El Taranto, la Capilla Sixtina del cante jondo
La tradici¨®n de cante en El Taranto, la pe?a flamenca cuya sede -los aljibes ¨¢rabes del siglo XI- no era m¨¢s que un almac¨¦n municipal hasta que un grupo de ciudadanos con sensibilidad art¨ªstica y cultural lo reclamaron para uso y disfrute del flamenco, est¨¢ pre?ada de leyendas. Desde su origen, en 1963, pasar por sus abovedados techos e inspirar su olor a h¨²medo se ha traducido como la toma de alternativa para muchas de las figuras jondas m¨¢s relevantes del siglo XX. Por all¨ª han cantado, palmeado y tocado todos los que han sido y todos los que son. S¨®lo de esta pe?a dijo el maestro Antonio Cruz Garc¨ªa, Antonio Mairena, que era la 'Capilla Sixtina del flamenco'.
No en vano fue all¨ª donde Mairena cant¨® por ¨²ltima vez en p¨²blico un 14 de mayo de 1983, hecho 'hist¨®rico' que sus socios rememoran en una sencilla placa junto al tablao que ha visto pasar a titanes como Camar¨®n, Paco Vallecillo, Juan Carmona El Habichuela, Menese, Morente, Gerena, Tomatito, Pepe el de La Matrona, Fernando de Utrera, Terremoto de Jerez, Antonio N¨²?ez El Chocolate, Carmen Linares o Jos¨¦ Merc¨¦.
'La gran proeza del Taranto fue la de concentrar en los aljibes a personas de diferentes tendencias e ideas estando todav¨ªa vivo Franco y en una Almer¨ªa aislada social y culturalmente', explica el presidente de la pe?a, Alfredo S¨¢nchez. El flamenco se utiliz¨® en aquellos a?os como veh¨ªculo simpar de protesta por boca de cantaores como Jos¨¦ Menese o Enrique Morente, que no dudaron en tomar las rebeldes letras con marcado car¨¢cter social de Francisco Moreno Galv¨¢n. 'Yo, entonces, era estudiante y me colaba en los recitales junto a mi amigo Antonio Zapata. No nos sent¨ªamos inc¨®modos. Aqu¨ª se juntaban todos los estamentos sociales y gente del barrio de la Pescader¨ªa y los barrios m¨¢s flamencos de la ciudad', rememora Alfredo S¨¢nchez.
Libro de firmas
El libro de firmas que la pe?a conserva constituye, sin duda, uno de sus m¨¢s preciados tesoros que dan cuenta de la trayectoria labrada por los aficionados al flamenco en torno al embrujo de los aljibes. Pol¨ªticos como Manuel Fraga o Julio Anguita e intelectuales como Rafael Alberti han estampado all¨ª sus gui?os y r¨²bricas a la meca del flamenco. Las grabaciones de 'todos los recitales' celebrados en aquel s¨®tano entra?able representa tambi¨¦n otro de los valores intangibles y casi incalculable de su patrimonio.
Olvidado ya el cap¨ªtulo de conflictos que la pe?a vivi¨® entre 1995 y 1999 a cuenta de una remodelaci¨®n financiada por la Junta -que le vali¨® al Ayuntamiento para intentar 'recuperar' el patrimonio hist¨®rico y sacar al Taranto de su sede hist¨®rica- la primera asociaci¨®n inscrita como tal en el Gobierno Civil en 1965 enfila ahora sus 40 a?os de existencia.
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