Rossi hace lo que le da la gana

Esta vez opt¨® por cambiar de casco y ponerse uno especial, una r¨¦plica del que utilizara su padre, Graziano, en los tres grandes premios que gan¨® all¨¢ en el a?o 79. Como si va con la gorra, que al fin y al cabo es como gana. Valentino Rossi, de profesi¨®n mejor piloto del mundo, pr¨®ximo campe¨®n, si el destino no lo remedia, de la reci¨¦n estrenada categor¨ªa de MotoGP, logr¨® ayer el triunfo en Mugello, en Italia, en su casa, donde nunca lo hab¨ªa hecho desde que corre, y gana, en la m¨¢xima categor¨ªa del motociclismo mundial. Con la r¨¦plica del casco de su padre, Valentino Rossi hizo ayer lo que acostumbra a hacer domingo s¨ª y domingo tambi¨¦n, esto es, lo que le da la real gana.

Que le apetece ir en cabeza, va en cabeza; que prefiere ver c¨®mo anda alguno de sus rivales, pues le deja pasar, ve c¨®mo anda, y cuando le place se larga con una autoridad insultante, seguro que esbozando una sonrisa tras la pantalla de su casco. Y si el tipo al que supera, silbando si es necesario, responde al nombre de Max Biaggi, la alegr¨ªa es doble.

Enemigos ¨ªntimos, Biaggi nunca acept¨® de buen grado que Rossi le adjudicara un papel secundario en cada carrera. Cuatro t¨ªtulos consecutivos hab¨ªa conquistado Biaggi en los 250cc cuando dio el salto a la cilindrada superior, por entonces la de 500cc. All¨ª esperaba seguir reinando. Pero en el a?o 99 decidi¨® Rossi que ¨¦l tambi¨¦n deb¨ªa subir de categor¨ªa y desde entonces su nombre siempre aparece por delante del de Biaggi, por otra parte un piloto excepcional, el m¨¢s que probable ganador del Mundial de no ser porque existe Rossi.

Ayer, casi desde el primer instante, la l¨®gica se apoder¨® de la carrera y en cabeza se colocaron los cuatro corredores que pilotan las mejores motos, las dos Hondas de Rossi y el japon¨¦s Tohru Ukawa -que bati¨® el r¨¦cord de velocidad del circuito, en poder de Michael Doohan desde 1998- y las Yamaha de Biaggi y Carlos Checa. Estos dos ¨²ltimos, que estrenaban chasis en sus motos, pelearon por el segundo puesto durante algunas vueltas, una lucha de la que Checa sali¨® desfavorecido. Incluso perdi¨® la tercera plaza. Por delante, por supuesto, estaba Rossi. Que no ech¨® el resto hasta bien entrada la carerra. Dej¨®, incluso, que Biaggi le rebasara sin problemas. 'Pasa y tira t¨² un rato', bien pod¨ªa haberle dicho si no fuera porque no se hablan. Se coloc¨® el vigente campe¨®n a rueda de Biaggi y ah¨ª aguant¨®. Llegado el momento, se larg¨® con viento fresco y acab¨® sac¨¢ndoles, a Biaggi y al resto, medio segundo por vuelta.

En la lucha por el tercer puesto, Checa, que ten¨ªa un monumental enfado tras sufrir todos los problemas del mundo en el motor en los entrenamientos previos, acab¨® cediendo ante Ukawa, en una carrera que certific¨® varios puntos: el primero, que, ahora s¨ª, las motos de cuatro tiempos -utilizadas por todos los que estuvieron en cabeza- est¨¢n a a?os luz de las de dos tiempos; y el segundo, que Rossi sigue pas¨¢ndoselo pipa para desesperaci¨®n de un rival, apellidado Biaggi, que a su llegada al podio no salud¨® al que ocupaba el caj¨®n m¨¢s alto, el mismo que cuando, minutos antes, daba la vuelta de honor, hab¨ªa visto c¨®mo dos polic¨ªas le paraban y hac¨ªan el gesto de ponerle una multa. Por exceso de velocidad, se supone.