?Caramba con el mundial!
Molesto por las cr¨ªticas de la ONU hacia la pol¨ªtica de recogida y repatriaci¨®n de menores alien¨ªgenas, el se?or Moro, delegado del Gobierno en Ceuta que en el nombre lleva la penitencia, le ha dicho al Defensor del Pueblo que efect¨²e visitas por sorpresa para que compruebe que nada de lo que dice la ONU es cierto. Hay una pega: ?c¨®mo van a ser visitas por sorpresa si ya le ha dicho que las haga? Mucho es de temer que el se?or Moro haya emprendido una campa?a a lo Bienvenido m¨ªster Marshall y tenga al chavaler¨ªo vestido de zahones, sombreros cordobeses y faralaes, con el paisaje adobado en plan Tres lanceros bengal¨ªes, la m¨²sica de Ennio Morricone y los centros de acogida decorados como salones del far west. Porque, en caso de que se produzcan peleas, siempre resultar¨¢ m¨¢s natural que se peleen de vaqueros y no con navajas, aquel cobarde instrumento denostado ya por Sabino Arana, por no mencionar las pateras que se podr¨ªan repintar a lo Terra M¨ªtica a fin de emular desembarcos de cartagineses, porque ahora la aventura vende mucho. ?Tan costoso resultar¨ªa convertir Ceuta y Melilla en un parque tem¨¢tico?
Y es que la pol¨ªtica de inmigraci¨®n del Gobierno, aunque no sea de Ceuta ni se llame Moro, va a la deriva como ciertas embarcaciones que mejor ser¨ªa no volver a mentar. Resulta que aquel fastuoso plan de pagarles a los ecuatorianos para que fueran a su pa¨ªs, vieran y volvieran al nuestro, pero con ofertas de trabajo, se ha quedado en agua de borrajas, que es, por otra parte como ten¨ªa que quedar, dado que el empleo era en los campos, si bien para ellos ha significado quedarse en Ecuador, que es como una estafa. Pero es que tampoco funcionan los mecanismos arbitrados ad hoc, es decir, los destinados a conseguir que los poseedores de trabajo lo tramiten con los demandantes, que siempre est¨¢n lejos, en sus pa¨ªses de origen, o no ser¨ªan inmigrantes. Y a lo mejor es lo que dificulta la cosa, ya que nunca hemos sido buenos en lenguas; pero, si vamos a eso, tampoco en orejas, porque s¨®lo escuchamos lo que nos da la gana.
Bueno, pues esto que se llamaba el contingente -lo de las orejas no, sino lo del lobo, es decir, lo de c¨®mo pararle los pies una vez se le han visto las de o¨ªr-, ha resultado un fracaso estrepitoso puesto que s¨®lo se ha contingentado, con perd¨®n, a 353 trabajadores, cuyo logro deber¨ªa figurar en el BOE y tener por lo menos un pasodoble, como los ¨²ltimos de Filipinas o cualquier h¨¦roe porque tambi¨¦n los necesitamos; ?vamos a vivir siempre de los bomberos de Niu York? O sea que, mientras los fara¨®nicos proyectos del Gobierno se quedan en 353 escuetos regulares y regularizados merecedores de que les privaticen una empresa para ellos solos, la masa, que no sabe de estas cosas, sigue llegando en oleadas; con el agravante de que, por un lado, hay miles de ofertas que no quieren los espa?olitos, mientras que por otro hay miles de aspirantes extranjeros a trabajadores que les corren por detr¨¢s sin alcanzarlas. ?Tan dif¨ªcil es hacer coincidir una cosa con otra? Lo ser¨¢, porque hasta el Gobierno se ha sumado a la carrera y unas veces corre detr¨¢s del trabajo con un decretazo y otras detr¨¢s de la chusma con una ley que cambia m¨¢s que Arzalluz.
Una cosa es cierta, no se puede permitir que haya paro y gente que no quiera el trabajo que se le pueda ofrecer (aunque el otro d¨ªa el Inem, de acuerdo con el nuevo decreto, oblig¨® a un encofrador a presentarse en una empresa donde necesitaban... ?soldadores!); y otra cosa tambi¨¦n es cierta, que se deben regular la inmigraci¨®n y el trabajo a realizar, a fin de que quienes vengan puedan trabajar y vivir dignamente. En esto no hay mayor majader¨ªa que la de quien pretende que puede acogerse a todos sin l¨ªmite -?han pensado que son centenares, mejor, miles de millones los que no tienen nada en el mundo?-, ni peor soberbia que la de quien no reconoce que lo est¨¢ haciendo mal. Cara a la reuni¨®n de la UE en Sevilla se me ocurre que al menos se pod¨ªa paliar la cosa no poniendo barcos de guerra en los mares de Europa como quiere el brujo de Blair, sino repobl¨¢ndolos con tiburones y cocodrilos, porque as¨ª sac¨¢bamos partido al recalentamiento global que entibia nuestras aguas y proteg¨ªamos a las especies marinas, que es una acci¨®n muy buena.
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