Pilladas
La Generalitat se ha pillado los dedos en Aguas de Valencia. La entrada de Bancaixa y la CAM, que propiciaba Zaplana, se frustr¨® en el ¨²ltimo momento para que fueran Lubasa, Facsa y el Banco de Valencia (controlado por Bancaixa) los compradores del paquete de acciones del Banco Santander. El naviero Vicente Boluda, que preside la compa?¨ªa, habr¨ªa cerrado el caj¨®n sobre los dedos del Consell, seg¨²n la versi¨®n de quien todav¨ªa se resiente del golpe. Otros hablan de Luis Batalla y de Carlos Fabra, tan rebelde y airado ¨²ltimamente. El presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n habr¨ªa exclamado: '?Qu¨¦ pintan aqu¨ª esos de Alicante!'. En todo caso, en la 'valencianizaci¨®n' de la concesionaria del suministro a la capital por otro medio siglo (hasta ahora era una firma del grupo franc¨¦s Bouygues) ha pesado la idiosincrasia del empresariado local en relaci¨®n con los pol¨ªticos, aunque sean suyos: 'Ellos pasar¨¢n, pero nosotros nos quedamos'. Algo m¨¢s que los dedos se ha pillado Gonzalo Castillo en el congreso de la federaci¨®n de ense?anza de UGT. Entr¨® como secretario general reelegible y sali¨® apaleado. La mano de Rafael Recuenco en la jugada no se limit¨® a estrechar efusivamente la del nuevo dirigente de la Fete, Esteban Montesinos. Si la oposici¨®n al secretario general de UGT-PV, que empuj¨® a Castillo a encabezar una candidatura alternativa en el ¨²ltimo congreso del sindicato, quiere consolidar una cabeza visible, tendr¨¢ que dar la cara alguien con las espaldas cubiertas en su federaci¨®n. Si no, ser¨¢ el propio Recuenco quien decida el nombre de su sucesor. Pilladas de otro tipo asoman en el traj¨ªn de firmas 'dormidas' que se despiertan, crean uniones temporales con empresas conocidas y obtienen concursos de Bienestar Social. Si primero fue el caso de Lonerson Trade y los centros Mujer 24 Horas, ahora el diario Levante ha destapado el de Crespinell, SL, Siete Treinta, SL y cuatro residencias de ancianos que han acabado en manos de una constructora de Sevilla y un hotel de Tenerife. Se esfuerza el consejero Rafael Blasco en demostrar que no ha habido irregularidad administrativa ni ilegalidad alguna, lo que debe ser cierto. Ocurre que el argumento de las concesiones es demasiado intrincado para parecer impecable y el pulular de pillos de la Ribera excesivo para ser casual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.