La fiscal¨ªa apoya la recusaci¨®n de un procesado a 8 jueces de la Audiencia
El ministerio p¨²blico respalda la petici¨®n del militar argentino Scilingo
La fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional ha apoyado la recusaci¨®n del presidente y otros siete magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional presentada por el militar Adolfo Scilingo, procesado por el juez Baltasar Garz¨®n por su participaci¨®n en delitos de genocidio y terrorismo ocurridos durante la dictadura militar argentina. Es la primera vez que se produce una circunstancia de estas caracter¨ªsticas en la historia judicial espa?ola. El caso deber¨¢ ser resuelto por una sala especial.
Adolfo Scilingo es un militar que estuvo destinado, durante los a?os de la dictadura argentina, en la Escuela Superior de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA), que se convirti¨® en el centro m¨¢s conocido de torturas. All¨ª particip¨® en los denominados 'vuelos de la muerte', en los que los marinos de la ESMA arrojaban al mar desde aviones en vuelo a los detenidos drogados, aunque todav¨ªa vivos. Scilingo confes¨®, primero en Argentina y luego ante el juez Garz¨®n, que particip¨® personalmente en dos de esos vuelos.
Vino para colaborar con la justicia y denunciar a sus compa?eros de armas, los de la ESMA -Garz¨®n tiene procesados a 121 en la causa del genocidio de Argentina-, pero el juez tambi¨¦n le proces¨® a ¨¦l y le meti¨® en prisi¨®n preventiva.
'Caso Soria'
Mientras tanto, en la misma causa, los magistrados Francisco Castro, Luis Mart¨ªnez de Salinas y Flor S¨¢nchez, ampar¨¢ndose en un auto del Tribunal Supremo sobre el caso Otegi, denegaron la jurisdicci¨®n espa?ola para perseguir a Herman Julio Brady Roche, que fue ministro de Defensa en Chile en 1976 y estaba al mando de las tropas que supuestamente torturaron y asesinaron al espa?ol Carmelo Soria el 14 de julio de 1976.
El recurso contra esa decisi¨®n, interpuesto por el abogado Joan Garc¨¦s, en representaci¨®n de la familia de Soria, deb¨ªa ser resuelto por el pleno de la Sala de lo Penal, puesto que afectaba a la jurisdicci¨®n espa?ola para perseguir delitos de genocidio y terrorismo.
Sin embargo, Scilingo, que aprovech¨® para solicitar de nuevo su libertad, recus¨® a todos los magistrados de la Sala que ya resolvieron el 4 de noviembre de 1998 que Espa?a era competente para perseguir esos delitos. Se trata del presidente, Siro Garc¨ªa, y los magistrados Carlos Cez¨®n, Jorge Campos, Juan Jos¨¦ L¨®pez Ortega, Carlos Ollero, Manuela Fern¨¢ndez Prado, Jos¨¦ Ricardo de Prada y Antonio D¨ªaz Delgado. Otros tres magistrados, Francisco Castro, ?ngela Murillo y Luis Mart¨ªnez, ya se hab¨ªan abstenido.
Lo extra?o del caso no es la recusaci¨®n de Scilingo, sino el apoyo del fiscal del caso, Pedro Rubira, con el visto bueno del fiscal jefe, Eduardo Fungairi?o. La fiscal¨ªa considera que se trata de preservar la imparcialidad objetiva, ya que los citados magistrados ya se pronunciaron sobre la competencia espa?ola y por ello 'formaron su convicci¨®n de culpabilidad'.
Sin embargo, los magistrados no est¨¢n en el tr¨¢mite de juzgar a Scilingo, sino de resolver en pleno si revocan o confirman el auto de la Secci¨®n Tercera que imped¨ªa perseguir a Herman Julio Brady por el genocidio de Chile en el que fue asesinado Soria. El asunto ser¨¢ ahora resuelto por una sala especial compuesta por el presidente de la Audiencia, los presidentes de Sala y los magistrados m¨¢s antiguo y m¨¢s moderno de cada Sala.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.