'Uno hace los personajes que trae dentro'

Es una mujer que acrecienta la tradici¨®n en Am¨¦rica Latina de la comuni¨®n entre periodismo y literatura o literatura y periodismo. Da igual el orden. El tiempo ha borrado las fronteras. Medio siglo en su caso, en el que Elena Poniatowska (Par¨ªs, 1932) ha zigzagueado por aquellos predios de las letras. Cincuenta a?os en los cuales la escritora de padre polaco y madre mexicana ha dejado testimonio de la manera como el destino ha ido forjando la historia de su pa¨ªs. Un M¨¦xico y una ¨¦poca fragmentados en 34 libros y centenares de reportajes y art¨ªculos de prensa alentados por las voces de quienes han protagonizado cada uno de los episodios de esa vida en la que Poniatowska rompe el silencio.

PREGUNTA. ?Es tan irresistible la alianza periodismo y literatura en Am¨¦rica Latina como parece, al menos para los grandes escritores?

RESPUESTA. Aqu¨ª la realidad es muy fuerte. Todo lo avasalla. Por eso es dif¨ªcil permanecer ajena a esa realidad que ves todos los d¨ªas. De ah¨ª que a un escritor no le sea f¨¢cil sustraerse a no escribir sobre los temas que le rodean.

P. ? Cu¨¢l es el principal aporte de esa profesi¨®n para escribir literatura?

R. El entrenamiento y la disciplina. Aprender a escribir en cualquier circunstancia. A no esperar la llegada de la musa porque hay que ganarle al tiempo. Aunque siempre temo a la hoja en blanco, pero entonces me digo: 'Vamos a ver de cu¨¢l cuero salen m¨¢s correas'.

P. Y en su caso sabemos de cu¨¢l.

R. Lo malo es quedarse mucho tiempo haciendo periodismo. Pero la verdad es que es dif¨ªcil salirse de ¨¦l. Despu¨¦s de que el periodismo lo pica a uno no es nada f¨¢cil librarse de ¨¦l.

P. En sus novelas abundan los personajes inconformistas, rebeldes, un poco ind¨®mitos.

R. Resulta que est¨¢n desencantados consigo mismos. Como yo. Son un reflejo de la propia personalidad. Es que la literatura funciona como psicoan¨¢lisis. En ella vaciamos nuestro subconsciente. Es una catarsis muy ben¨¦fica. Uno hace los personajes que trae dentro.

P. ?De d¨®nde cree que le viene esa atracci¨®n por personajes 'frustrados o apocal¨ªpticos' como reconoci¨® un d¨ªa?

R. Una parte por mi apellido de origen eslavo. Siempre andamos buscando rasputines; esperamos que las soluciones lleguen. Los mexicanos esperan ese gu¨ªa. Padecen una enfermedad: la busca del padre.

P. En su universo literario en el mundo y la vida hay desaf¨ªos importantes como el del amor, en el que parece que tiene poca fe.

R. Un amor pleno y que se cumple finalmente no provoca mayor curiosidad. Romeo y Julieta, por ejemplo, si hubieran vivido juntos, engordado juntos, envejecidos juntos ?qu¨¦ inter¨¦s tendr¨ªan?

Entonces la voz de jovencita de la escritora se apaga. Al momento intento surgir y se arrepiente, pero al instante su voz vuelve evocando un verso de Jaime Sabines: 'Amor m¨ªo, mu¨¦rete'.

Y contin¨²a su planteamiento argumentando que 'la muerte es la soluci¨®n del amor'.

P. La tristeza tambi¨¦n deambula en sus libros.

R. Creo que todos tenemos un fondo de tristeza. Pero tambi¨¦n una gran capacidad de energ¨ªa.

P. Por qu¨¦ ese fondo de tristeza.

R. Por una inocencia perdida. La del Para¨ªso. Somos los expulsados.

P. ?Habr¨¢ algo de eso en su nueva novela? Va de un ferrocarrilero, ?no?

R. No la he empezado a¨²n. Pero ¨¦se es el tema, los ferrocarriles que en M¨¦xico ya se murieron. Es un tributo, una forma de rescatarlos.