KURNIKOVA YA NO ES LA M?S 'SEXY'

A la tenista rusa Anna Kurnikova no s¨®lo la han eliminado de la competici¨®n en la primera ronda del torneo de Wimbledon; tambi¨¦n ha perdido su trono en el r¨¢nking de las jugadoras 'm¨¢s sexy', a manos de su nueva rival en la competici¨®n de las m¨¢s bellas sobre las pistas, Daniela Hantuchova, a quien ya se le apoda como Las piernas de Eslovaquia. Seg¨²n aseguraba el Daily Mail, Hantuchova ha sido votada como la tenista cuya mera presencia consigue acaparar las m¨¢s altas cotas de inter¨¦s sexual en los torneos. Kurnikova ha visto c¨®mo su palmito ha sido relegado al segundo lugar entre las jugadoras m¨¢s deseadas, seguida por la austriaca Barbara Schett, mientras que la canaria Marta Marrero ocupa la octava posici¨®n. Los espectadores de Wimbledon pueden seguir de cerca la evoluci¨®n de la rivalidad que parece haber crecido entre Kurnikova y Hantuchova. Al parecer, la rusa aconsej¨® a comienzos de a?o a la nueva 'ni?a bonita' del tenis, de 19 a?os, que 'deber¨ªa aprender m¨¢s para jugar los dobles'. Hantuchova, por su parte, argument¨® que prefer¨ªa 'concentrarse en su juego', cosa que, seg¨²n a?adi¨®, 'no le ocurre a Kurnikova'. Aunque admiti¨® que se sent¨ªa 'halagada' ante la enorme atenci¨®n que sus espectaculares piernas -m¨¢s largas que las de su compa?era rusa- han despertado en el torneo, si bien sus intervenciones con la raqueta tambi¨¦n merecen todo tipo de elogios. Ayer, Kurnikova dio muestra de su mal genio cuando dej¨® plantado a un periodista de la BBC que hab¨ªa insinuado que la jugadora se encuentra en un momento delicado en cuanto a autoestima se refiere. Kurnikova, que perdi¨® con su compatriota Tatiana Panova por 6-1, 4-6 y 6-4, no acogi¨® demasiado bien las preguntas que le hab¨ªa preparado el presentador Garry Richardson, de la BBC, y decidi¨®, sin m¨¢s, en la grabaci¨®n previa de la entrevista, levantarse de su asiento y abandonar el estudio. Kurnikova est¨¢ avisada por sus patrocinadores de que, si no gana un torneo pr¨®ximamente, podr¨ªa perder sus suculentos contratos.