Servicios m¨ªnimos
La l¨®gica de la comunicaci¨®n obliga a sustituir aceleradamente una pol¨¦mica por otra. A¨²n no se han agotado los ecos de un debate p¨²blico cuando ya asoman por el horizonte los primeros perfiles del siguiente. Es una pena, pero as¨ª funcionan los medios. Lo contrario ser¨ªa m¨¢s parecido a un ensayo pol¨ªtico o a una mesa redonda en un congreso. Por eso, nos hemos enzarzado en la aburrida -e in¨²til- disputa de la cifra de los huelguistas, antes de haber resuelto la cuesti¨®n, m¨¢s enjundiosa a mi parecer, de los servicios m¨ªnimos. Porque todos sabemos que la evaluaci¨®n exacta del n¨²mero de huelguistas, como la del metro cuadrado de manifestante, es imposible, y de ah¨ª las oscilaciones estimativas que, seg¨²n puntos de vista, han ido de un diez a un ochenta por ciento o desde la pr¨¢ctica normalidad hasta la paralizaci¨®n total. A veces hubo hasta gloriosas contribuciones semi¨®ticas de Canal 9, como el reportaje en el que se quer¨ªa dar a entender que en Valencia abri¨® todo el comercio salvo -?qu¨¦ casualidad- una conocida librer¨ªa en cuya persiana bajada se recreaban las im¨¢genes.
En cambio, la evaluaci¨®n de los servicios m¨ªnimos es f¨¢cil de establecer y, adem¨¢s, se hace antes de la huelga: ?cu¨¢ntos autobuses, trenes o aviones deber¨¢n circular, cu¨¢ntas consultas m¨¦dicas deber¨¢n atender pacientes, cu¨¢ntas panader¨ªas deber¨¢n abrir? Sin embargo, lo que no se suele decir, me parece, es que la huelga misma responde a un incumplimiento de servicios m¨ªnimos mucho m¨¢s importantes que los que acabo de esbozar. Toda sociedad tiene derecho a que se vean cubiertos una serie de m¨ªnimos en sanidad, educaci¨®n, nivel de renta y derechos fundamentales de la persona. En el fondo, cuando estalla una huelga general no es porque el gobierno haya cometido esta o aquella pifia legislativa (que tambi¨¦n), sino sobre todo porque se ha encendido la luz roja de los servicios m¨ªnimos que de verdad tienen importancia.
Servicios m¨ªnimos educativos. He aqu¨ª que, en teor¨ªa, toda la poblaci¨®n espa?ola comprendida entre los cuatro y los diecis¨¦is a?os se halla escolarizada y, encima, se est¨¢ perge?ando un plan de calidad para mejorar su capacitaci¨®n.
Pero, ?es esto verdad? ?Qu¨¦ quiere decir estar escolarizado? Resulta que, seg¨²n el nivel de renta de los alumnos (o sea, crudamente, seg¨²n su clase social), a unos los hacinan en barracones con un n¨²mero excesivo de estudiantes por aula y una mezcla de situaciones acad¨¦micas explosiva, mientras que a otros los llevan a colegios privados (eso s¨ª, subvencionados) en los que no se admiten repetidores ni escolares conflictivos. ?De verdad se cumplen los servicios m¨ªnimos en educaci¨®n?
Servicios m¨ªnimos sanitarios. En teor¨ªa, una vez m¨¢s, todos tienen derecho a la sanidad p¨²blica y esta los atiende con eficiencia y rapidez. En la pr¨¢ctica, s¨®lo se cumple la mayor, suele haber eficiencia, pero, desde luego, no hay rapidez. ?A cu¨¢ntos ciudadanos de rentas modestas no los habr¨¢n tenido meses esperando un an¨¢lisis que ten¨ªa que haberse hecho al d¨ªa siguiente de detectarse los primeros s¨ªntomas? ?Cu¨¢ntos de ellos no han peregrinado de consultorio en consultorio hasta que fue demasiado tarde para que el especialista pudiese hacer algo por ellos? Y, sin embargo, hay ciudadanos que ni se imaginan lo que es la angustia de ver c¨®mo la mancha o el bulto se agrandan de d¨ªa en d¨ªa mientras sigue sin llegar la carta de cita para el an¨¢lisis o para la consulta. Cuesti¨®n de dinero, tambi¨¦n ahora: los seguros privados y los especialistas de renombre no hacen esperar.
Servicios m¨ªnimos ambientales. ?Cu¨¢ntos ciudadanos espa?oles no han visto en su vida un bosque limpio, una playa sin basura, un r¨ªo sin contaminar, un parque sin jeringuillas y excrementos de todo tipo? M¨¢s de los que creemos. No es una casualidad que los mejores parques urbanos y las mejores zonas de recreo est¨¦n junto a las viviendas de mayor precio por metro cuadrado. En esto, uno acaba por no saber qu¨¦ fue antes, si el huevo o la gallina, si las urbanizaciones m¨¢s caras se instalaron junto a las zonas mimadas por el Ayuntamiento o fue al rev¨¦s. Una cosa es segura: los habitantes de los barrios m¨¢s degradados, aun habiendo contribuido a veces a que est¨¦n como est¨¢n, no son realmente los culpables.
Servicios m¨ªnimos de bienestar. ?Con cu¨¢ntos euros mensuales se puede sobrevivir en este pa¨ªs? El salario m¨ªnimo dice una cosa, pero la realidad afirma otra bien distinta. Porque el concepto de salario m¨ªnimo supone que este se va a percibir regularmente mes tras mes y, sin embargo, sabemos que no es as¨ª. M¨¢s a¨²n: el salario m¨ªnimo se ha establecido por individuo, pero no por unidad familiar, a pesar de que el nacimiento de cada hijo representa un incremento exponencial de los gastos totales, precisamente porque es preciso acudir a todas las v¨ªas de agua abiertas por la precariedad de los servicios m¨ªnimos anteriores. Pero no s¨®lo de pan vive el hombre. Adem¨¢s, este es un pa¨ªs en el que bandas de j¨®venes borrachos devastan cada fin de semana barrios enteros en noches interminables ante la impotencia del vecindario. Este es un pa¨ªs en el que casi cada d¨ªa muere una mujer v¨ªctima de malos tratos por parte del marido, novio o simple conocido que se cree con derechos sobre ella. Este es un pa¨ªs en el que despreciamos a los extranjeros pobres porque supuestamente nos quitan los trabajos que no queremos para nosotros. Este es un pa¨ªs en el que quien m¨¢s quien menos ha terminado haciendo suyo el aforismo 'pisa antes de que te pisen'. Conclusi¨®n: puede que los ¨ªndices econ¨®micos vayan viento en popa, puede que nuestra presencia y nuestro prestigio en los foros internacionales hayan aumentado, puede que la cultura espa?ola est¨¦ viviendo una edad de oro (que visto lo que se lee, contempla y escucha mayoritariamente, desde luego que no), puede. Mas todo esto no sirve de nada si no se cumplen los servicios m¨ªnimos. Y los servicios m¨ªnimos, por desgracia, se vienen incumpliendo de manera sistem¨¢tica. De eso tendr¨ªan que hablar los sindicatos y el gobierno, y no del sexo de los ¨¢ngeles. ?Estamos?
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