Vibrantes Cebada Gago
Los toros de Cebada Gago demostraron presencia como para incluirles en una plaza de primera. El ganadero gaditano envi¨® una corrida, en t¨¦rminos generales, esplendorosa. Dieron un gran espect¨¢culo en todas las suertes de la lidia.
Algunos fueron con gran ¨ªmpetu a los caballos, comi¨¦ndoselos. Y otros se beb¨ªan los enga?os. Estuvieron muy por encima de los toreros. Creemos que tres toros, por lo menos, debieron irse al desolladero sin orejas. Fue gratificante contemplar un espect¨¢culo tan vibrante como el que brinadaron los toros de Cebada Gago.
A Jos¨¦ Ignacio Ramos le toc¨® en suerte el peor lote. Demasiado codicioso e impetuoso el primero, y duro, pele¨®n y amo y se?or del ruedo en el cuarto de la tarde. No obstante, el torero dej¨® el sello de un gran estoqueador. Con un gran espadazo a su primero y media estocada soberbia a su segundo. Dio dos excelentes pares de banderillas.
Cebada/ Ramos, Cid, Roble?o
Toros de Cebada Gago: con fuerza salvo el tercero. Codiciosos, bien presentados, encastados y nobles tercero, quinto y sexto. Jos¨¦ Ignacio Ramos: ovaci¨®n y vuelta. El Cid: vuelta y ovaci¨®n. Fernando Roble?o: silencio en los dos. Plaza de Azpeitia. 31 de julio. Primera de feria. Lleno.
El Cid dej¨® en la tarde de Azpeitia algunos muletazos con ambas manos, muy ce?idos y largos. Tambi¨¦n alg¨²n pase de pecho profundo, mas se de-j¨® ir de vac¨ªo al quinto de la tarde.
Fernando Roble?o teji¨® alg¨²n pase a su primero de cierta calidad, y alg¨²n natural aceptable. En su segundo anduvo demasiado r¨¢pido. Con la espada en sus dos toros estuvo hecho un pinchauvas.
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