Armon¨ªas zul¨²es
Ni un instrumento a la vista. Diez gargantas a palo seco. Bueno, acompa?adas de sencillas y eficaces coreograf¨ªas de brazos y piernas que remiten a la tradici¨®n zul¨². No son comparables estos diez surafricanos a esos grupos que, como los cubanos Sampling, usan sus voces como si se tratara de instrumentos. En Ladysmith Black Mambazo son las armon¨ªas vocales -siete bajos y tres tenores- las que priman. Y la estructura de llamada y respuesta. Para entendernos, una mezcla de gospel y cantos de trabajo con caracter¨ªsticas propias del ?frica austral.
Se llaman Ladysmith -por su ciudad de procedencia- Black -en referencia al buey negro- Mambazo -t¨¦rmino zul¨² para designar el hacha-. Cantan una plegaria a Dios tras la tempestad que ha destruido sus hogares (Homeless), a quienes padecieron la c¨¢rcel y el exilio, o una antigua melod¨ªa de tajo convertida en c¨¢ntico de ¨¢nimo a los deportistas surafricanos. En algunos momentos con toques de humor. Hay que tenerlo, y probablemente mucha fe tambi¨¦n, para pronunciar la palabra paz, como hizo Joseph Shabalala, cuando a su mujer, Nellie, la acaban de asesinar. Justo a los diez a?os de que a su hermano Headman Shabalala un guardia de seguridad lo eliminara de otro disparo.
Ladysmith Black Mambazo
Joseph Shabalala (voz principal), Albert Mazibuko, Sibongiseni Shabalala, Thamsanqa Shabalala, Thulani Shabalala, Msizi Shabalala, Jockey Shabalala, Abednego Mazibuko, Russel Mthembu y Jabulani Dubazana (voces). Auditorio Parque Torres. Cartagena, 3 de julio.
Fue Shabalala, Joseph, el fundador de Ladysmith Black Mambazo en los a?os sesenta. Su m¨¢xima popularidad la deben los surafricanos a Paul Simon, que recurri¨® a ellos para grabar Graceland en 1986 y se los llev¨® de gira por el mundo. Desde aquellos d¨ªas han sido testigos privilegiados del final del abominable apartheid, cantando en la toma de posesi¨®n de Mandela como presidente. Y su aparici¨®n en Barrio S¨¦samo es todo un hito en la historia del veterano programa de televisi¨®n.
Joseph Shabalala mueve su canto sobre los acordes sostenidos por el grupo, en un estilo coral masculino que naci¨® entre los trabajadores negros que se instalaban cerca de las minas surafricanas, muy lejos de sus hogares. Dej¨® salir su vena pedag¨®gica al ense?ar algunas palabras en zul¨² al respetable y a canturrear un trocito de canci¨®n. Se despidi¨® con el himno de la lucha contra la discriminaci¨®n racial, hoy himno nacional de ?frica del Sur. ?Ngiyabonga! (Gracias), se?or Shabalala.
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