tiempo, la planta de Santovenia de Pisuerga deber¨ªa tener resueltos sus problemas', explic¨®.
Calvo Poch y L¨®pez-Galiacho justifican la asunci¨®n de estos residuos ajenos por 'la solidaridad que debe existir entre regiones'. 'No es la primera vez que hay un acuerdo de colaboraci¨®n con otros Gobiernos aut¨®nomos. En el caso de las vacas locas recibimos tambi¨¦n restos de reses procedentes de Castilla-La Mancha y de Extremadura', record¨®.
Junto al parque del Sureste
Los residuos t¨®xicos del vertedero de Santovenia de Pisuerga acabar¨¢n por tanto a las afueras de San Fernando, a muy poca distancia del Parque Regional del Sureste. All¨ª, en la ladera de uno de los cortados arenosos que rodean el parque, se ubican unas instalaciones p¨²blicas desconocidas para la mayor¨ªa de los madrile?os. Se trata del ¨²nico dep¨®sito de seguridad de residuos t¨®xicos y peligrosos de la regi¨®n. A ¨¦l s¨®lo se puede acceder mediante permiso expreso de Medio Ambiente. Una barrera bloquea la entrada a cualquier persona ajena a la planta.
Bajo las 34 hect¨¢reas del vertedero son enterradas en la actualidad entre 60.000 y 80.000 toneladas de residuos cada a?o. Seg¨²n los c¨¢lculos de Medio Ambiente, la instalaci¨®n acumula ya casi medio mill¨®n de toneladas; fue abierta en 1987 entre las protestas de los vecinos de San Fernando.
Las medidas de seguridad en su interior son extremas. Llama la atenci¨®n su limpieza y la falta de olores. Cada residuo se encierra en un bid¨®n. Luego, unos operarios, que trabajan en gr¨²as estancas, cogen los bidones y los entierran bajo grandes cantidades de arcilla. Un programa inform¨¢tico registra la localizaci¨®n exacta de cada bid¨®n para impedir que dos sustancias que puedan resultar reactivas sean enterradas demasiado cerca.
La Consejer¨ªa de Medio Ambiente precisa que el traslado de residuos peligrosos desde la planta de Valladolid hasta la de San Fernando se realizar¨¢ 'extremando al m¨¢ximo' todas las medidas de seguridad que est¨¢n fijadas en la ley de residuos.
La Junta de Castilla y Le¨®n facilitar¨¢ el traslado a Madrid, pero el coste corresponde pagarlo por ley a las empresas generadoras de los residuos. La Consejer¨ªa de Medio Ambiente de Castilla y Le¨®n controlar¨¢ que el cierre temporal de las instalaciones de Santovenia de Pisuerga cumple lo establecido en la declaraci¨®n de impacto ambiental del vertedero para casos como ¨¦ste de clausura temporal.
La Consejer¨ªa de Medio Ambiente de Castilla y Le¨®n est¨¢, adem¨¢s, a la espera de que el Tribunal Superior se pronuncie sobre el recurso presentado por la Junta en contra del decreto municipal de cierre. El Supremo declar¨® ilegales estas instalaciones el pasado 3 de diciembre, por carecer de la preceptiva licencia de apertura municipal.
Pedro Calvo Poch declar¨® ayer que la Junta de Castilla y Le¨®n se proponer modificar la ley medioambiental -mediante el r¨¢pido procedimiento de lectura ¨²nica en las Cortes regionales- de forma que, a partir de ahora, los vertederos de este tipo no precisen licencia municipal para empezar a funcionar.
Un 'volcancito' en el vertedero
En los 15 a?os de existencia del vertedero de residuos t¨®xicos de San Fernando de Henares s¨®lo se ha registrado un incidente de gravedad. Ocurri¨® en el verano de 1998. El episodio se origin¨® despu¨¦s de que los restos qu¨ªmicos de una f¨¢brica de Torrej¨®n de Ardoz que se quem¨®, y que estaba dedicada a la fabricaci¨®n de productos para piscinas, fueran enterrados en el dep¨®sito.
Seg¨²n los an¨¢lisis que se realizaron previos a su enterramiento, se trataba s¨®lo de productos relacionados con el cloro. Pero el cargamento tambi¨¦n inclu¨ªa algunos restos de la construcci¨®n derruida en el incendio, que, mezclados con el cloro y los productos que se almacenaban en el dep¨®sito, provocaron un sorprendente incendio.
Primero se provoc¨® un 'volcancito' -tal y como lo describieron los t¨¦cnicos- en mitad de una de las pulcras explanadas de arena que forman el dep¨®sito. Luego apareci¨® el fuego. La cal y el cloro hicieron reacci¨®n. Las llamas pusieron en alerta a los bomberos. Pero ¨¦stos no pudieron entrar, porque los responsables de las instalaciones se lo impidieron: al complejo no puede acceder nadie que no est¨¦ autorizado. De hecho, si los bomberos hubieran echado agua sobre el 'volcancito', ¨¦ste habr¨ªa dado lugar a una verdadera erupci¨®n.
Los responsables del dep¨®sito de seguridad tuvieron que abrir en canal la zona afectada para extraer el cloro y poder detener as¨ª la reacci¨®n qu¨ªmica. Bajo estas instalaciones de San Fernando de Henares pueden ocultarse m¨¢s de 300.000 metros c¨²bicos de sustancias t¨®xicas y peligrosas: pilas, metales pesados, restos de acer¨ªas, cloro... Las sustancias radiactivas est¨¢n, en cambio, completamente prohibidas.
Este vertedero puede seguir activo m¨¢s de 10 a?os todav¨ªa. Cuando no pueda ser ampliado, se cerrar¨¢. Sus actuales gestores replantar¨¢n en la zona especies comunes en los alrededores y durante medio siglo estar¨¢ bajo vigilancia. Por el momento no se ha encontrado ninguna alteraci¨®n en su entorno vegetal y acu¨ªfero. Sus operarios pasan severos controles m¨¦dicos todos los a?os.
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