No hay vida en el Llobregat

El pasado viernes 12 de julio, apareci¨® un art¨ªculo con una fotograf¨ªa del tramo final del r¨ªo Llobregat a su paso por el puente de Mercabarna, firmado por Dulce Valero, cargado de buena esperanza pero, a mi juicio, falto de rigor period¨ªstico. No es cierto que la macrodepuradora reci¨¦n inaugurada est¨¦ depurando las aguas fecales de un mill¨®n de ciudadanos. Lo ¨²nico que hace es filtrar y enviar las aguas con todos sus detritus a un emisario submarino, que desagua a 3,5 kil¨®metros de la costa.

Si la periodista se hubiera asomado al r¨ªo en el lugar que aparece en la fotograf¨ªa, creo que habr¨ªa rectificado ese tono triunfalista que nos quiere hacer creer el mism¨ªsimo Ayuntamiento. Ese tramo de r¨ªo emite un hedor impresionante, habida cuenta de que son 50 a?os de arrastrar enormes cantidades de detritus y componentes qu¨ªmicos, venenosos para la fauna y la flora. En ese tramo de r¨ªo existe m¨¢s de un metro de lodo altamente contaminante y peligroso, con restos de cromitas, colorantes y ¨¢cidos, la mayor¨ªa con alto poder venenoso. No entiendo la historia de ese min¨²sculo crust¨¢ceo que dicen que han encontrado en las aguas.

Todav¨ªa hoy bajan por el r¨ªo los desechos de la industria de la piel de la cuenca del Anoia, a trav¨¦s del llamado tubo del gobernador, que desemboca en el r¨ªo entre Sant Boi y Cornell¨¤. La capacidad de autodepuraci¨®n del r¨ªo es muy incierta, por la sencilla raz¨®n de que en estos meses de est¨ªo el cauce a la altura dl lugar donde desemboca el tubo del gobernador es casi nulo. Lo que aparentemente baja por ¨¦l son residuos industriales.