Extraordinario documento tr¨¢gico
Hace un a?o salt¨® a las pantallas un filme duro, recio, abrupto, incluso severo, de alcance excepcional, fuera de norma, dotado de una fort¨ªsima capacidad de convicci¨®n y de arrastre. Llen¨® y sigue llenando Asesinato en febrero pantallas en Espa?a y fuera de ella. Est¨¢ elaborado con materia de austera ra¨ªz documental, pero formalmente no es s¨®lo un documento, una secuencia de im¨¢genes arrancadas de la realidad, sino que va un paso m¨¢s all¨¢ de donde llegan sus im¨¢genes y, ahondando en subentendidos de ¨¦stas, alcanza alturas y vibraciones de poema tr¨¢gico, que lo convierten en una de las obras mayores del cine espa?ol reciente.
Reconstruye Asesinato en febrero, a lo largo de un encadenado de im¨¢genes y palabras de emocionante elocuencia, los ¨²ltimos momentos de la vida de dos hombres, el pol¨ªtico Fernando Buesa y su polic¨ªa escolta Jorge D¨ªez Elorza, asesinados por terroristas de ETA en un parque de Vitoria el 22 de febrero de 2000. La interioridad de este crimen es pormenorizada hasta la minucia por un concienzudo trabajo de escritura, de filmaci¨®n y de montaje de alta precisi¨®n; y es adem¨¢s ennoblecida por la b¨²squeda, que a veces se aproxima al encuentro, del milagro cinematogr¨¢fico por excelencia, que es la captura de la sustancia del tiempo, sin duda la m¨¢s elevada y arriesgada haza?a que cabe emprender en una creaci¨®n de cine.
Dirigi¨® esta obra tr¨¢gica el escultor y documentalista Eterio Ortega. Y es Asesinato en febrero parte del doble paso -el otro es La espalda del mundo- del productor El¨ªas Querejeta para recuperar y dar nueva forma a las esencias del realismo documental cl¨¢sico, al que ¨¦l contribuy¨® hace d¨¦cadas con El desencanto, monumento del cine espa?ol que dirigi¨® Jaime Ch¨¢varri. Y ahora, desde angulaciones muy diferentes por imposici¨®n de la materia formalizada, se reanuda en Asesinato en febrero este glorioso hilo de cine, que da lugar a un suceso cinematogr¨¢fico de gran calado est¨¦tico y moral, hermoso y conmovedor, al que nadie debe dejar de asistir. .
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