Traslados sin destino

Los cientos de inmigrantes sin papeles llegados a Canarias -unos mil por mes en el ¨²ltimo a?o- han puesto a los servicios de acogida y de atenci¨®n higi¨¦nico-sanitaria de las islas al borde del colapso. Pero ni el Gobierno central ni el auton¨®mico quieren responsabilizarse del asunto. Uno por otro, la situaci¨®n se pudre, dando lugar a que el sentimiento xen¨®fobo crezca o a que algunos responsables p¨²blicos, como el alcalde de Las Palmas, del Partido Popular, opte por quitarse de encima a los inmigrantes mediante el expeditivo m¨¦todo de enviarlos a la Pen¨ªnsula por avi¨®n sin contar con nadie.

Ninguna administraci¨®n p¨²blica, estatal, auton¨®mica o local, puede actuar como si los problemas de la inmigraci¨®n irregular, asistenciales o administrativos, no fueran con ella. Todas tienen que mojarse y aceptar su cuota de responsabilidad. En primer lugar, el Gobierno central, por la sencilla raz¨®n de que tiene en sus manos las principales competencias en la materia. Por ello, es impresentable que se demoren o abandonen obras pactadas con el Gobierno canario para construir nuevos centros de acogida y de internamiento de inmigrantes. O que no se haya enviado ning¨²n juez de apoyo a Fuerteventura, la isla m¨¢s afectada por la llegada de pateras, para que las decisiones de internamiento o expulsi¨®n se hagan con todas las garant¨ªas del Estado de derecho y no a bulto y sin ver u o¨ªr al afectado, seg¨²n denuncia del Defensor del Pueblo.

Pero la responsabilidad del Gobierno central no acaba ah¨ª. No pocos de los inmigrantes irregulares llegados a Canarias se quedan porque no se sabe a qu¨¦ pa¨ªs expulsarlos. En estos casos, la Ley de Extranjer¨ªa no sirve para nada; es papel mojado. Esa bolsa de inmigrantes irregulares sin derechos, que no pueden trabajar, pero que necesitan comer y ser atendidos si caen enfermos, exigir¨ªa una pol¨ªtica solidaria de reparto entre comunidades aut¨®nomas, auspiciada desde el Gobierno, pues es obvio que el problema deborda a Canarias. Sin embargo, el Gobierno ha optado por trasladar a una parte de estos inmigrantes a Madrid y soltarles en sus calles con una orden de expulsi¨®n inejecutable y sin posibilidad legal de vivir y trabajar en Espa?a. Igual que hizo en su momento el alcalde de Las Palmas, lo que mereci¨® una fuerte reprimenda del Defensor del Pueblo por efectuar el traslado 'sin previsi¨®n alguna' y dejar abandonadas a su suerte a personas 'sin medio alguno de vida y sin saber qu¨¦ hacer'. Luego, el Gobierno dir¨¢ que la delincuencia se nutre sobre todo de la inmigraci¨®n irregular y se quedar¨¢ tan tranquilo.