Greenaway inicia en Barcelona el rodaje de su obra multimedia
El realizador narrar¨¢ su particular visi¨®n de la era nuclear.
La aventura multimedia de Peter Greenaway (Newport, Reino Unido, 1942) ha empezado a andar esta semana en Barcelona. M¨¢s concretamente, en la Estaci¨®n de Francia, mutada en una estaci¨®n de tren de la ciudad belga de Amberes en 1938. Las maletas de Tulse Luper, que as¨ª se titula, es el proyecto m¨¢s ambicioso del cineasta. En ¨¦l estar¨¢ enfrascado durante tres a?os, en los que quiere dar forma a tres largometrajes, una serie de televisi¨®n, tres discos compactos interactivos, tres libros, una p¨¢gina web y una exposici¨®n.
Todo tan complejo como lo que se propone contar: las andanzas de Tulse Luper (el actor J. J. Field) a trav¨¦s de los cinco continentes y a la b¨²squeda de 92 misteriosas maletas. De ¨¦stas, el cineasta quiere extraer tanto la historia personal de su personaje como una visi¨®n subjetiva de la era nuclear, desde 1928, momento en que se descubri¨® el uranio en Colorado, hasta 1989, cuando cay¨® el muro de Berl¨ªn y se certific¨® el fin de la guerra fr¨ªa. ?l mismo compar¨® su 'obra multimedia' con el mism¨ªsimo Quijote de Miguel de Cervantes, que defini¨® como 'la primera road movie'.
Y no precisamente porque Las maletas de Tulse Luper, en la que tambi¨¦n participan Jordi Moll¨¤ y Victoria Abril, entre un total de 92 actores, circule por los cauces de la narrativa cl¨¢sica. Al contrario, el propio Greenaway ha reconocido que se propone inaugurar un nuevo lenguaje art¨ªstico. No estar¨¢ narrada en sentido cronol¨®gico lineal, sino que en ella se intercalar¨¢n diversos flash-backs, y tiene su clave en la cifra 92, el n¨²mero at¨®mico del uranio: 'Esta pel¨ªcula servir¨¢ para decir adi¨®s al cine y buenos d¨ªas al nuevo lenguaje', dijo desafiante. El autor de El vientre del arquitecto ilustr¨® su teor¨ªa con un ejemplo: 'El cine es mejor transmitiendo atm¨®sferas que contando historias. Es muy posible que muchos de nosotros no nos acordemos del argumento de Casablanca. Sin embargo, todos podr¨ªamos decir algo sobre su ambiente'. 'He pensado en la generaci¨®n postelevisi¨®n, que es la audiencia del futuro y que se maneja a la perfecci¨®n con las nuevas tecnolog¨ªas', continu¨®. 'Por eso el proyecto tiene una escala casi enciclop¨¦dica'.
Pero m¨¢s all¨¢ del despliegue tecnol¨®gico y de la voluntad del cineasta de exponer su visi¨®n del siglo XX -'el siglo del uranio'-, Greenaway reconoci¨® que Las maletas de Tulse Luper, un proyecto en el que lleva trabajando m¨¢s de 15 a?os, tiene un 'trasfondo autobiogr¨¢fico'. 'El protagonista tiene algo de m¨ª cuando era joven', explic¨®. Tulse Luper es, seg¨²n definici¨®n de la sinopsis, un 'artista multidisciplinar' y un 'prisionero profesional'. Preguntado por esta segunda caracter¨ªstica, Greenaway afirm¨®: 'Todos somos prisioneros de algo. De nuestras ambiciones, del sexo, del amor, de nuestros pasaportes o nacionalidades'.
A juicio de J. J. Field, su personaje 'es un viajante, un coleccionista de cosas que encuentra en todas partes, un personaje que se desarrolla a trav¨¦s de sus experiencias en las prisiones m¨¢s diversas, donde tiene que mirar hacia s¨ª mismo, hacer un ejercicio de introspecci¨®n'. Jordi Moll¨¤ ser¨¢ su carcelero, aunque el actor sabe poco m¨¢s: 'No tengo ni idea de qu¨¦ va mi papel', asegur¨®. 'Llevo m¨¢s de 10 a?os como actor y he trabajado en historias muy diferentes, intentando comprender al director y el papel desde ¨¢ngulos muy diversos. Esta vez mi m¨¦todo ser¨¢ no saber nada de la historia'.
El rodaje de la primera parte de Las maletas de Tulse Luper se prolongar¨¢ durante las pr¨®ximas ocho semanas en Almer¨ªa, Gales, Budapest y Luxemburgo. El a?o pr¨®ximo, el director rodar¨¢ en el Museo Guggenheim de Bilbao. Y m¨¢s adelante volver¨¢ a Barcelona para rodar uno de los cap¨ªtulos de la serie de televisi¨®n, en la que la ciudad aparecer¨¢, esta vez s¨ª, como tal.
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