Edward Lee Howard, agente de la CIA que se pas¨® a Mosc¨²
Edward Lee Howard, el ¨²nico agente de la CIA que se pas¨® a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, en 1985, cuatro a?os antes de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, muri¨® el pasado d¨ªa 12 en su dacha rusa, al parecer por un accidente dom¨¦stico que le hizo partirse el cuello, seg¨²n los informes recibidos por la Embajada de Estados Unidos en Mosc¨². La muerte la confirm¨® Richard A. Boucher, portavoz del Departamento de Estado. Sin embargo, en una nota de la agencia rusa RIA-Novosty, un an¨®nimo agente de los servicios rusos de espionaje neg¨® esta versi¨®n de la muerte, aunque s¨ª confirm¨® la misma.
Edward Lee Howard, que ten¨ªa 50 a?os, huy¨® de Estados Unidos en 1985, a trav¨¦s del desierto de Nuevo M¨¦xico, auxiliado por su mujer, Mary, que despist¨® a los agentes del FBI que segu¨ªan a la pareja simulando, con un mu?eco de trapos y una peluca, que su esposo todav¨ªa viajaba con ella en un coche. Asimismo, Howard dej¨® conectado su tel¨¦fono a un magnet¨®fono con su voz, lo que despist¨® a los agentes del FBI que interven¨ªan su tel¨¦fono y que pensaron segu¨ªa en su casa.
Howard viaj¨® a la Uni¨®n Sovi¨¦tica y apareci¨® p¨²blicamente en Mosc¨² el 7 de agosto de 1986, donde anunci¨® que ped¨ªa asilo pol¨ªtico. Howard hab¨ªa sido obligado a abandonar la CIA en 1983, tras detectarse en un test que era autor de peque?os hurtos y que usaba drogas. En esa ¨¦poca estaba siendo entrenado para vivir en Mosc¨² con su mujer, formando un equipo. En 1984 fue sometido a vigilancia por los agentes estadounidenses, ya que se sospechaba que hab¨ªa vendido en Austria informaci¨®n a los sovi¨¦ticos, informaci¨®n que pon¨ªa en peligro la red de agentes estadounidenses en la URSS.
Como consecuencia de las informaciones supuestamente vendidas por Howard, varios diplom¨¢ticos estadounidenses fueron expulsados de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. David Wise, autor del libro The spy who got away (editorial Random House, 1988), que cuenta la vida de Howard, declar¨® que un sovi¨¦tico, Adolf Tolkachev, fue ejecutado por la delaci¨®n de Howard, quien siempre refut¨® la acusaci¨®n.Howard, que admiti¨® sus contactos con el KGB, escribi¨® sus propias memorias en 1995, auxiliado por Richard Cote. En ellas niega que delatara a los sovi¨¦ticos la red de agentes americanos en Rusia. Desde que se exili¨®, Howard ten¨ªa un apartamento en Mosc¨² y una dacha (casa de campo) en una zona de prestigio, Zhukovka, donde viv¨ªa una buena vida, con una identidad falsa pero no muy secreta, aunque ya antes de su deserci¨®n ten¨ªa problemas con el alcohol.
Su mujer, Mary, y su hijo, Lee, nacido en 1983, lo visitaron varias veces en Mosc¨².
Seg¨²n Mark Kramer, un especialista del Davis Center de Estudios Rusos de la Universidad de Harvard, Howard jug¨® un papel secundario, pero que se convirti¨® en principal, al servir para encubrir el trabajo del tambi¨¦n agente estadounidense Aldrich H. Ames, que fue arrestado en 1994 y que s¨ª fue el que vendi¨® a los rusos las redes de espionaje estadounidenses en Rusia.
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