El precio de los atrasos en I+D
Investigadores valencianos reciben con seis meses de demora las ayudas del Plan Nacional
Buena parte de las pol¨¦micas ayudas del Plan Nacional de I+D, que anualmente convoca el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa, han comenzado a llegar las universidades valencianas, cinco y seis meses despu¨¦s de cerrado el ejercicio de 2001, al que naturalmente correspond¨ªan. La convocatoria era de enero de 2001, el plazo de presentaci¨®n de solicitudes finaliz¨® en marzo del mismo a?o y las 'propuestas favorables de financiaci¨®n' fueron remitidas a los equipos de investigaci¨®n entre los meses de octubre y noviembre para su aceptaci¨®n. Con ello, los investigadores ya conoc¨ªan de una manera informal la inclusi¨®n del proyecto en el Plan. La fecha esperada de inicio de los proyectos aprobados es del 28 de diciembre de 2001, pero la 'resoluci¨®n de concesi¨®n' de la ayudas ha ido llegando con cuentagotas a lo largo de los ¨²ltimos meses. El Secretario de Estado de Pol¨ªtica Cient¨ªfica, Ram¨®n Marim¨®n, ya se?al¨® en marzo de este a?o que los proyectos se estaban cargando a los presupuestos de 2002, pero, a¨²n ahora, algunos investigadores siguen sin cobrar. En todo caso, incluso para aquellos que ya han recibido las cantidades asignadas, una demora de este tipo, por otro lado in¨¦dita en anteriores convocatorias, ya ha tenido sus efectos.
'El retraso ha ocasionado graves inconvenientes', se?ala Juan Bisquert, del Departamento de Ciencias Experimentales de la Jaume I, 'tanto para la compra de equipos necesarios, que evidentemente se ha retrasado todo este tiempo, afectando las correspondientes investigaciones, como en la planificacion de viajes y asistencia a congresos, que hacemos durante el verano y constituyen un factor esencial de la investigaci¨®n'.
Para equipos grandes, como el de Gen¨¦tica Evolutiva que dirige el profesor Andr¨¦s Moya en la Universidad de Valencia y que tiene otros proyectos y contratos en marcha, 'el efecto no ha sido relevante por lo que respecta a pagar las facturas', como suceder¨ªa en 'grupos con recursos escasos, a los que los proveedores podr¨ªan dejar de suministrar sus productos por falta de pago'. Pero incluso en este caso, a pesar de poder empezar a trabajar en el proyecto (Evoluci¨®n adaptativa en virus de RNA, con una financiaci¨®n ministerial de cerca de 170.000 euros) aun sin tener la resoluci¨®n definitiva en la mano -'una decisi¨®n inc¨®moda', subraya Moya-, ha repercutido en la posibilidad de incorporar becarios al proyecto: 'Hemos perdido un candidato a la beca Cinc Segles de la Universitat', explica Moya, 'porque cuando el candidato hizo su solicitud ya ten¨ªamos aprobada la financiaci¨®n del proyecto, pero no la resoluci¨®n definitiva, que era lo que la convocatoria exig¨ªa'. En resumen, y como concluye el director del Instituto Cavanilles de Biodiversidad, 'es un efecto domin¨®'.
Un buen ejemplo de lo que ha pasado lo ofrece la Universidad de Valencia. Diferentes grupos de investigaci¨®n remitieron 173 solicitudes a la convocatoria de proyectos de investigaci¨®n Plan Nacional 2001 antes de la fecha l¨ªmite, que era el 9 de marzo de ese mismo a?o. Entre octubre y noviembre se recibi¨® la notificaci¨®n de propuestas favorables relativa a 82 proyectos, por un 33 % del importe total solicitado. Sin embargo, a fecha de 13 de junio s¨®lo 44 de estos proyectos hab¨ªan sido resueltos. 'En estos momentos, se est¨¢n enviando las resoluciones, pero todav¨ªa no ha llegado a las universidades todo el dinero', puntualiza Mar¨ªa Josep Cuenca, vicerrectora de Investigaci¨®n de la Universidad de Valencia. 'En los casos de proyectos que ya ten¨ªan la propuesta favorable comunicada, la universidad ha ido avanzando el dinero', a?ade Cuenca, cosa que no se podido hacer en los casos que han ido quedando pendientes, 'ya que no hab¨ªa ning¨²n documento que este cr¨¦dito se incorporar¨ªa al presupuesto de la universidad'. El problema ha sido la gran cantidad de tiempo -hasta seis meses, o m¨¢s, ya que el proceso no est¨¢ cerrado todav¨ªa- entre la comunicaci¨®n de la ayuda que llega al investigador, bien directamente o a trav¨¦s de la informaci¨®n colgada en Internet y la 'comunicaci¨®n oficial, que es la que permite avanzar la subvenci¨®n'.
Al ralent¨ª
Las consecuencias pr¨¢cticas de este proceso se han dejado notar en equipos de investigaci¨®n de todas las universidades. 'A nosotros, el departamento nos ha ayudado econ¨®micamente en lo relativo a infraestructura', se?ala Josep Llu¨ªs Canet, decano de la Facultad de Filolog¨ªa de la Universidad de Valencia, que solicit¨® una ayuda para el desarrollo del servidor web Parnaseo (http://parnaseo.uv.es), 'un ciber-paseo por la Literatura Espa?ola' que, como reza en su primera p¨¢gina, est¨¢ 'subvencionado por el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa'. Pero la resoluci¨®n ha llegado con cinco meses de retraso, de manera que, para empezar, el equipo de nueve personas que conduce el proyecto se ha quedado sin la participaci¨®n de becarios adscritos al mismo, como sucede en otros casos. 'Afortunadamente el servidor no se ha averiado en este tiempo', se consuela Canet, porque tambi¨¦n se ha paralizado el apoyo t¨¦cnico e inform¨¢tico y el desarrollo de las bases de datos, en particular una de fichas sobre teatro y otra sobre carteles teatrales del siglo XIX. Para m¨¢s inri, el proyecto 'se ha valorado econ¨®micamente en un 30 %' de lo solicitado, lo que imposibilita la incorporaci¨®n de nuevos sistemas (v¨ªdeos, la literatura como espect¨¢culo...) y es que, se lamenta el decano de Filolog¨ªa, 'se valoran mucho las patentes y en el caso de humanidades apenas hay patentes'.
Otro proyecto de humanidades afectado por un retraso de varios meses en la comunicaci¨®n oficial es el que desarrolla el profesor de la Universidad de Alicante Jos¨¦ Uroz, relacionado con el territorio de la Espa?a Citerior en la ¨¦poca romana republicana, que implica a media docena de investigadores. 'Hemos avanzado al ralent¨ª y ya no podemos invertir hasta septiembre', explica Uroz. Las implicaciones en este caso llegan al punto de no haber podido facilitar el traslado de colegas extranjeros a Alicante, 'porque hubiera tenido que pagar el billete de mi bolsillo'.
Pero lo que m¨¢s preocupa al historiador alicantino el plazo de entrega de resultados, ya que buena parte del tiempo previsto para el desarrollo del proyecto ha transcurrido en balde y, sin embargo, para el ministerio los proyectos figuran como iniciados en 28 de diciembre de 2001.
Este aspecto tambi¨¦n inquieta a Andr¨¦s Moya, director del Instituto Cavanilles de Biodiversidad de la Universidad de Valencia. 'Lo bueno vendr¨¢ cuando tengamos que presentar a final de a?o la Memoria de actividad', advierte. En anteriores convocatorias, el seguimiento del proyecto ven¨ªa siendo una cuesti¨®n sin transcendencia, ya que s¨®lo al final del tercer a?o se presentaba una memoria final de resultados y objetivos cubiertos, no en el terreno econ¨®mico, sino en el cient¨ªfico. Ahora, en cambio, se ha de aprobar la memoria anual de actividades. 'Su no aprobaci¨®n', agrega este catedr¨¢tico de Gen¨¦tica, 'puede ser determinante para no recibir la segunda anualidad'. En consecuencia, el investigador valenciano sugiere la necesidad de 'una manifestaci¨®n expl¨ªcita por parte de los gestores del ministerio para dar un visto bueno a todos esos proyectos que se han visto involucrados en una recepci¨®n tan tard¨ªa de la resoluci¨®n, al menos en su primera anualidad'.
Para Domingo Mart¨ªnez, profesor de F¨ªsica Aplicada de la Universidad de Valencia, la situaci¨®n es doblemente comprometida. Por una parte el proyecto subvencionado (sobre gases a altas presiones y temperaturas) est¨¢ coordinado con otro equipo, de la Universidad de la Laguna. Por otra, es su primer proyecto como investigador principal. Y, en tercer lugar, su equipo no tuvo ninguna notificaci¨®n oficial de resoluci¨®n hasta el 23 de mayo. Por suerte, le ha sido concedida el 100 % de la subvenci¨®n solicitada. Aun sin disposici¨®n presupuestaria, el grupo de investigadores valenciano, que se ocupa de la parte experimental, no ha dejado de trabajar, pero 'la parte m¨¢s novedosa del proyecto, la que se ocupa de las altas temperaturas, est¨¢ absolutamente parada', aclara Domingo Mart¨ªnez. Igualmente est¨¢ parada la adquisici¨®n de el nuevo equipo necesario, valorado en m¨¢s de 60.000 euros. Y en cuanto a la coordinaci¨®n de la parte experimental con la te¨®rica (de ¨¦sta se encargan los investigadores canarios), 'no se ha podido avanzar nada', explica el cient¨ªfico valenciano.
Convocatorias solapadas
La colaboraci¨®n de las universidades ha permitido paliar los efectos de la demora en resolver los proyectos del Plan Nacional de I+D. Asunci¨®n Contreras, de la divisi¨®n de Gen¨¦tica de la Universidad de Alicante, se?ala que, en su caso, no han 'dejado de pagar a las casas comerciales gracias al adelanto de la universidad', cifrado en 24.000 euros (4 millones de pesetas). Un dinero que, sin embargo, 'deber¨ªa estar gastado y justificado a finales de a?o'. Desde el Vicerrectorado de la Universidad Polit¨¦cnica no se ha considerado 'oportuno' valorar o facilitar informaci¨®n al respecto, 'ya que en estos momentos se est¨¢ procediendo al pago de los atrasos' y est¨¢n 'a la expectativa de la situaci¨®n se solucione'. El vicerrectorado de Investigaci¨®n de la Jaume I destaca que aunque la universidad pueda adelantar el dinero para comenzar la investigaci¨®n, 'el problema es que sin tener la certificaci¨®n de la concesi¨®n no puede comenzarse un proyecto'. El vicerrector Vicent Orts recuerda que 'ya se habla de una pr¨®rroga de seis meses' para los proyectos afectados. Maria Josep Cuenca, vicerrectora de la Universidad de Valencia, apunta que, aunque los proyectos puedan continuar seis meses m¨¢s transcurridos los tres a?os pertinentes desde diciembre del 2001, ello 'obligar¨¢ a solapar dos convocatorias', coincidiendo el momento la finalizaci¨®n de los actuales proyectos en marcha y el inicio de los nuevos. 'La situaci¨®n creada es de caos, inseguridad y falta de recursos', resume Cuenca. De hecho, alcanz¨® un punto cr¨ªtico cuando el mes pasado el rector de la Universidad de Valencia, Francisco Tom¨¢s solicit¨® una reuni¨®n urgente a la ministra Anna Birul¨¦s para abordar el tema. 'En nuestro caso', a?ade la vicerrectora de Investigaci¨®n, 'la situaci¨®n se ha visto agravada por la demora de muchas convocatorias acuton¨®micas, atribuidas a la creaci¨®n de la Oficina Valenciana de Ciencia y Tecnolog¨ªa'. Los responsables de la pol¨ªtica de investigaci¨®n han asegurado a las universidades que la situaci¨®n se normalizar¨¢ para el a?o pr¨®ximo, pero los comentarios entre los investigadores de a pie no son muy alentadores. Van del 'parece que al Gobierno la investigaci¨®n cient¨ªfica le da risa' a 'lo del ministerio, va a peor'.
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