El Senado de EE UU investiga la implicaci¨®n de Citigroup y J. P. Morgan en el esc¨¢ndalo de Enron
El Senado de Estados Unidos empez¨® ayer a analizar si la quiebra y el enga?o a los inversores de la empresa energ¨¦tica Enron hubiera sido posible sin la complicidad activa de Citigroup y J. P. Morgan, los dos mayores bancos del pa¨ªs, que aparentemente proporcionaron a la firma tejana los medios para hacer figurar como operaciones comerciales reales lo que no eran sino transacciones ficticias. La apertura de la investigaci¨®n hizo caer en picado la cotizaci¨®n de ambos bancos. Citigroup ha perdido en las dos ¨²ltimas sesiones el 29,8% en la Bolsa de Nueva York. Por su parte, J. P. Morgan perdi¨® el 24,6%en esas mismas sesiones.
'El uso por Enron de prepagos para enmascarar deuda fue un montaje contable, y para realizar el enga?o Enron cont¨® con la asistencia de algunas de las mayores instituciones financieras del pa¨ªs, incluidos J. P. Morgan Chase y Citigroup', dijo el senador Carl Levin, presidente del subcomit¨¦ de investigaciones del Senado, en la apertura de la sesi¨®n en la que se iba a interrogar a responsables de los bancos.
'Entend¨ªan claramente los motivos de Enron para usar estructuras de prepago con las que ocultar la verdadera fuente del cash flow de la compa?¨ªa', agreg¨® la senadora Susan Collins, n¨²mero dos del subcomit¨¦. Seg¨²n esta senadora, como ocurri¨® con Andersen, Citigroup arriesg¨® su reputaci¨®n para mantener satisfecho a Enron, un importante cliente de la entidad bancaria.
En las operaciones, para las que se usaron tambi¨¦n sociedades radicadas en para¨ªsos fiscales, se aparentaba la transacci¨®n de una materia prima, por ejemplo gas natural. El dinero pasa del banco a la compa?¨ªa, que lo devuelve con intereses al cabo de un tiempo, sin haber comerciado con el gas. En ese caso lo que es un prepago, legal y contabilizable como tal, se convierte en un pr¨¦stamo que permite aparentar un negocio inexistente. Y con el negocio, una situaci¨®n financiera atractiva para la inversi¨®n.
La clave del fraude est¨¢ en la voluntad de no realizar la prometida entrega de la materia prima para la que se ha recibido el dinero, de la que Citigroup y Morgan ten¨ªan conocimiento. Seg¨²n los bancos, los prepagos son un mecanismo usado durante a?os en el sector energ¨¦tico. 'Creo que nuestra actuaci¨®n fue totalmente adecuada', declar¨® ante los senadores Richard Caplan, uno de los responsables del Citigroup. 'La posici¨®n contable que Enron asumi¨®, siguiendo el consejo de Arthus Andersen, nos pareci¨® razonable seg¨²n nosotros entend¨ªamos las vigentes normas contables'.
Al igual que en el caso de los analistas que recomendaban p¨²blicamente valores que sab¨ªan no merec¨ªan cr¨¦dito, correos internos de los bancos en poder de los senadores contradicen la postura oficial. 'Enron recibe dinero que le da liquidez sin aparecer en los libros como deuda', se lee en uno de Citigroup. 'A Enron le gustan estas operaciones porque oculta deuda a los analistas financieros al registrarla como ingresos diferidos u ocultarla en sus cargas comerciales', se?ala otro de J. P. Morgan.
Entre los a?os 1992 y 2001, ambos bancos realizaron prepagos a la compa?¨ªa Enron por valor de 8.000 millones de d¨®lares. Los senadores sospechan que el mismo instrumento fue empleado para mejorar el aspecto financiero de una decena de compa?¨ªas. La investigaci¨®n del Senado de los Estados Unidos ha supuesto un fuerte golpe en la imagen p¨²blica y financiera de dos de las m¨¢s prestigiosas y solventes entidades bancarias del pa¨ªs.
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